El reto de los besos [BakuTodo]

5. Un beso que nunca fue dado

Todoroki se miró en el espejo. Aquel traje blanco con detalles color marfil le sentaba realmente bien, aunque hubiera desconfiado de ello al principio. Lo mismo sucedía con aquel peinado, con una parte del pelo echado hacia atrás. Suspiró. Su madre y su hermana, al enterarse, le habían insistido mucho en que debía cumplir las típicas tradiciones. Algo nuevo, el conjunto. Algo viejo, un colgante que Bakugou le regaló en su primer aniversario. Y algo prestado, unos viejos pendientes azul claro de su madre.

  -Estás precioso.

Shouto se dio la vuelta. Frente a él se encontraba Katsuki envuelto en un traje negro y con las uñas de las manos pintadas del color del azabache, justo como su novio le había pedido. Tenía una enorme sonrisa esbozada en su rostro.

  -No deberías estar aquí, ¿qué pasa con la magia?

  -Las cosas no van a salir mal solo porque quiera verte antes de la boda. Lo digo muy en serio, estás radiante. Sabía que te quedaría de muerte esa ropa.

  -Cállate, anda. Tú también estás muy guapo, pero aun así no he irrumpido en tu camerino.

  -Ya, bueno, pero ¿a que me quedan de fábula las uñas?

  -De nada.

  -Fue una buena idea. -Rio Bakugou-. ¿Esos son los pendientes que me dijiste?

  -Sí, son de madre. ¿Me están bien?

  -Te están de miedo, cariño.

Katsuki acarició el rostro de Shouto con ternura y depositó un suave beso en sus labios.

  -¿Un beso de buena suerte? -Preguntó Todoroki con una risa.

  -Un beso de buena suerte.

El de cabello bicolor cerró los ojos. Cuando los abrió, toda aquella luminosa habitación con decoración elegante y de tonos plateados había desaparecido. Se encontraba de nuevo en su dormitorio, en su cama, solo.

Todo había sido un sueño.

Nada había ocurrido.

Y no iba a ocurrir.