Capítulo 14.

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Habían pasado varios días ya. En los que mi grupo de amigos estaba más unido que nunca. Sophie había comenzado a salir con Zayn, como ya varios nos lo esperábamos. Veía a mi mejor amigo feliz como nadie. Comenzó a trabajar de asistente personal del padre de Sophie, que pronto descubriría que era socio del padre de Harry.

Harry.

Estábamos tan bien que me dolía. Había decidido admitir que me gustaba. Me di cuenta de que ya no había vuelta atrás, al momento en que repetía el instante íntimo que ambos tuvimos, aunque yo fuera la única que lo supiera. Sabía que tarde o temprano iba a tener que confesarle la verdad.

Tenía que vivir con el calvario de verlo siempre abrazado a Ámbar, y aceptar que era lo mejor para mis dos mejores amigos.

Connor y yo habíamos estado juntos las últimas semanas. Sin embargo, ninguno de los dos teníamos interés más allá de lo amistoso, lo que yo agradecía encarecidamente.

Esa noche me tocaba trabajar en el club. Aunque ya le había especificado a Domn que no estaba preparada para volver a ofrecer el otro servicio contrario a bailar. A lo que el respondió positivamente. Trabajar con Domn era todo un gusto, aunque mucha gente lo dudara. A pesar de ser un proxeneta, era bastante flexible con respecto a Marienne, Julienne y yo, quiero creer que era por el hecho de que gracias a nosotras el negocio había mejorado estos últimos meses.

Estaba terminando de bañarme, lavándome el cabello a petición de mi chispeante estilista. Solía lavarme el cabello la noche después de trabajar, porque la peluca de adhería mejor, aunque no conocía la diferencia de esta ocasión.

Me puse un short de jean claro deshilachado, junto con una camiseta borgoña, y unas converse ya teñidas de mugre y edad. Tome las llaves de la camioneta, y escribí un Whatsapp a Zayn, avisándole que ya estaba camino al trabajo, a lo que el respondió con un pulgar arriba.

Luego de unos minutos, acompañada de Believer, de Imagine Dragons llegue al club, y estacione la camioneta en el apartado para bailarinas, ejecutivos y staff general del club. Antes de bajar de la camioneta, decidí refrescarme, y recordarme a mi misma, que si estaba en ese sitio era por algo.

Me baje de la camioneta y comencé a caminar hacia el establecimiento. Al entrar, me fije en que ya tenía dos semanas más o menos sin poner un pie en Demons. Subí hacia los camerinos, tratando de volver a acostumbrarme al ambiente asfixiante que se sentía tras las bambalinas de la fachada del club.

Jamie fue lo primero que vi al entrar.

-¡Pensé que habías muerto perra infeliz! -Dijo, aún sacudiendo el residuo de su brocha para sombras. Una chica con una peluca deplorable roja estaba en su silla, siendo preparada.

-Ya quisieras haberte liberado de mi piel grasosa, Jamie Duvall. -Dije, enmarcando mi rostro con mis manos. Al cabo de un rato de ponernos al día, la chica ya estaba terminada.

-Dominique me dijo que tratara de dejarte un poco natural dentro de los parámetros hoy. -Puntualizó, sosteniendo las puntas de mi cabello castaño hacia arriba. -Estoy pensando... ¡Misty!-Llamó a su joven encargada de vestuario. Esta era una chica bajita, con el cabello corto estilo militar teñido de un naranja chillón. Ella y Julienne salían, aunque mi amiga se veía enfrascada en esconder su bisexualidad.

Jamie sostuvo hacia mi un conjunto de braguitas y bralette de encaje negro. Se transparentaba. Se transparentaba absolutamente todo. La verdad es que los corpiños habían sido mi vestuario por un rato ya, y ya me había acostumbrada a ellos.

-Se lo que piensas cariño. -Agregó Jamie.-Pero Domn dijo que sí no ibas a agregar el otro servicio, debías dejar a los hombres sedientos de alcohol como mínimo. Así qué hay que generar calor, nena. -Para esta última frase tronaba sus dedos en el aire,

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2017 ⏰

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