Mi amigo Archie ata fuertemente los cinturones sobre mi torso y brazos, al tiempo que varias gotas de sudor recorren mi rostro. No voy a negarlo estoy extremadamente nerviosa y conmocionada con las posibles consecuencias de lo que voy hacer, pero sería aún más decepcionante si ni siquiera intento hacer algo. Así que estoy decidida y por algún motivo creo que esta vez funcionará.
—Sé que lo recuerdas todo, pero necesito que me lo repitas —exige Archie a una bastante asustada versión de mí.
Tomo aire para calmar mis nervios.
—El menor contacto posible —rezo sin mirarlo a los ojos—, moverme rápido, verificar la hora, buscar al Capitán Smith, esperar hasta quince minutos antes del evento, actuar.
—Muy bien. Espero ésta sea la buena —me dice sonriente.
—Lo es. —Le aseguro. Después de docenas de pruebas y modificaciones, ya no debería haber fallos.
—Entonces, debes ser fuerte. No sabemos qué consecuencias tendrá esto, ni cuánto durará, ni siquiera si volverás —Toma mi mano—; Millvina, ni siquiera sabemos cómo funciona físicamente.
—Planteamos todas las hipótesis posibles. Estoy preparada Archie.
Archie es un físico increíble pero desconocido por decisión propia; nunca ha querido mostrar al mundo sus proyectos y el hecho de haber validado muchos de ellos; yo soy ingeniera y nos unimos por puntos comunes en nuestros pasados.
Se aleja, dejándome sujetada en la rampa principal de todo el sistema. Cierra la puerta de cristal quedando sola en el vacío. Cierro mis ojos rogando que no suceda una de las hipótesis que tanto horror le tengo, aparecer en algún lugar del océano Atlántico a cientos de metros de profundidad, por no tener las coordenadas correctas en el tiempo correcto.
Después de dos minutos me desvanezco mentalmente, creo que... me duermo.
***
Despierto en un camarote, ¡sí! Increíble lo hicimos, estoy tirada en el piso, un fuerte dolor de cabeza me azota de pronto; curvo mi cuerpo en posición fetal para sentirme mejor, respiro suave y profundamente; después de unos minutos reposando me siento mucho mejor.
Me levanto verificando mi firmeza, estoy bien. Esto es asombroso, el camarote es extremadamente lujoso, le doy gracias a todos los Dioses por no estar congelándome en el agua bajo este barco. Abro la puerta minimalista y empiezo a caminar rápido pero disimuladamente por el pasillo, dos mucamas me pasan a un lado, me saludan muy formales, yo respondo con un simple cabeceo. Omito observar y analizar detalles, y rezo en mi mente las premisas de Archie... "El menor contacto posible, moverme rápido, verificar la hora...". Ok. Buscar un reloj.
Me adentro en el laberinto de pasillos, me siento tentada a preguntar a uno de los tantos caballeros que me cruzo por la hora ya que todos llevan uno colgante es sus bolsillos, pero me retengo, no puedo hablar con nadie.
Mi corazón empieza a bombear muy rápido, el miedo me acosa. Me veo de pronto inmersa en un desfile imparable de elegancia, reconozco la sala de reuniones, donde la primera clase se alimentaba y me viene a la mente inmediatamente James Cameron «El reloj sobre las escaleras.»
Mis pies aceleran el paso hasta que finalmente lo encuentro, es increíble. El parecido es asombroso. Subo las escaleras y verifico la hora: 23:26. Mi tensión se dispara, faltan menos de quince minutos para que el Titanic se estrelle contra el iceberg y ni siquiera estoy cerca de hacer algo al respecto.
«Busca al Capitán Smith.»
¡Mierda! El Capitán de la nave, Edward Smith, ¿cómo lo localizo? por Dios no puedo pensar; no lo diviso en el tumulto de personas que aglomera la sala, termino de subir al siguiente nivel, y me paseo a trote, ¡sí! estoy corriendo, no tengo tiempo. Mil puertas se atraviesan en mi camino; escaleras, más puertas; hasta que finalmente me veo a la intemperie.
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Pedazos de Tiempo
Short StoryQuedan silencios desgarradores en mi conciencia, vacíos incomprensibles que me queman. Agujeros negros que me hacen perderme en la infinita existencia misma. ¿Quién soy? No lo sé. * Recopilación de relatos cortos de diferentes géneros que he es...