En la vida hay ocasiones en las que debes correr y esconderte. Esa era una de esas veces para Bakugou y Todoroki. Eraser Head solía tener buenas ideas, basadas en el raciocinio. Sin embargo, cuando tuvo el brillante plan de mandar a los alumnos por parejas a patrullar zonas chungas sin supervisión de un profesional, no era el cerebro la parte de él que hablaba. Sus estudiantes suponían que sus ojeras, ojos rojos y dolor de cabeza tenían algo que ver. De hecho, se morían de ganas por saber qué habían montado los profesores por la noche, porque todos se encontraban en condiciones similares. En fin, la cosa es que Aizawa envió a Katsuki y Shouto juntos a uno de los lugares más peligrosos de la ciudad. Tiene sentido, ¿no? Coges a tus dos chavales más famosos y los sueltas en un sitio que crea villanos para que se los coman vivos o... alguien haga PUM. Y es que, si no hubiese estado allí el hijo de Endeavor, más de un proyecto de antagonista habría explotado ya. Aunque, bueno, las cosas realmente habrían acabado bien si el rey de las explosiones no hubiera cabreado a un yakuza. Claro, porque ¿qué podría salir mal de enfadar a un tío trajeado y con joyas y ropa cara que lleva gafas de sol aun si está nublado? Nada, por supuesto. ¿Ser perseguidos por sus subordinados? Tonterías, eso formaba parte del plan. Del plan de huida que ambos adolescentes debían improvisar.
-¿Por qué siempre que nos emparejan, las cosas acaban mal? -Se quejó Todoroki mientras escapaban.
-Tampoco suelen salir tan mal.
-Te recuerdo que la última vez casi nos matan unos villanos en un bosque y, encima, a ti te secuestraron.
-Pero ¿murió alguien? ¿Me sacásteis de allí?
-¡No entiendo cómo puedes ser así incluso cuando nos están persiguiendo unos malditos yakuzas!
-¡Eso es porque tienes el cerebro tan pequeño como el de tu padre!
Bakugou provocó unas cuantas explosiones, y aprovechó la distracción para coger a su compañero del brazo y tirar de él hasta un callejón. En un principio consideraron ocultarse tras un contenedor de basura, no obstante, llegaron a la terrible conclusión de que su interior resultaría más seguro. Apestoso, pero seguro. Por suerte para los dos, parecía que nadie había metido residuos ahí desde hacía años y el aire era respirable.
-No es por nada, pero ¿antes insultaste a mi viejo?
-Y a ti también.
-Voy a pasar ese comentario por alto. ¿No te gusta? Sois aterradoramente iguales, ¿sabes?
-No soy como él. Puede que todo el mundo piense que sí porque me comporto como un borde, sin embargo, yo soy mejor.
-¿Os han comparado alguna vez?
-Lo hacen siempre. Quieren decirme que terminaré siendo un villano, pero como no se atreven, me dicen que seré el próximo Endeavor. Es una mierda.
-Ya, pues imagínate cómo es ser el hijo favorito de Endeavor.
-Otra mierda.
-Bingo. -El silencio los invadió por un segundo-. ¿Sabes? Yo creo que sois muy distintos.
-¿Cómo puedes estar tan seguro? -Bakugou ahogó una carcajada sarcástica.
-Fácil. A él lo aborrezco, no obstante, si a ti te odiase, no haría algo como esto.
Shouto se acercó a Katsuki. Se encontraban uno frente al otro, y el de cabello bicolor coló una pierna entre las suyas. Posó ambas manos flanqueando la cabeza contraria, y devoró sus labios. Auque, más bien, se atrevió a darles un pequeño y tímido mordisco que quería jugar a ser un beso de verdad.
-¿Puedes hacer eso de nuevo? Creo que me ha gustado.
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El reto de los besos [BakuTodo]
FanfictionHay ocasiones en las que Tumblr te abre un nuevo mundo, y ese nuevo mundo te muestra tal cantidad de retos para fanfics que te desbordas y derrochas tus aburridos días de verano en ellos. Bien, ¿hace falta que diga que me encuentro en esta situación...