Parte 3

10 1 0
                                    

La escena era un verdadero desastre, Anderson ya estaba ahí, refunfuñando algo sobre poder manejar la situación él solo y escenas contaminadas. Sherlock lo ignoró, atravesando el perímetro rodeado de cinta amarilla y acercándose al cuerpo. Estaba en un oscuro callejón, en medio de bolsas de basura y paredes de ladrillo. El cuerpo había sido movido, embarrando cualquier salpicadura de sangre por el suelo y el cabello de la víctima.

Se trataba de una joven de quince años, de piel pálida y cabello dorado embarrado de sangre. El disparo era evidente justo en medio de los ojos. Sherlock se detuvo a examinar la herida con su lupa.

-Pistola semiautomática, bala 9x19 Parabellum... El disparo se realizó a unos cincuenta centímetros de distancia.-Enumeró el detective, mientras miraba alrededor.-Arma semiautomática, calibre 9mm.

-Era un robo-Dijo Anderson con su típico tono pedante-No tiene cartera o teléfono celular.

-Si fuera un robo no la habría hecho arrodillarse en el suelo, esto es un asesinato y si no me equivoco la bala es similar a la usada con el hijo de Elizabeth-Respondió, sacando su teléfono-Ahora vete Anderson, antes de que tu estupidez cause problemas permanentes en los aquí presentes y sus cerebros.

A una señal de Lestrade, Anderson se retiró con una expresión de derrota, algo usual cuando Sherlock Holmes y él estaban en la misma escena de crimen.

-Ah, Lestrade, buscamos una pistola Tokarev TT-33.-Dijo antes de alejarse, debía encontrar la cartera y teléfono de la víctima y no confiaba en los inútiles de Scotland Yard para hacerlo-Si averiguas quién es la chica avísame.

Alcanzó a escuchar a Lestrade decir "¿Cómo demonios?" antes de salir del callejón. Comenzaría por los lugares obvios, cualquier depósito de basura en un radio de cinco cuadras, para su suerte sólo había dos, no debería ser una búsqueda muy tardada...

El asesino no era tan descuidado como pensó, después de revisar cada basurero, bote de basura y alcantarilla de la zona de regreso a Baker Street, estaba seguro de que se trataba del mismo asesino y apenas averiguaran la identidad de la misteriosa joven la relación sería evidente.

"Averiguamos el nombre es Keira Rox" Decía un mensaje de Lestrade.

Keira Rox... Ese nombre. Sherlock atravesó la sala, prácticamente saltando para revisar los anuarios que había obtenido en la escuela. Keira, de la misma clase que Lily Parks y su padre, Gabriel Rox en la clase de los demás padres y madres.

Bien, era el mismo asesino. ¿Por qué a unos los envenenaba y a otros les disparaba? No habían pasado ni dos minutos desde el último texto cuando llegó otro, uno que provocó que el detective saliera corriendo como si el departamento estuviera en llamas. "Asesinato, mismo modus-operandi."

Llegó con la respiración entrecortada a la escena, un callejón bastante similar al anterior, atrás de las patrullas encontró a Rosa Mace abrazando a otra mujer.

-¡Ese es mi hijo!... Por favor, déjenme ver a mi bebé-Sollozaba

-¿Usted es la madre?-Preguntó Sherlock, más movido por la curiosidad que por la compasión.

-Sí, es mi prima, Bethany-Respondió Rosa, mitad abrazando mitad deteniendo a la devastada mujer.

-Fueron a la misma escuela...

Ante esa afirmación las dos asintieron. La conexión estaba ahí, la escuela. No se trataba de un acto de vandalismo aparte o un intento de robo.

-Bien, ¿Había alguien con razones para hacerles daño? Un enemigo, exnovio, vieja amiga...

Sherlock Holmes y el Asesino de los Anillos AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora