Capitulo 22: Yugyeom

286 36 15
                                    




Alguien estaba detrás de él, lo sabia perfectamente, sabia que no era casualidad que esa fría y lluviosa noche hubiera alguien más en aquella desolada calle, un escalofrió recorrió su espalda a la darse cuenta demasiado tarde que quizá su vida estuviera corriendo peligro. Supuso que serian aproximadamente las 2 a.m, su mente funcionaba a toda velocidad, sacando conclusiones, buscando respuestas lógicas, o en el peor de los casos, buscando formas de huir.

Sus pasos resonaban sobre la acera, parecían ir al ritmo de sus latidos, formando una armonía con el sonido de las gotas de lluvia al impactar con su chaqueta de cuero; una dulce pero tétrica armonía que no anunciaba nada bueno. Llego a la esquina y torció a la derecha sin mirar atrás, no había avanzado ni 3 metros cuando oyó los pasos detrás de él, seguido de una voz, una voz tan conocida que le produjo tranquilad, pero las palabras que emitió hicieron que su corazón se congelara como si se tratase de la mismísima muerte dictándole su sentencia.

- esta vez no te salvaras Yugyeom...

Él chico se dio media vuelta enfrentándose con su atacante, el rostro de este estaba cubierto por una capucha la cual se encontraba completamente mojada por las fuertes lluvias, algunos cabellos escapaban por los lados y se veían también mojados y despeinados. A simple vista no era nada más que una simple persona, con aspecto frágil y delgado, cubierto por unos pantalones negros y una sudadera con capucha del mismo color. Pero para Yugyeom era mas que una simple persona bajo la lluvia, era su razón de vivir, que ahora se convertiría en la causa de su muerte.

-A que te refieres?- pregunto el asustado joven dando un paso atrás.

El otro no respondió, sino que llevo su mano a la parte de atrás de su pantalón, y con un movimiento hábil abrió un estuche de cuero y retiro un afilado cuchillo de cacería con doble filo. Aún en silencio dio un paso al frente empuñando el cuchillo, al ver que Yugyeom retrocedía esbozó media sonrisa y se detuvo a mitad del siguiente paso.

-no te preocupes, sera rápido.

Sin pensarlo dos veces se hecho a correr lo mas rápido que pudo, inmediatamente su atacante se hecho a correr detrás de él. El miedo dominaba todos sus sentidos, sus piernas iban tan rápido como podían pero de todos modos el les exigía más , oía los pasos detrás de él, cada vez más cerca y más cerca y aún más y más, hasta que los oyó pegados a su espalda, como si sus piernas se fusionaran y corrieran a la par, pero por desgracia la carrera termino allí, porque su asesino se abalanzo sobre él haciéndolo caer de bruces. Yugyeom forcejeo pero fue inútil, quedo tumbado boca arriba sobre la fría acera con la persona que le quitara la vida sentada a horcajadas sobre él, inmovilizándolo con el filo del cuchillo rozándole el cuello. Las frías gotas de lluvia caían sobre su rostro mezclándose con sus lágrimas. No lloraba por el miedo a morir, sino por la persona que lo mataría, pero de todos modos prefería mil veces morir en sus manos que en cualquier otras.

- Adiós Kim Yugyeom.

Una gota cayo sobre su mejilla, e inmediatamente supo que no era una gota de lluvia, sino una lagrima de su atacante. No tuvo tiempo a decir nada ya que el cuchillo se alejo de su cuello para clavarse hasta el mango en su pecho atravesándole el corazón. El oxigeno escapo de sus pulmones, la sangre mancho su preciada chaqueta para luego derramarse hasta el suelo, su asesino se puso de pie y guardo el cuchillo sin quitarle los ojos de encima al chico que agonizaba en suelo. Yugyeom intento decir algo pero las palabras se negaron a salir, su respiración cesó y todo se volvió negro.






































Despertó sobresaltado, con el cuerpo sudado y el rostro empapado en lágrimas, lo perseguía la misma pesadilla desde hacia 8 años, siempre igual, y siempre diferente, algunas veces en una calle, otras en una casa, y en el peor de los casos en un bosque, pero siempre era igual, la misma persona que lo perseguía y lo asesinaba, con un cuchillo, un arma, ahorcándolo, o de cualquier otra forma, siempre era rápido y preciso, luego venia la oscuridad e inmediatamente despertaba tenso y llorando.

-Gyeom, estas bien?

La voz adormilada de Bambam lo sobresaltó. El mayor se sentó en la cama con expresión preocupada, llevo una mano al rostro de Yugyeom intentando tranquilizarlo.

-tuve una pesadilla

Dijo este ultimo en un susurro. Se sentía como un niño que le cuenta a su padre en medio de la noche que tuvo "sueño feo". Bambam se acerco a él arrodillándose en la cama y lo rodeo con sus brazos buscando consolarlo.

-ya cariño, solo fue un sueño, todo esta bien...

Yugyeom se aferro con fuerza al cuerpo del chico, lentamente fue tranquilizándose, su respiración se regularizo y las lagrimas dejar de mojar sus mejillas. Todo parecía volver a la normalidad, el menor estaba dispuesto a contarle sobre sus pesadillas a Bambam, pero toda la repentina tranquilidad se vio interrumpida por el sonido del timbre, ambos miraron la hora, el reloj marcaba las 4:23 a.m, sea quien fuere que estaba en la puerta a esa hora, no parecía traer nada bueno.

Love gives work [yugbam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora