Sus pasos pesados y rápidos sonaban a través de los pasillos vacíos. Llegó a la puerta indicada y entró. Caminó unos pasos hasta un escritorio de madera lisa con todo ordenado y dejo un pedazo de papel ahí en el centro. Después salió y se escondió para esperar.
Pasaron cinco minutos en las que las paso sentando contra un muro oculto mirando la puerta hasta que una persona, un hombre mayor, llegó y entró.
-Maldición-gruño molesto.
Era su única esperanza de poder conocer a su chica anónima, pero tal parece que no llegara.
Desilusionado se levantó revolviendo su cabello cobrizo, dirigió una ultima mirada a la puerta y se fue.
Unos ojos cafés se asomaron por una esquina verificando sin aun seguía aquel cuerpo, al ver que no estaba nadie suspiro y salió caminando a la puerta del director, la tocó.
-Adelante-dijeron suavemente.
La pelinegra entró con timidez al despacho y miró al hombre.
-Ten-dijo el hombre estirando su mano con un papel.
Tris caminó nerviosa y a presurosa a él y lo tomó casi temblando.
Quería saber y la vez no lo que decía aquel papel. No quería ilusionarse para después desilusionarse.
-Gracias-dijo cortés.
-No es nada-sonrió amable.
Volteó para salir.
-Suerte pequeña-alentó el hombre sonriendo.
La chica sonrió y salió del despacho. Al estar en el pasillo vacío abrió la nota.
Si, si quiero conocerte.
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Notas Anónimas
Short Story"Te amo" "Me gustaría que me amaras" "Siempre te ame" "Tus ojos me hipnotizan" "Ámame"