Un grito que no se escucha

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Aquí estoy al fin, en mi nueva escuela. Desde la pequeña discusión que tuve con papá no le dirijo la palabra, si lo sé, soy una pésima hija no le di el honor a venir a dejarme en la escuela como cualquier padre le gustaría hacer en el primer día de clases de su hijo. Eso me hace sentir me mal muy mal.
La campana suena indicando que es hora de entrar a clase.

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- Buenos días chicos, les vengo a informarles que tenemos una nueva estudiante , pasa por favor- dice la maestra con una linda sonrisa en el rostro

Entro lentamente al salón con la cabeza agachada. Mis manos comienzan a sudar, mis piernas quieren temblar, quiero salir de aquí sabía que era demasiado pronto para entrar a la escuela.

- Te puedes presentar por favor para que todos te conozcamos - dice la maestra amablemente

Levanto la cabeza. Ahora todo el salón puede ver mi rostro y yo la de ellos. Todos me ven detalladamente ¿acaso alguna de mi prenda esta mal? ¿estoy algo sucia?,¿tengo algo en la cara?, ¡¡¿POR QUÉ ME MIRAN TANTO ?!!.

- ¿Pasa algo? - dice la maestra sacandome de mis pensamientos

- Ahh no- suspiro - Hola mi nombre es Megan y tengo dieciséis años espero llevarme bien con todos ustedes- digo con calma para que no sospechan.

- Bueno Megan tengo entendido que además de ser nueva en la escuela también eres nueva en el pueblo ¿cierto?

- Si maestra- digo pasando saliva.

- Y nos puedes decir la razón del por qué te mudaste

Mi corazón late mil veces por segundo  no puedo decirle la verdadera razón del porque estoy aquí, si les digo se volvera a repetir el ciclo. Tengo que pensar algo rápido.

- La razón del porque me mudé a aquí es... - miro hacía mis compañeros esperando con desesperación mi respuesta- Es porque mi mamá murió

- Ohh Megan no quise...

- Y mi padre y yo queremos olvidar  eso, tener una nueva vida, alejarnos un poco - agachó mi cabeza para que mis compañeros no vean que quiero llorar. Soy una cobarde, mis lágrimas quieren salir pero no los voy a permitir

- Lo siento mucho Megan en verdad. Por favor toma asiento hasta la última banca junto a la ventana

Acepto y camino hacía mi asiento. Puedo sentir como todos me miran, por favor dejen de hacerlo.

¡¡Por favor dejen de hacerlo!!. ¡¡Basta.!!

Parece que el tiempo pasó rápido . Mirar como los profesores entran y salían preguntándome como me llamo para que me agreguen en sus listas también la razón del porque estoy aquí pero cuando les decía sobre mi madre el ambiente cambiaba, al estar en una agradable  a una incómoda. Pero durante todo ese tiempo podía, no, puedo sentir que alguien me está observando.
Suena el timbre, es hora del almuerzo. Todos salen del salón mientras yo miro el paisaje por la ventana.

- Hola - dice una voz femenina

Volteó para ver quien es. Una chica de cabello castaño, ojos color miel, labios  rosados, un rostro blanco, suave casi una chica totalmente perfecta esta sentada en frente mío.

- Hola -digo con una voz baja

- Mi nombre es Alice es un gusto conocerte Megan- dice amablemente

No digo nada y simplemente guardo  silencio esperando a que ella se vaya.

- ¿Quieres comer conmigo? - pregunta la chica

- Ahh es que yo...

- Ven vamos - me interrumpe toma mi mano y salimos del salón
                                
                                 ●

Nos sentamos en una palapa de la escuela. Ninguna de las dos habla y eso que así sea. La mayoría de los alumnos que van pasando saludan a la chica.

- Hola chicas - dice un voz varonil

- Hola oficial Wilson - dice la chica

¡¿Oficial?!. Paso saliva rápidamente. Me estoy poniendo nerviosa.

- ¿Estas bien? - pregunta el oficial

Volteó a verlo.

- Ahh si... Estoy bien - digo tratando de calmarme un poco. Me mira detalladamente

- No te he visto por aquí

- Es que es nueva oficial Wilson, apenas acaba de mudarse - dice Alice si no me equivoco de su nombre

- Por eso no te reconocí - dice con una gran sonrisa en el rostro

- Y dime oficial Wilson ya saben algo - pregunta Alice con preocupación

- Aún no Alice, justo ahora voy a ver a Susan nos vemos después - el oficial se va

Alice me mira y sonríe.

- El es el Oficial Wilson tiene veinticinco años ahorita esta en una investigación - dice Alice

- ¿Investigación? - digo un poco confundida

- Es que una chica está desaparecida

El timpre suena. Ahora de entrar a clases.

El tiempo se fue rápido, cuando dieron el último toque indicando la hora de salida. Salí casi corriendo tratando de evitar a cualquier persona que no conociera hasta llegar a lo que hora es mi casa.

                               ●
Abro la puerta lentamente para que papá no me escuche, me dirijo rápidamente a las escaleras subiendo el primer escalón.

- Hola cariño ¿cómo te fue en la escuela? - dice papá esperándo con entusiasmo mi respuesta

- Hay un oficial en la escuela- digo de una manera fría y directa

- Ohh mi pequeña si quieres te cambio de escuela y...

- Dejalo así papá no tiene caso

Subo las escaleras y rápidamente entro a mi habitación. Me acuesto en la cama tratando de dormir esta que escucho algo raro. Es como si fuera un  grito pero tan bajo no estoy segura si fue un grito. Y si lo fuera no se escuchaba.... Un grito que no se escucha.

- Como aquel día- susurro

                            ●

Por favor dejen de hacerlo, no me miren basta. ¡¡ Por favor dejen de hacerlo!! ¡¡Basta!!.
Ellos no les importa si estoy sufriendo o no, si me duele o no. No importa cuanto me esfuerzo en gritar mis gritos jamás serán escuchados.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2017 ⏰

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