▪️Capítulo 10▪️

5 0 0
                                    

11 de Noviembre

Afortunadamente no volví a saber nada sobre Carson en las siguientes semanas, lo que me ayudó a superar un poco el haberlo visto después de que las cosas terminaran entre nosotros. Lo que es bueno porque ni él podía arruinar mi día hoy, la cuarta cita con Nick y mejor aún, mi cumpleaños.

El primer cumpleaños que paso lejos de casa.

Claro que Nick sabía que hoy era un día importante para mí, pero de lo que no tenía idea era que hoy me llamaría por mi nombre por primera vez.

Luego de buscar por una semana, había conseguido un empleo sólo fines de semana en una cafetería a unas cuadras de Central Park, así que al terminar mi turno corrí a recoger mis cosas y al salir Nick ya me estaba esperando recargado contra un auto sosteniendo un arreglo con un par de flores preciosas, peonias, esta vez peonias de verdad.

  Me acerqué a él y recibí el arreglo para después darle un abrazo.

-Feliz cumpleaños, Amanda.

El escuchar mi nombre salir de sus labios me provocó una sensación de electricidad recorriendo mi cuerpo y una pizca de alivio, algo dentro de mi por fin cuadró, ahora estaba segura que era feliz.

Me mudé lejos de mi familia, mi relación terminó; pero estoy estudiando lo que quería desde hace tiempo, conocí a Henry, conocí a Nick y mi nueva vida no puede ir mejor que ahora.

-Vuélvelo a decir...- susurré contra su oído.

-Feliz Cumpleaños...?

Me separé de él y negué con la cabeza.

-Todo.

-Feliz Cumpleaños, Amanda.

Digerí el dulce sonido de su voz y permití que me envolviera bajo su brazo mientras caminábamos por las heladas calles.

El plan era ir a cenar junto con Henry, pero él decidió cancelar para que Nick y yo pasáramos la tarde juntos, no sin antes prometer que saldría conmigo luego de hoy. Así que terminamos en un restaurante mucho más elegante de lo que Henry y yo habríamos podido pagar, en una de las azoteas de un edificio en la quinta avenida.

-¿Ya sabes que vas a pedir?

Leí de nuevo toda la carta pero seguía sin saber de que rayos eran los platillos, tenían nombres tan extravagantes que ni siquiera podías darte una idea de que se trataba.

Fruncí el ceño y Nick entendió, por lo que solo le pidió al mesero una botella de vino para que se fuera y nos dejara solos.

-No tengo idea de que pedir.- bufé.- ¿Porque me trajiste aquí?- Solté esta vez lloriqueando.

-Por la vista.- Contestó como si fuera lo más lógico.-¿Que te gustaría comer?

-Bueno, en mi cumpleaños mi mamá suele prepararme pastel de chocolate con helado de vainilla a un lado. Es lo único que me gustaría comer ahora.- Me recargué en la mesa con melancolía al darme cuenta que realmente daría cualquier cosa por una rebanada de pastel preparado por mi mamá.

 Ella no es del tipo de mamá que se la pasa horas cocinando, más bien pasa todo el día trabajando; pero cuando prepara pastel de chocolate todo es diferente, vamos desde temprano al supermercado a comprar los ingredientes, pasamos toda la tarde preparando el pastel y para eso de las 7 de la noche la casa entera se encuentra impregnada de delicioso olor a chocolate. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 08, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora