*Capítulo 13*

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-¿Cómo esta señor Roth.- preguntó un periodista de los que lo esperaban en el aeropuerto

-Bien algo cansado de viajar tanto, alguien de mi edad ya no tiene tanta fuerza

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-Bien algo cansado de viajar tanto, alguien de mi edad ya no tiene tanta fuerza.- respondió divertido

-Me alegro.- dijo Amy acercándose y disparandole en el corazón

El cayó muerto al suelo y Amy comenzó a correr los policías rápidamente comenzaron a dispararle. Una bala alcanzó a darle en el brazo pero no se detuvo y corrió hasta el auto que la esperaba.

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-¿Cómo estas Amy?.- preguntó Mark

-Estaré bien cuando vea a mis enemigos muertos ¿Sabes algo nuevo?.- respondió terminando de cubrir su herida

-No se como decírtelo.- dijo algo incómodo

-Sólo dilo.- respondió Amy molesta

-Tres de los cuatro tipos que asesinaron a tu familia están aquí, sólo me falta encontrar quien fue que los mandó.- dijo mostrándole las fotos de los tipos

Amy estaba furiosa, pero intentó controlarse.

-Tengo que acabar con ellos.- dijo levantándose de su asiento

-Amy, espera ellos son muy poderosos ¿Cómo diablos piensas que al menos los tocaras?.- preguntó Mark deteniendola

-Mark hasta el más humilde de los hombres si mantiene los ojos abiertos puede vengarse de los mas poderosos.- respondió y salio

FlashBack

-¿Sólo queda Bonasera?.- preguntó Amy

-Si.- respondió Mark

-Hazlo pasar.- ordenó y el asintió

Bonasera entró y se sentó frente de Amy, comenzando su petición.

-Debe excusar usted a mi hija su ahijada por no haber venido, hoy todavía está en el hospital.- dijo mirando incomodamente a Mark y Genco ambos hombres de confianza de Amy indicando que no quería hablar delante de ellos

Pero Amy no quiso darse por enterada.

-Todos sabemos la desgracia que ah padecido tu hija, si puedo ayudarla de algun modo no tienes más que hablar; después de todo soy su madrina.- respondió

Amerigo Bonasera nunca mostró amistad o alguna clase de lealtad a Amy.

-¿Puedo hablar con usted a solas?.- preguntó ruborizado

-Tengo absoluta confianza en estos dos hombres, ambos constituyen mi brazo derecho no puedo insultarlos enviandolos fuera de esta habitación.- se negó Amy

Bonasera cerró los ojos por unos segundo y comenzó a hablar; su voz era apenas audible la misma que empleaba para consolar a los familiares de los difuntos.

-He dado a mi hija una educación Americana, creo en América, este país ha hecho mi fortuna le he dado a la chica absoluta libertad pero le he enseñado siempre que no debía hacer nada que pudiera avergonzar a su familia; se hizo amiga de un muchacho no italiano, iba al cine con el regresaba a casa muy tarde lo acepte todo la falta es mía. Hace dos meses el y otro chico se la llevaron a dar un paseo, le hicieron beber whisky y luego trataron de abusar de ella. Pero mi hija se resistió supo guardar su honra entonces le pegaron como una bestia, cuando acudí al hospital tenía los ojos morados, la nariz rota y la mandíbula destrozada. La pobre no cesaba de llorar "¿Por que lo han hecho papá?" "¿Por que tenían que hacerme esto?", no pude contenerme y yo también me heche a llorar.- dijo rompiendo en llanto

-¿Por que lloré en el hospital? Ella era la luz de mi vida, era una hija cariñosa y hermosa; confiaba en todo el mundo ahora no volverá a confiar en nadie más, ya nunca volverá a ser hermosa, acudí a la policía como todo buen americano, los muchachos fueron arrestados las pruebas eras abrumadoras. Se confesaron culpables y el juez los condenó a tres años de prisión los cuales suspendió y salieron en libertad ese mismo día; supe que había hecho el ridículo enfrente de ellos entonces mi esposa me dijo: "Tenemos que acudir a Amy".- añadió cuando sintió más fuerza

Amy mantenía la cabeza baja en señal de respeto por la pena de Bonasera pero cuando hablo las palabras sonaron frías como la frialdad de la dignidad ofendida.

-¿Por que acudiste a la policía? ¿Por que no acudiste a mi desde el primer momento?.- dijo enojada

-¿Que quieres de mi? Pidame lo que quiera pero atienda mi ruego.- dijo Bonasera desesperado aunque en sus palabras se podía sentir la insolencia

-¿Y que es lo que me pides?.- preguntó Amy nuevamente

El hombre volvió a mirar a Mark y a Genco, Amy sentada se inclinó hacia el empresario de pompas fúnebres, El se acercó a la oreja de Amy. Ella escucho tal y como lo hace un cura en el confesionario con la mirada ausente.

Estuvieron así unos minutos hasta que el hombre se alejó de ella.

-Eso no puedo hacerlo, no hay nada que hacer.- respondió intentando ocultar la rabia en sus palabras

-Pidame lo que sea.- suplico el hombre

En ese momento Mark miró con nerviosismo a Genco y Amy se levantó.

-Tu y yo nos conocemos desde hace muchos años, a pesar de ello hasta hoy no me habías pedido un Consejo, ni ayuda ni siquiera soy capas de recordar cuando fue la última vez que me invitaste a tomar café a tu casa a pesar de que soy madrina de tu unica hija; seamos francos haz rechazado mi amistad porque no querías deberme nada.- dijo nuevamente

-Tenías a América a los tribunales y creías que nada te podría ocurrir ni a ti ni a los tuyos, y ahora vienes y me dices "Amy quiero que haga justicia" y no sabes pedir con respeto, no me ofreces ni tu amistad y vienes el día de la boda de la hija de mi compañero.- añadió

-¿Puedes decirme que he hecho para que me trates con esta falta absoluta de respeto?.- preguntó

-Sólo quería ser un buen Americano y que mi familia también lo fuera.- respondió

-No te guardo rencor, haz hablado muy bien; el juez ha dictado sentencia, América ha dictado sentencia haz como los americanos perdona y olvida, la vida esta llena de desgracias.- dijo aun molesta

-Sólo quiero justicia.- dijo nuevamente el hombre que estaba pálido

-Si hubieras acudido a mi, mi bolsa sería tuya aquellos cerdos que dañaron a tu hija estarían llorando amargamente desde hace tiempo; y si por desgracia por circunstancias de la vida un hombre honrado como tu se hubiese creado algún enemigo este se hubiese creado automáticamente en enemigo mio y Créeme te hubieran temido.- respondió Amy señalandolo con el dedo

-Quiero su Amistad, la aceptó.- dijo avergonzado cabizbajo

-Bien tendrás justicia un día, un día que quizás nunca llegue te llamaré para pedirte algún pequeño servicio hasta entonces considera esta justicia como un regalo de mi parte por ser la madrina de tu hija.- aseguró Amy

-Pero no puedo darte lo que me pides tu hija aun sigue vida ¿Que quieres?.- añadió

-Ojo por ojo, quiero que ellos sufran como lo hacen mi hija.- respondió

-Lo haré te lo aseguró.- finalizó la charla

Fin del FlashBack

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La Belleza de la Bestia [TERMINADA] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora