El reto de los besos [BakuTodo]

7. Un beso bajo el agua

Después del desastroso campamento de verano que habían tenido los alumnos de primer curso de la UA, los profesores habían decidido darles un pequeño regalo para que se relajaran. Midnight tenía una vieja amiga que regentaba una preciosa piscina a las afueras de la ciudad, así que la reservaron todo un día para los estudiantes. Muchas cosas habían sucedido y necesitaban con urgencia una sesión de relax. Aunque fuera solo durante unas pocas horas, debían regresar a ser unos adolescentes comunes y corrientes. Habían trabajado muy duro, se lo merecian, sobre todo Bakugou, quien había demostrado una madurez mayor de la que todos esperaban. Salvo Todoroki, claro, que conocía su verdadero yo mejor que nadie. Así pues, allí se encontraban las dos clases del curso de héroe, frente a una gigantesca piscina rodeada de verde hierba y otras de menor tamaño.

Muchos de los chicos y parte de las chicas se habían lanzado a la parte más profunda sin pensárselo dos veces. Kirishima y Tetsutetsu se habían enzarzado en una ardua batalla teniendo subidos a sus hombros a Kaminari y Kendo respectivamente. Yaoyorozu y algunas féminas más habían optado por la piscina de hidromasaje, y ya se habían visto obligadas a apartar de ellas a Mineta un par de veces. La de olas la ocupaban algunos como Fumikage y Midoriya. Y por otro lado se hallaban aquellos que, como Aoyama, se habían apropiado de las hamacas para tomar el sol y los que, como Aizawa, simplemente no querían meterse en el agua y permanecían bajo una sombrilla. Al principio, Bakugou fue uno de esos. Se había sentado a la sombra de un árbol y se había puesto a leer un libro que había traído consigo. Tras todos los acontecimientos que había vivido, no se veía capaz de actuar con normalidad. Sin embargo, Todoroki no pensaba dejarle de esa manera. Abandonó la piscina de olas y, con el cabello empapado y echado hacia atrás, se dirigió a él.

  -Hey, ¿no vas a meterte?

  -No me apetece.

  -Ya, claro. Siempre lees a Dazai cuando estás mal. -Señaló el libro que leía-. Aizawa-sensei y los demás han organizado esto por ti, Katsuki.

  -Lo sé, pero estoy bien. Anda, vuelve al agua antes de que cojas frío.

  -Y una mierda te voy a dejar aquí. Mira, sé que has vivido algo intenso y sé que te culpas por lo que le ha pasado a All Might, pero...

  -Shouto, no quiero hablar de eso ahora.

  -¿Y te crees que yo sí? No hacemos más que hablar de eso. Por un día, ¿qué tal si no hablamos de nada? Olvídate del resto, olvídate de todo lo que no sea yo. Te morías de ganas de ir juntos a la piscina, ¿no te acuerdas?

  -No sé si seré capaz.

  -Ya verás como sí. Eres fuerte, Bakugou Katsuki. Además, estoy contigo.

Todoroki sonrió de esa manera que únicamente utilizaba con su novio y extendió la mano hacia él. El rubio ahogó una carcajada e hizo la novela a un lado. No podía decirle que no a ese chico. Aceptó su mano y, corriendo, se tiraron a la mayor de las piscinas. Bajo el agua, todavía con los dedos entrelazados, compartieron un beso que los rodeó de burbujas. Tal vez no fuera tan difícil olvidarse de todos sus problemas y centrarse solo en Shouto.