[capítulo segundo]

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Nico:

Desde que te fuiste, nada es lo mismo.

Apenas recibí tu carta, intenté encontrarte. Y lo logré, pero ya era demasiado tarde.

Los primeros días no lo pude creer. Despertar sin ti, buscarte en tu cabaña y que no estés... Pero lo más duro era no poder besarte, abrazarte, decirte que te amo.

Los demás se entristecieron mucho. Todos sufrieron, especialmente Hazel. No le enseñé la carta, así que ella no sabe las razones de porqué te mataste.

Lo siento si fui muy directo, pero es cierto: te mataste. Te quitaste la vida, eso lo puedo entender. Lo que no entiendo es porqué no hablaste conmigo, o con alguien más.

Siempre te dejé en claro que podías confiar en mí. Yo siempre te conté todo, y aunque tú eras más cerrado, los momentos en los que te abrías yo te escuchaba.

Te entendía.

Sé que tenías una vida difícil. Cuando pienso en eso, me siento un privilegiado. No pasé por todo lo que pasaste, excepto por la muerte de mis hermanos.

Y ahora, la tuya.

Estoy triste. No puedo comer. No puedo cantar. Ya no puedo ni curar a los enfermos.

No cumplí con lo que me pediste. Todo lo que hago es llorar, llorar hasta quedarme dormido, hasta que me duele la cabeza.

Llorar hasta que no me quedan más lágrimas.

Pero tengo que seguir con mi vida, ¿verdad?

Parece más sencillo decirlo que hacerlo.

Dejaste un vacío en mí, uno que nada puede llenar.

Te extraño. Te extraño mucho. Te necesito aquí, a mi lado.

Necesito poder tocarte, decirte cuánto me importas. Tenerte nuevamente en mis brazos.

No creo poder seguir con esto, con la vida. No le encuentro sentido. Estoy ciego por la depresión, no puedo continuar.

Ya no puedo.

Espero poder algún día darte esto frente a frente.

Espero algún día volver a verte. No me importa donde, ni cuando. No me importa de que manera.

No puedes regresar, eso lo sé. Pero una parte de mí espera verte sonreír cada mañana, sabiendo que no estás solo.

Sabiendo que me tienes allí, para ti.

No quiero que creas que te odio por ponerme en esta situación.

Al contrario, te quiero. No, no te quiero, te amo.

Te amo, y siempre te seguiré amando. No importa donde estemos, mi amor por ti siempre seguirá ahí, en mi corazón.

Porque allí es donde estás ahora. En mi corazón. Y en mis recuerdos.

Necesito un descanso, y por eso estoy escribiendo esto. Por si alguien quiere saber que pasó.

Por si nunca despierto del sueño.

Siempre tuyo,

Will.

wonderwall -solangelo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora