VOLVER/ La guardiana y el príncipe Caspian (LCN#2)

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-Kayssa- dije mientras nos dirigíamos a donde estaba el profesor para que me curara

- ¿Qué? - preguntó confundido

-Mi nombre, es Kayssa, se usa como significado de pureza- dije entre jadeos

-Pensé que Oeste era tu nombre- me dijo con una mezcla de confusión y diversión

-Yo igual, hasta que note que Oeste era lo que literalmente era, sería como si a ti te llamara humano en vez de Edmund- expliqué preocupada, antes esta herida ya hubiera sanado, algo no estaba bien, esto no me gustaba en lo absoluto

-Está bien mi niña, Kayssa será- me dijo besando mi frente.

El profesor de Caspian me estaba curando, ya que Lucy estaba demasiado ocupada dándole de su frasco a los narnianos que pudieron escapar, ellos debían ser la prioridad.

-Entonces, por cada rey y por cada reina de Narnia hay un protector- dijo el profesor analizando lo que le contaba acerca de la batalla contra la bruja blanca

-No, hay un protector por cada punto cardinal de Narnia- le repetí sonriendo

-Me parece curioso no haber leído ni escuchado de ustedes antes- dijo mientras con un paño mojado de alcohol me desinfectaba la herida

- ¡Ouch! - me queje cuando sentí en ardor recorrer mi abdomen, Edmund, quien se mantenía a mi lado, me tomo de la mano, dándome permiso para que la apretara

-Entonces borraron a los protectores de la historia de Narnia, pero... ¿Por qué? - pregunto Caspian entrando donde estábamos

-No tengo idea, y me gustaría saberlo- respondí, en cuanto esto terminara me dedicaría a buscar esa respuesta. Lucy entró a el cuarto donde todos estábamos

- ¿Quieres un poco? - dijo Lucy moviendo el frasquito en círculos haciendo brillar el líquido que contenía

-Claro, muchas gracias pequeña- le dije y se acercó a mí, puso una gotita bajo la lengua provocando que un fuerte sabor dulce la inundara y mis energías empezaran a regresar del todo

-Bueno, yo iré a... A...- dijo Caspian tartamudeando, yo ya sabía que iba a buscar a Susan, se notaba a leguas que ambos se gustaban

-A traerme agua- le ayude intentando disimular mi risa - ¡Ah! si, por agua- dijo y salió rápidamente

-No irá por agua ¿Verdad? - preguntó Lucy en un susurro la cual supongo que ya lo sospechaba a lo que yo solo reí al igual que el profesor

- ¿Qué? - pregunto Ed lo cual solo nos hizo reír un poco más, para ese momento la flor ya había surgido efecto completo y la herida que habitaba mi costado empezaba a cerrar lentamente, así que era el momento perfecto para buscar las respuestas que necesitaba.

El príncipe Caspian estaba buscando a Susan, pensó que podría estar en la mesa de piedra así que se fue hacia allá, observo las pinturas de la pared meticulosamente en busca de una pista de por qué los protectores habían sido borrados de la historia de Narnia, ayudar a su amiga a descubrirlo era lo menos que podría hacer después de lo que había sucedido

-Ahora que tus reyes y reinas nos han fallado ¿Te alegras de haber tocado ese cuerno? - le pregunto Nikabrick; no había reproche en la voz del enano, pero había algo en sus ojos, como una chispa de algo parecido al entusiasmo de una esperanza, una muy oscura

-No- dijo Caspian convencido, él sabía que ellos no habían tenido la culpa, pero el aire de superioridad de Peter lo hacía enfadar, vio la pintura de los cuatros reyes y reinas de antaño sentados con coronas en sus cabezas y su vista se apartó rápidamente al ver la figura del rey Pete

-Más de la mitad de tus tropas han muerto y te aseguro que las demás no tardarán en hacerlo, no con ellos aquí- volvió a decir el enano

- ¿Qué buscas? - le preguntó Caspian con cautela

- ¿Quieres la sangre de Miraz? Yo también ¿Quieres un trono? Yo te lo puedo conseguir- dijo Brick, eso que sus ojos transmitían lo empezaron a hacer sus palabras, se escuchaba sediento de aquello que el príncipe podría otorgarle

- ¿Qué quieres? - volvió a preguntar Cas ahora más intrigado, si había otra solución, otra forma de ganar esta guerra él quería saberlo, quería arreglar los errores cometidos. El enano, sin decir nada más, entró a la sala donde estaba la mesa de piedra

-Ya usaste una magia que falló, sin embargo- empezó a decir -Puedes invocar a una mucho más poderosa, tan poderosa que mantuvo a Aslan lejos por más de 100 años, tan poderosa que podría darte aquello que tanto anhelas con solo un chasquido- continuó el enano.

- ¿Te sientes mejor? - preguntó Ed, el profesor se había ido a descansar y Lucy a buscar a sus hermanos

-Si, como nueva- conteste, sin embargo, mi voz salió apagada, cosa que Ed no paso por alto - ¿Qué tienes? -

-Nada solo que... Fue mi culpa- debía decirlo, debía sacar el peso de mi remordimiento - ¿Qué fue tu culpa? - pregunto Ed con voz dulce sentándose a mi lado -Que las tropas murieran, yo dejé que pasara- le dije y el me abrazó y sentí como un par de gotas empezaron a caer por mis ojos.

-No mi niña, tú no sabías que pasaría- me dijo colocando su mano en mi mejilla y secando las pocas lágrimas que habían caído -Pero era mi responsabilidad como Protectora de Nar...- empecé a decir pero Edmund me interrumpió -No, deja de cargar con toda esa responsabilidad, siempre pones a los demás por encima de ti, antes te adjudicaste la responsabilidad de llevar a mis hermanos con Aslan, después te responsabilizaste de mis actos y los años siguientes aunque solo tenías que "protegerme" cuando ya todo era seguro también cuidaste de los demás tanto mis hermanos como los demás protectores y ahora que ellos no están también te quieres adjudicar sus tareas de cuidar a Lucy, Susan, Peter, Caspian, a mí y a todos los narnianos- dijo serio. Él no lo entendía, no podía hacerlo, yo debía proteger Narnia, ese había sido mi propósito todos estos siglos y lo seguiría siendo siempre y cuando empezara a enfocarme. Por solo un momento me permití odiar mi corazón y los sentimientos que me provocaba.

-Es suficiente, ahora es mi turno de cuidarte- agregó

-Pero...- intente explicárselo

-Casémonos- me volvió a interrumpir

- ¿Que? - le pregunté, me había tomado totalmente por sorpresa y había logrado distraerme del remolino de pensamientos que se empezaban a acumular

-Si, cuando todo esto termine hay que casarnos- repitió con total seguridad y confianza en sus palabras

- ¿Sin anillo? - Le pregunte divertida, lo amaba por eso, sabía exactamente qué decir

-El collar será un símbolo de compromiso ¿Te parece? - me preguntó sujetando el dije que hoja

-Claro que sí, mi rey- dije dándole un beso en los labios para después levantarme

- ¿A dónde vas? - preguntó

-Voy por algo de comer ¿Quieres? - le pregunté a lo que el negó con la cabeza y yo salí del cuarto, mi estomago rugía con desesperación. Un pequeño temor empezó a carcomerme.