Universidad

171 22 0
                                    

Ya era mi primer día de clases así que salí temprano después de haber desayunado como era debido. En mi camino vi que ese chico seguía en el mismo lugar, justo como lo había visto el otro día. No sabía que pensar respecto a eso pero lo ignoré porque quería llegar temprano a mi primer día de clase.

Fue un día común, o al menos las clases lo fueron. Conocí algunos chicos que me parecieron buena onda, eran bastante divertidos y muy curiosos. Taehyung, uno de los chico se llevó especialmente bien conmigo.

Cuando iba de camino a casa lo volví a ver, el mismo chico de la mañana seguía viendo hacia el horizonte. Alcé los hombros y continué mi camino porque aún tenía tarea que hacer.

Llegué y comencé hacerla. Eran matemáticas, materia que se me dificultaba mucho así que termine aventando las hojas para recostarme un rato en el suelo. Miré el techo durante algunos segundos pensando que quizás el lugar donde había visto al chico sería relajante para hacer mi tarea.

Tomé mis cosas para guardarlas en mi pequeña mochila y salí rápidamente del lugar. Terminaría antes de la cena, estaba seguro de ello. Llegué más pronto de lo que pensaba pero el chico no estaba en ninguna parte.

Tampoco es que lo estuviera esperando pero tal vez ansiaba platicar durante un rato con él. Saqué mi libreta mientras ponía en mi iPod viejo una canción para acompañarme con música mientras hacia la tarea.

Estaba tan concentrado en la ecuación de mi hoja que me espanté mucho cuando sentí un escalofrío recorrer mi hombro. Volteé para encontrarme con un chico bastante pálido mirándome con ojos extrañados.

Parpadeé algunas veces antes de responderle con un gesto en la mano por la confusión que su presencia me provocó segundos antes. No me respondió lo que me hizo sentir incómodo pero buscó un lugar cerca del mío para sentarse.

–Este lugar es tranquilo para hacer mi tarea –Solté aún mirando mi cuaderno.

Esperé una respuesta que nunca llegó y miré discretamente hacia su dirección. Miraba el atardecer como de costumbre y parecía que estaba ignorando mis palabras.

–Al menos podrías contestarme –Bufé inflando mis mejillas.

El chico sonrió. Era una de las sonrisas más bellas que había visto en mi vida. Observándolo más de cerca pude percatarme que teníamos estaturas similares pero a diferencia mía, su cuerpo era más delgado y por supuesto, la piel era demasiado blanca.

–Disculpa, hace tiempo que no hablo con alguien –Respondió.

Lo miré extrañado pero su semblante me resultaba familiar. Por un momento creí que parecía ser un chico bastante melancólico y después lo relacioné conmigo. Ambos éramos solitarios de alguna manera.

–Entiendo... –Seguí mirando mi libreta.

Sin embargo no lograba concentrarme para nada en el ejercicio. Veía demasiados números combinando con letras y mis ojos comenzaban a cerrarse por el aburrimiento. Su presencia también me distraía un poco o quizás era porque no tenía muchas ganas de hacer mi tarea y simplemente buscaba excusas para atrasarla.

Sin darme cuenta cerré mis ojos pero luego sentí como el chico se acercaba a mí. Los abrí al instante para encontrarme con su mirada asomada en mi hombro para ver mi cuaderno. Levantó su mirada y ambos nos miramos a los ojos, debería decir que aquello causó una sensación muy extraña en mi corazón pero decidí ignorarla.

–¿Quieres que te ayude? –Preguntó.

Asentí con la cabeza cohibido pero le enseñé mi libreta con la integral que tanto me estaba costando. La observó durante algunos segundos con bastante atención hasta que finalmente levantó su rostro y comenzó a explicarme que debía hacer.

Escuché sus palabras atentamente anotando cada número que me decía y pidiéndole que me lo repitiera porque en serio, era demasiado lento para estas cosas. Él nunca me reprochó explicándome amablemente las cosas por una segunda e incluso una tercera vez.

Anoté algunas cosas para mis futuro autoestudio y cuando vi, ya había terminado toda mi tarea. Fue inevitable que sonriera mientras observaba mi cuaderno lleno de felicidad.

–No sabes como te agradezco –Dije moviendo mis pies –Hasta explicas mejor que mi profesor –Dije alzando mi índice.

–Es sencillo una vez que lo comprendes –Sonrió.

Contesté a la sonrisa que me había proporcionado para después recostarme un rato en el pasto, se sentía suave y bastante cómodo. Nunca había sentido tanta tranquilidad en un lugar ni tampoco tan cómodo junto a una persona desconocida.

–¿Te parece si vuelvo mañana? –Pregunté.

–Eso... –Titubeó –Quizás –Me miró y parecía estar dudando su respuesta –Deberías volver mañana, estaré esperando –Sonrió.

Your Story [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora