Mentira Piadosa

Capítulo tres: El plan. Parte 1

— Hola Taylor —. Saludó el recién llegado—. Así qué Emily es tu nombre —. Dijo dirigiéndose a la rubia.

Emily frunció el ceño, todavía sin ver al hombre. ¿Quería saber cómo se llamaba? Miró hacía su castaña amiga. Estaba muuuy sonrojada. Supuso que él había escuchado el comentario de Taylor. Se dio vuelta sorprendiéndose de ver al chico playa enfrente de ella.

— ¿Acaso no me recuerdas Emily?

— ¿Lo conoces? ¿De dónde? ¿Por qué no sabía?

— Taylor, para. Y sólo nos hemos visto una vez, no te emociones —. Habló Emily.

— Mi nombre es...

— Sí, lo sabemos, es Sean —. Lo interrumpió Emily jalando a su amiga del brazo, y apartándola de Sean—. Taylor, no comprendo por qué tanto alboroto por él. No tiene nada de especial —. Murmuró la chica.

La castaña abrió los ojos como platos al escuchar las palabras de su amiga—. ¿Estás de broma? Él es casi perfecto. Y podría ayudarte a superar al id¡ota de Matt de una vez por todas.

Mientras tanto, Sean seguía en el pasillo, con los ojos puestos en ambas chicas. No comprendía por qué Emily lo trataba así, si él no le había hecho nada. Ella le parecía bastante interesante. Era la única chica que lo trataba así de desinteresada,  quizás tenía algo que ver con el pasado. En cambio, las demás se arreglaban el cabello y retocaban su maquillaje cuando veían que él se acercaba. No es que fuera malo, pero eso llegaba a molestarlo a veces.

Emily y Taylor continuaban hablando. Taylor intentaba hacer a su mejor amiga recapacitar. Era una buena oportunidad, el chico era caliente, y definitivamente parecía divertido tambié . Sólo esperaba que su amiga se diera cuenta de eso. Este era el momento para dejar atrás al ¡mbécil de su ex y salir con otros chicos. Sonrió cuando vio una reacción de ella. El rostro de Emily estaba dudoso.

Emily se debatía entre hacerle caso a Taylor, y esperar a Matt. Sabía que Tay tenía razón, y también sabía que sólo quería que ella superara al chico, pero Emily no podía permitirse eso. Dentro de ella tenía la esperanza de que algún día él se diera cuenta de lo felices que eran juntos. Soñaba cada noche con la forma en que le pediría su regreso, y la forma en que ella aceptaría. Pero él ya no la necesitaba, tenía a alguien más en su lugar. Y eso la mataba de celos.

Entonces una idea brotó en su cabeza como lluvia en invierno.

<< ¡Celos, eso es!>>

— Una oportunidad, eso es todo —. Dijo caminando de nuevo hacía Sean.

Taylor sonrió triunfal detrás de ella y la siguió.

***

Emily yacía  sentada con Sean, Taylor, y otros compañeros de clase en una mesa al azar en la hora del almuerzo del día siguiente. Después de tomar la decisión de aceptar al chico arena, Taylor y ella platicaron un poco con él, y al parecer a su amiga sí que le agradaba. Pero había algo en él que no le cuadraba a Emily. No sabía si era porque era casi perfecto lo que tanto le molestaba, pero tenía que tratarlo y comenzar a llevarse bien con él si quería llevar a cabo su idea.

Así que éste era el plan; lograr entablar algún tipo de relación con el nuevo, lo suficientemente llamativa como para captar la atención de Matt. Él pensaría que ya lo había olvidado y volvería a sus brazos. Aparte, él tenía un ego enorme, por lo que no  le agradaría la idea de un chico con más seguidoras que él. Excelente. Ahora el problema sería soportar a Sean.

Emily se dio el tiempo de analizarlo en la cafetería.  Comenzó por sus labios, carnosos y con un toque rosado. Su bronceado resaltaba muy bien con el rubor natural de sus mejillas. Su nariz recta lo hacía ver muy masculino, junto con su mandíbula. Él tenía las facciones afiladas. Llegó a sus ojos, azules como el cielo, tenían destellos color azul zafiro, miraban sonrientes a su amiga  Taylor. Ahora que lo pensaba, él le daba un aire conocido. Siguió observando su belleza, y luego se encontró con su mirada en ella, seguida de una sonrisa coqueta y un guiño.