Capítulo 41: Padre e Hijo.

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Me encuentro recibiendo la banda que representaba la Gran alianza shinobi; a mí me había tocado la cuarta división debido a que puedo utilizar ataques a larga distancia con mi Arena.

—____. —sentí un leve golpecito en mi cabeza. Era Temari quien me miraba con una sonrisa, me alegraba que ella este en mi misma unidad; pero me alegraba aun más el que Gaara sea nuestro capitán. —Vayamos a formarnos.

—Nos ha tocado al lado de el Nara. —digo golpeándola con mi codo. Ella se sonrojó, pero de inmediato se puso sería. —Puede que hagan un avanza.

—Estamos a punto de ir a una guerra. —me golpeó. —Compórtate.

—Bien, bien.

—Con un bien basta.

Todos comenzamos a formarnos con nuestra respectiva división; entonces frente a nosotros aparecieron los capitanes a lo que todos comenzaron a gritar de emoción al verlos.

—Gaara es nuestro capitán, pero también dirigirá todas las divisiones. —le hablaba Temari al Nara quien se encontraba a su lado. —Serás el cuarto capitán, pero el sustituto. Hazlo bien.

—Me han puesto una asignación fastidiosa.

Gaara dio un paso al frente siendo visto por todos los que nos encontrábamos ahí; podía oír como algunos ninjas de otras aldeas comenzaban a quejarse sobre Suna y el hecho de que Gaara sea el capitán más joven. Cada ninja de su respectiva aldea comenzaba a quejarse sobre otras aldeas formando así una pelea.

—Para el beneficio del país y de la aldea, a través de las tres guerras anteriores; los shinobis nos hemos odiado y lastimado mutuamente por un largo tiempo. —comenzó hablando Gaara haciendo que los que peleaban se detuvieran. —Y como producto de ese odio que surgió por la búsqueda de poder, nací yo. En el pasado, representaba el odio; el poder y también fui un Jinchuriki. Odié a lo humanos y pensé en destruirlos; es lo mismo que Akatsuki esta tratando de hacer. —realizó una pausa. —¡Pero un solo ninja de Konoha me detuvo!

—Naruto...

—¡Él derramo sus lágrimas por mí, aun siendo su enemigo! ¡Dijo que era su amigo a pesar de que lo lastimé! ¡Él me salvó! —posicionó su mano en su corazón. —¡Entre aquellos que comprenden mutuamente el sufrimiento no hay rencor! ¡Aquí no hay enemigos! ¡Ya que tienen el dolor de haber sido lastimados por Akatsuki! No hay arena...no hay rocas...no hay hojas... no hay neblina...tampoco nubes. Solo y únicamente hay... ¡Shinobi! —colocó su mano hacía un lado. —¡Si aun no pueden perdonar a los de Suna, corten mi cabeza después de la guerra!

—Eso último no lo apruebo. —murmuré.

—¡Quiero proteger este mundo! ¡Soy muy Joven para proteger el mundo solo! —exclamó. —Es por eso... ¡Necesito que me ayuden!

—¡Por supuesto, Gaara-sama!

—¡Gaara-sama!

Todos aclamaban a Gaara, su discurso les había dado confianza y motivación; en verdad has crecido, Gaara.

❇❇❇

Nos encontrábamos esperando al enemigo, según lo que nos dijo la base; algunos fueron revividos por una técnica llamada Edo Tensei. La mitad de nuestra división se fue como refuerzo de la primera división.

—Gaara. —me coloqué a su lado, notando que él estaba utilizando el tercer ojo. —¿Están cerca?

—Sí. —respondió seriamente. —No te gustará lo que vendrá.

—¿Eh?

Gaara no me dijo nada más; vi como el Tsuchikage llegó a nuestro lado.

—No tiene porqué esforzarse hasta este grado.

NO TE HARE DAÑO; Sabaku no Gaara. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora