Parte 1

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Era una mañana de sábado después de una pesada semana escolar y laboral. Phichit despertó aún un poco cansado pero listo para salir a desayunar con su mejor amigo y escuchar una de las entrevistas en la que había trabajado recientemente.

Ni siquiera recordó que era su cumpleaños hasta que la alerta de mensaje hizo a su celular cantar cierta canción de una película.

"¡FELIZ CUMPLEAÑOS, CARIÑO! ¿Podemos vernos para salir hoy? En serio, en serio, necesito hablar contigo, es algo que no puede esperar."
De: Victor Nikiforov

El estudiante sólo se quedó ahí por un momento sentado en la orilla de su cama mirando la pantalla aún cuando ya se había apagado. Después de unos minutos lo encendió de nuevo y borró el mensaje y borró el contacto.

Ciertamente, este sujeto Nikiforov era una de las personas más maravillosas que había conocido en largo tiempo. Era brillante, ameno de conversación, divertido... y tan increíblemente atractivo y sensual. Cada movimiento y cada palabra lo habían encantado. Y hubo, innegablemente, un click entre los dos desde la primera vez, su reunión había durado mucho más de lo planeado y se había sentido sumamente disfrutable, llevándolos incluso a intercambiar números de teléfono personales y aún seguir en contacto algunas semanas después de ese día.

Pero, a decir verdad, ese maravilloso encuentro ocurrió únicamente gracias a su mejor amigo y compañero de piso, Yuuri.

Victor era un dotado compositor en letra y música, que había trabajado con muchos famosos cantantes y bandas de varios países, siempre creando piezas impresionantes y grandes éxitos, sorprendiendo al público con cada canción. Y aún cuando la mayoría de las personas solían admirar las caras en los escenarios, era como si Yuuri hubiera escuchado a través de las voces y llegado a la misma alma que estaba detrás de las palabras y las notas.

Yuuri había estado enamorado de Victor y su arte desde que éste último había comenzado a trabajar con bandas pequeñas, y conocía y tenía cada canción desde esa época. Siguiendo el camino obvio, más y más cantantes y sellos querían asociarse con el genio lírico y, en poco tiempo, ya estaba creando leyendas musicales con los mejores del mundo. 

Phichit conoció esta parte importante de la vida de Yuuri cuando empezaron a vivir juntos y lo apoyaba incondicionalmente aunque nunca estuvo realmente interesado en ese campo específico de la composición. El ascérrimo fan nunca había visto una fotografía de Victor ni su aparición en algún video, esos archivos no estaban al alcance de internet aún cuando Phichit puso a trabajar todas sus habilidades como el Licenciado en Comunicación, en proceso, que era. Y eso no le agradaba. Simplemente no podía entender a las personas excéntricas que vivían distantes en su propio mundo.

Pero cuando estaba en su último año de la carrera, comenzó a trabajar para una estación de radio local, haciendo algunos reportajes, coberturas y entrevistas, en el tiempo fuera de clases, colaborando en un programa cultural de fines de semana.

Un día, en la oficina del coordinator a cargo vio, en el pizarrón de trabajo de un programa especial para el fin de mes, la asignación para uno de sus compañeros de una entrevista con el mismísimo Victor Nikiforov, y supo que tal vez era una oportunidad única para conocer al ídolo de su mejor amigo y obtener un autógrafo para él y tal vez una foto. Así que, no rogó del todo pero sí trató de convencer al encargado de que él tenía una increíblemente agradable forma de tratar con la gente y de que era el hombre ideal para abordar a un artista 'especial' de la mejor manera. Y tuvo éxito.

La reunión se programó en un restaurante, y unos días antes se encargó de ivestigar acerca de la figura con la fuente más confiable, Yuuri, al tiempo que consiguió mantener en secreto la verdadera naturaleza del objetivo que le esperaban.

Cuando el día llegó, puso de lado todo nerviosismo para hacer sentir al genio en confianza y obtener el mejor resultado para su trabajo y para su amigo.

Esperó un poco en la mesa reservada y, después de un momento, un hombre rubio, alto y muy atractivo se acercó hasta él y lo saludó con un guiño seductor y una voz echizantemente profunda.

-Hola, soy Nikiforov, debes ser Chulanont del programa de radio, encantado.

-Sí.- El chico sintió qué su propia sonrisa era demasiado amplia para un encuentro profesional pero no pudo evitarlo. - Soy yo.

La velada y la entrevista transcurrieron muy bien, y al final del día el reportero encontró suficiente seguridad para pedir un pequeño favor personal, un autógrafo para su amigo.

- Por supuesto, y creo que tengo algo mejor para tu amigo. - En ese momento su mirada mantuvo intensamente el contacto y hubo una voz tierna. -Pero tienes que reunirte conmigo de nuevo, si te parece. - Phichit creyó que su corazón se detuvo por un momento mientras se miraron el uno al otro desde los lados opuestos de la mesa. - Para que pueda traerte un regalo especial. - Dijo el mayor mientras se ponía en pie y volteaba hacia otro lado para romper la tensión.

-Claro... no hay problema.

La siguiente semana se vieron de nuevo en una cafetería muy cómoda que ambos acordaron por medio de mensajes de texto.

Aún fuera del ambiente de reunión de trabajo, el artista lucía impresionantemente atractivo vistiendo ropa muy casual, y adorablemente agradable llevando unas enormes gafas circulares. El estudiante apenas había salido corriendo de la escuela tras terminar los exámenes del período y sólo quería relajarse también.

- Necesitas hablarme acerca de tu amigo para que pueda decidir qué regalarle. -Victor tomó su taza de café y se acomodó desenfadadamente en el sofá.

Enfrente de él, el chico intuía que tal vez estaba siendo engañado pero no le importaba del todo. Disfrutó una buena plática acerca de Yuuri, y se tomó toda la tarde para contar innumerables anécdotas que compartía con su amigo.

Le contó todo acerca de las novelas de su compañero y de su talento como escritor. Y cómo, aún cuando se encontraba ansioso o bloqueado para escribir, escuchar las composiciones de Victor siempre lo ponían de regreso en el camino correcto.

Nikiforov rió junto con él y escuchó con diversión, amabilidad y ternura. Tuvieron  otro día perfecto y prometieron verse otra vez.

Después de tres días Victor entregó una bolsa de regalo de apariencia sencilla en la puerta del salón de clases de Phichit, justo cuando habían terminado las clases, sorprendiendo al estudiante.

-Sé que tienes un día ocupado pero quería verte. - Le dio la bolsa y lo llevó en su auto hasta la estación de radio.

Cuando llegaron, Phichit se dio cuenta de que al fin había cumplido sus metas y debería estar feliz pero algo dentro de él lo agobiaba.

Pudo sentir que se estaba enamorando de ese hombre. No era solamente el asombro de la maravillosa primera impresión, sino que toto su forma de ser le agradaba. Tal vez eso era lo que había hecho que Yuuri se enamorara también, y el escritor sólo había necesitado escuchar una canción en la voz de alguien más. Yuuri había sido mejor, merecía lo mejor.

-Muchas gracias, Victor. - El chico  de cabello castaño mostró su mejor sonrisa y luego bajó un poco la mirada, sólo para ver la mano del hombre que intentaba acercarse a la suya.

-Phichit, yo...

-¡Gracias por todo!- Dijo abruptamente y salió muy rápido del auto. -Mi amigo te ama, ¡lo va a amar!-El chico levantó la bolsa mientras se alejaba.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2017 ⏰

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