❞─── 𝐖𝐡𝐨𝐚 ¡𝐄𝐬𝐭𝐨 𝐞𝐬 𝐚𝐥𝐮𝐜𝐢𝐧𝐚𝐧𝐭𝐞!❞
Era un día de lluvia cuando aquel joven llego a la mansión.
Su personalidad extrovertida y explosiva contrarrestaba la de los hermanos siniestros y sádicos.
Sin duda un rayo de luz entre tanta oscu...
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─── ¿Ya llegamos? ¿Cómo es la casa? ¿Es grande? ¿Cuántos hermanos tendré?¿Serán muchos? —El joven hablaba y hablaba frente a su "padre", admirando el paisaje que sus ojos divisaban a través del cristal polarizado del automóvil.
Su "Padre", no estaba muy feliz escuchándolo, sus dedos se movían frenéticamente, chocando repetidas veces contra la posadera del asiento, en una precipitada búsqueda de paz interior. Sin duda alguna, ya no esperaba la hora de sacarse de encima a ese mocoso que no paró de hablarle desde que su trasero tocó esos suaves asientos, o incluso antes, cuando fue a buscarlo personalmente al aeropuerto, cosa que se arrepentía de ello a cada segundo que pasaba escuchándolo hablar de temas variados en una sola oración.
Y además de eso, no solo no soportaba su actitud energética, si no que su olor era demasiado para el. Una suave fragancia de sangre dulce lo llamaba e incitaba a morderlo en primera instancia, pero el cargado olor a perro mojado lo obligaba a mantener la compostura.
─── ¿Ya lleg ...—Dirigió su mirada al joven que le dedicaba una animada sonrisa, quien al ver aquél rostro enojado, calló, riendo nervioso y asustado, decidido con continuar su exploración terrenal con sus ojos y propios comentarios—¡Mira esas rejas! ¡Qué lindas!
El albino suspiro de alivio al ver que ya llegaron, podía ver como las rejas lentamente se abrían ante su llegada, sin embargo todo rastro de alivio se congeló al escuchar como la puerta se abrió de golpe con el auto en marcha, enseguida miró al muchacho peliazulado que planeaba salir o saltar.
─── ¿¡PERO QUE HACES, ANIMAL!?—Cogió la capucha de su abrigo y lo tironeó con fuerza dentro de la limosina—¡¿PLANEAS MATARTE Y QUE TU MADRE ME MATE Y LUEGO A TI POR TONTO O QUE?! —La paciencia del vampiro realmente se agotaba en presencia de ese joven, incluso comenzó a insultar alg que no hacía en presencia de nadie. Rezaba para no tener que compartir más tiempo a su lado, o de lo contrario le saldría más de una cana verde.
─── ¡Ya quería ver a mis hermanos, Karla! ¡Estoy tan emocionado! —El nombrado casi podía ver, imaginariamente, unas pequeñas orejas y una cola de cachorros agitarse velozmente en el cuerpo del entusiasmado chico.
─── ...Por enésima vez...Es Karl —El mayor intentó calmarse lentamente y suspiró mientras masajeaba el puente de su nariz lentamente.
El auto freno y miró a su "hijo" que ya se removía ansioso en su asiento para poder bajarse. La idea era principalmente que el muchacho tuviera una buena vida académica en Japón con él siendo de soporte económico, incluso que adquiriera un buen título y consiguiera un trabajo, madurara y volviera a tomar el cargo de la manada que lo esperaba en otro continente. Pero estaba claro que no tenía tiempo para hacer el roll de padre, nunca en sus siglos de rey vampiro lo fue, ¿Por qué ahora debía preocuparse? Bueno ahora solo podía limitarse a brindarle más ayuda y vigilarlo, después de todo tenía un clan de lobos puros amenazándolo con clavar sus fauces en su yugular si no se hacía cargo de su "Cachorro" de una buena vez por todas.
