Capítulo 4: Un día de juego

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Han pasado 2 años desde que conocí a Ranfela, cada vez que venía me ponía muy feliz. Su sonrisa llenaba de felicidad mi corazón y mi vacío desaparecía, estaba enamorado de ella nuevamente.

-Oye ¿Tienes un nuevo juego?

-Juguemos a las escondidas, cierras los ojos y cuentas hasta un número que yo te diga. No se vale usar magia de viento para detectar mi posición

-No sabía que la magia de viento servía también de esa manera

-Lo leí de un libro, un mago que detectaba a sus enemigos con magia de viento

-Bueno, algún día lo aprenderé-Dijo ella mientras sonreía

Bueno, no mentí del todo, ya que algunos hechizos los aprendí desde los libros que le gustaban a Silvia, a ella le gustaban las novelas ligeras, más los de fantasía.

-Bien, el número que te daré es el 100

-Si

Ella cerró sus ojos y comenzó a contar, yo mientras tanto me lancé corriendo alrededor del castillo y pensaba -¿Dónde me puedo ocultar?- Sé que es un lugar espacioso y todo, pero ¿Dónde será comodo como para estar durante horas?

Mientras corría para buscar un lugar dónde encontrarme me encontré a mi hermana menor, ella estaba con unas criadas y ellas jugaban con unos juguetes que pedí cuando salimos al mercado, un mercader se lo regaló a Rasae debido que mi hermana estaba con ella y le pareció una imagen muy bella de una mujer de aspecto frio cuidando tan dulcemente de una niña pequeña. Yo estaba haciendo otra cosa mientras eso pasó, pero al menos pude ver esa escena.

Volviendo al tema, la vi jugando, pero fijó su atención en mí

-Baal, juguemos

-¡Bien! ¡Terminé de contar!

Oh no

-Está bien, ven conmigo

-Yeii

La tomé de la mano y comencé a correr hacia mi habitación, ahí encontré un buen lugar donde esconderme

-Baal ¿Qué estamos haciendo?

-Sólo permanece en silencio para que Ranfela no nos encuentre

-Ok

Estamos ocultos bajo mi propia cama, ya que ahí pongo objetos bajo la misma, así que aunque busque bajo la cama no podrá vernos, detecté a Ranfela por el sonido de sus pasos, está afuera de mi habitación en frente de la puerta.

-¿Dónde estará?

Ranfela busca en mi cofre que está al lado de mi cama, luego explora un poco más mi habitación

-Me dijo que no podía usar mi magia de viento para detectarlo, pero ¿Qué tal la de tierra para tener ayudantes?

-Eso es inj...

-Shhh

Le cubrí la boca con mi mano, porque eso hará que descubra nuestra posición

-¿Qué fue eso? Baal ¿Dónde estás?

¿En serio crees que te lo diré?

-Al menos sé que está en este cuarto

Ella crea unas figuras pequeñas con forma humanoide con tierra que crea a partir de la magia, esto es malo

-Golems, busquen en toda la habitación.

Los golems corrían de aquí a allá, buscando incluso debajo de las piedras, habían algunos que se metían a mi armario y salían con mi ropa que se les había atorado, esto se está poniendo raro, ninguno de ellos ha buscado debajo de la cama a pesar de ser un punto obvio en donde alguien podría ocultarse, salgo un poco para ver mejor la situación, pero me sorprendió lo que vi.

Ira de emperadorWhere stories live. Discover now