Te solté

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No puedo olvidarlo, no puedo quitar de mi mente aquel momento en que tu mano dejó de tocar la mía para que entraras a tu salón de clase; tu tan sonriente anhelabas ir con tus amigos, tu maestra te adoraba tanto como tú a ella, como yo a ti. No puedo olvidarlo.

No puedo creer que al soltarte, no volvería a tocarte. Tu piel delicada que tanto cuidábamos ya no volveré a rozar. No debí, no debí soltar tu mano, no debí hacer tantas cosas; la vida se ha vuelto muy oscura desde que ya no estás. Cinco años no fueron suficientes, definitivamente no lo fueron para ti ni para mí, merecías mucho más. Trato de aferrarme a la mentira, aquella que me hace creer que aun te tengo, pero dos años tampoco son suficientes para olvidar aquel día, ese día que soltamos nuestras manos y ya no volví a escuchar tu hermosa risa.

¿Dónde estarás ahora? ¿Estarás siquiera en algún lugar? Un lugar donde pueda estar segura de volver a verte. Te arrebataron de mi existencia, ¿qué habrá sido de tu existencia? No debí soltar tu mano nunca, pero lo hice. Es mi culpa, no fui la madre que necesitabas, no debí soltarte. No puedo olvidarlo. ¿Quién te alejó de mí? ¿Dónde estás? Vuelve a mí. Te sigo esperando, hijo mío; dime que estás, sí, que estás por allí buscándome como yo a ti. Te encontraré.

#Fin#

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