Ya desde aquel día donde habían salido a escondidas con el menor solo para llegar y ser regañado por el azabache el cual abrazaba al menor sobre-protectoramente.
Habían pasado dos días de aquellos y aun no podía ingresar a su habitación solo porque había dicho algo incorrecto su chico de cabello oscuro lo había echado de esta y lo había mandado a dormir a la otra habitación donde tenían los ataúdes.Aquel día en particular había comenzado todo tranquilo, un ojiverde tomando su desayuno, un rubio durmiendo solitariamente al interior de su ataúd y un azabache dormido en la enorme habitación con una gran cama, si un día tranquilo.
Aunque esa tranquilidad fue rota por una de las sirvientas diciéndole que tenía visita en la sala donde se recibían estas, eso le extraño ya que no conocía a nadie de aquel lugar, fue a despertar al rubio el cual se levantó solo para darse un baño, costumbres humanas que nunca se quitan, solo para bajar unos minutos después con el menor el cual le tenía agarrado de la mano.
En la sala sentada una mujer ya entrada en edad de aspecto serio con un moño apretado, vestía una especia de vestido o túnica color verde y unos lentes puestos. La cual al verlos se levantaría de su asiento recordando inmediatamente la charla que tuvo con Dumbledore.
Flash back.
Un anciano de larga barba el cual comía unos caramelos de limón sentado en el en su oficina mientras se relajaba escuchando el canto de su ave fénix, aunque fue sorprendido por la llegada de la profesora McGonagall la cual le entrego una carta bastante llamativa en su opinión, al recibirla y leerla frunciría el ceño solo para sonreír como de costumbre.
-Estas segura profesora? –dejaría la carta en la mesa observando aquel sobre negro con el cello de cera roja roto, no estaba del todo convencido pero quería asegurarse de que fuese verdad y de ser así debía hacer todo lo posible para que el chico regresara donde sea fácil de manipular.
-Estoy más que segura Albus, el chico Potter se convirtió en protegido de alguien al parecer importante, pero mi pregunta es cómo salió de Inglaterra y llego a Francia- murmuraría mientras se cruzaba de brazos esperando una respuesta del director.
-No tengo una explicación segura de eso profesora, pero si llega ser así debe convencer al joven Potter o al que lo acogió de que vuelva con sus parientes, las protecciones de sangre que dejo Lily al morir le ayudaran a estar a salvo de algún ataque de los mortifagos...-diría con pesar aunque realmente quería al chico Potter totalmente quebrantado y manipulable, si sus parientes hacían un bien trabajo maltratándolo y asiendo que la autoestima estuviera por os suelos eso harían del chico Potter un perfecto títere viéndolo a el como el abuelo benevolente que lo salvo de los maltratos.
Pero al parecer este se había de un destino que el había programado para él y eso algo que no le que totalmente de su agrado.-Eso hare director Dumbledore, si me permito me retirare... debo ir a ver al joven Potter.
Todo por el bien mayor, ese fue el pensamiento del director de Hogwarts.
End flashback.
Y ahora se encontraba en una mansión más grande que la de los Malfoys rodeada por un espeso bosque dándole un aspecto mágico como tétrico, con servidumbre relajada la cual le había sorprendido al tocar el timbre, le había abierto un joven de buen ver, de cabellos negros y ojos carmesí que se presentó como Sebastián con una leve reverencia que parecía tan natural que le sorprendió diciendo que era el mayordomo de la familia y que la atenderían en breve.
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Un nuevo comienzo, una nueva vida.
FanfictionHarry es un pequeño niño maltratado por sus tíos, pero unos particulares vampiros le cambian la vida cuando lo salvan. pasen y descubran su historia...