Capitulo 34

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Me quede sentada en la puerta de mi casa con un cigarrillo en la mano pensando, pensando en todo lo que había hecho con el, debía haber algo que hice mal para que el se fuera así, sin previo aviso, sin darme un por que. Todavía no puedo sacarme de la cabeza su voz diciéndome que no estaba interesado en mi, que nunca lo estuvo, que nunca quiso esto. Era evidente que la culpa fue mía. 

Cada vez que intentaba ser fuerte conmigo misma y todos esos sentimientos, una lagrima se deslizaba de nuevo por mi rostro. Aldana estaba tratando de consolarme por whatsapp y me hablaba todo el tiempo, pero yo no tenia ánimos para pensar en otras cosas o salir de mi casa como ella quería. 

-Suspire- 

En ese momento, un muchacho paso por mi casa y volteo a mirarme. Su mirada se transformo en una enorme sonrisa cuando me vio. Simule sonreirle de la misma manera que el lo hacia mientras fumaba.

-Hola, Leila

-Hola Fran

-No te veo muy bien. ¿Pasa algo? ¿Te encuentras bien?

-No. Nada. Solo cosas mías. Gracias por preocuparte

-Si quieres.. bueno un poco de compania

-Fran yo.. no tengo muchas ganas de..

-No, no es eso. Hablo de un abrazo o un oído que pueda escucharte -Dijo

Lo pensé. Su mirada decía la verdad, no quería estar conmigo para tener sexo. Me puse de pie y le abrí la reja de entrada. Me saludo con un beso en la mejilla y se sentó a mi lado, le convide un cigarrillo y los dos nos quedamos fumando en la puerta. Le conté todo lo que había pasado, desde principio a fin. No podía creer que Franco me estuviera escuchando tan atentamente y sin interrumpirme, la verdad que lo he subestimado. 

-Quizás no te merece

-Lo mire- 

-A veces a las estrellas como el se les sube la fama a la cabeza. No van a pensar en otra cosa que no sea en su fama, en su carrera musical en su caso.

-Baje la mirada-

-Eres muy buena y linda para estar con alguien que te rompa el corazón, Leila

Lo mire de nuevo. El estaba acariciándome suavemente mi mano, me acerque a el y lo bese suavemente. El correspondió mi beso y se acerco mas a mi para estar pegados. Me envolvió en sus brazos y apoye mi cabeza sobre su pecho caliente. Me hacia sentir un poco mejor estar con Franco, y también me hacia bien recordar lo bien que saben sus besos. 

-¿Podemos ir adentro? Muero de frio

-Si, claro -Dijo

Nos pusimos de pie y entramos. Le serví algo de tomar y nos sentamos en el sillón. Nos quedamos charlando por horas y luego paso algo muy gracioso. Franco estornudo tan fuerte que hizo caer su vaso sobre su remera. Comencé a reírme como una alocada por que la verdad, debo admitir, sin ser tan mala como parezco, me causo mucha gracia. Franco tambien se estaba riendo.

-Ven te daré alguna remera seca que tengo de mi cuñado 

-Claro

Tome la remera y se la di. Sin dejarme decirle que podía ir al baño, Franco se saco la remera frente a mis ojos. Pude sentir como mi rostro comenzó a hervir de la vergüenza y baje la mirada rápidamente. 

-Vamos, ¿Ahora me tienes vergüenza?

-Sonrojada- Es que fue muy desprevenido 

-Igual que esto

Se acerco rápidamente a mi de nuevo, y me beso apasionadamente. Era obvio que íbamos a terminar en esto. Nos tiramos en el sillón y Franco comenzó a sacarme la ropa. 

-Nadie va hacerte el amor como yo

-Lo mire- ¿El.. amor?

-Te quiero Leila.. te quiero a mi lado toda la vida

Sus palabras retumbaron en mi cabeza como miles de veces, olvidando todo lo que tenia en ella antes de que el apareciera pero a la vez recordando que Erick también solia decirme cosas lindas. Iba a detenerlo. Iba a dejar todo aqui. Pero luego entendi que el no iba a volver a mis brazos como lo hizo una vez. No iba a perderme la oportunidad de darle a mi cuerpo un poco de bien estar.  

Erick (Nadie te amara como yo a ti te amo) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora