thirty seven

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Rebeka observó desde la ventana del pasillo cómo su madre se subía al auto y se alejaba rápidamente, dejando el sonido del motor alejándose hasta perderse en la distancia. Una mezcla de alivio y desesperación la invadió mientras subía las escaleras hacia su habitación. Sabía que este era el momento crucial para hacer la llamada que había estado posponiendo, el tipo de llamada que podría cambiar el rumbo de todo lo que había planeado.

Una vez en su habitación, Rebeka sacó su teléfono y lo sostuvo con manos temblorosas. Inhaló profundamente antes de marcar el número que había guardado con tanto cuidado. La voz de Harry Styles respondió al otro lado de la línea, una mezcla de curiosidad y sorpresa en su tono.

—Harry. Dime que conseguí tu número bien —dijo Rebeka, mordisqueando su dedo en un gesto que delataba su nerviosismo.

—Sí, soy yo. ¿Quién es? —respondió Harry, su voz cargada de una confusión palpable.

—Rebeka, me conoces muy bien —exhaló un suspiro pesado, el silencio en el otro extremo de la línea se hizo casi tangible— necesitas saber que Evangeline está viva. Todo lo relacionado con su muerte fue una farsa. Solo... no intentes buscarla, está lejos, pero a salvo de cualquier peligro.

Harry soltó una risa nerviosa, claramente escéptico.

—¿Qué clase de morbosa broma es esta? —su tono estaba teñido de incredulidad— yo la vi morir, Rebeka. Frente a mi puerta y en mis brazos, es imposible.

—Créeme, es posible fingir la muerte de alguien con una excelente preparación —explicó Rebeka mientras observaba el papel con el número de Harry en la mano— te enviaré un mensaje con el nuevo número de Evangeline. Puedes verificarlo por ti mismo, pero sé discreto.

Hubo un momento de silencio, durante el cual Harry parecía procesar la información. Finalmente, su voz volvió a la línea, con un indicio de desconfianza.

—Primero, ¿cómo obtuviste mi número? —preguntó, su sorpresa palpable—  espera... ¿tú enviabas los mensajes? Porque si es así, cortaré esta llamada y entregaré el número a la policía.

Rebeka, con una mezcla de irritación y resignación, contestó.

—No, Harry. Detén tu cabeza por unos segundos —alejó el celular de su oreja para teclear rápidamente— envía un mensaje a ese número.

the auction (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora