6. La casa del pasado

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Ahora mismo me encuentro limpiando la cocina. Yo. Ámbar Smith. Limpiando la cocina. Parezco Cenicienta.

Y es que desde que volví a la mansión, Sharon me tiene limpiando...

Yo ya lo sabía. Sabía que me iba a hacer la vida imposible, pero, ¿Usarme de sirvienta?

Al menos valió la pena aceptar...

*Flashback*

Silvana me hizo pasar. Miré su pequeña sala con atención. Era exactamente el mismo lugar en el que se había grabado el VHS. Veo los lugares exactos en los que estaban ubicadas tanto Silvana como [...].

Volvió de la cocina con unas galletitas, casualmente mis favoritas, y un vaso de jugo natural de naranja. Sonreí.

-Gracias... Me gustan mucho estás galletitas, son mis favoritas.

-Siempre lo fueron...

Empecé a comer, sin saber qué decir, qué preguntar...

Pero ella preguntó primero.

-¿Cómo me encontraste?

-Bueno... Fue una larga historia... Creo que ya sabés que mi madrina me mentía con respecto a mis papás... Bueno... Hace poco menos de un mes... Encontré un VHS... De cuando era chica... Con vos. Entonces... No sé, empecé a investigar, a interesarme... Y bueno, me dí cuenta que eras la misma persona a la que mi madrina llamaba estafadora... Así que la encaré, le pedí tu dirección y acá estoy.

-¿Y así como si nada te la dió?

-No... Bueno... Tuve que negociar... Voy a volver a la mansión.

-Ámbar... Tené cuidado. Sharon es una mujer muy peligrosa. No te das una idea de lo que es capaz...

-Está bien... Pero no vine a hablar de eso... Yo... Quiero saber.

-Entiendo... Yo... Cuando tenía tu edad, tuve un amorío con un hombre un poco mayor... Y se me fue de las manos... Quedé embarazada, te tuve... Tu padre, Justino, se borró... Hasta un par de años después... Reapareció, pidió tu patria potestad... Y el juez se la dió, porque considero que yo no tenía el suficiente poder adquisitivo para darte una vida digna... Y después él... Te... Te vendió. A Sharon...

La miré con los ojos llorosos... No podía creer lo que acababa de escuchar... Sharon no solamente me mintió, sino que me compró como si fuera un pedazo de carne... Me compró para que yo fuera la heredera de su fortuna... Una fortuna que ni siquiera era suya, sino de los Benson...

Fuí solo plata. Tanto para mí padre biológico como para Sharon... Fuí solo dinero.

Sin darme cuenta lloraba como nunca. Los brazos de Silvana me abrazaban acariciando mi espalda... Me reconfortaba...

Las lágrimas comenzaron a cesar... Era increíble cómo Silvana había logrado calmarme...

-Ya está... Ya pasó. Hoy estamos acá, las dos, eso es lo que importa, no el pasado, porque ya no lo podemos cambiar... Pero lo que viene sí... Lo que viene sí podemos cambiarlo, hija, así que no te pongas mal...

Sonreí un poco.

-Gracias... Me hace muy bien escuchar eso... Me hace muy bien saber que puedo contar con vos...

-Por supuesto que podés...

Me sonó la alarma del teléfono.

-Me tengo que ir... Tengo que ir a trabajar.

-... Antes de que te vayas te quiero pedir algo

-...¿Que?

-...Escapate de esa mansión. Es peligroso que sigas ahí. En serio...

Asentí.

-Te prometo que en cuanto pueda me voy a ir de la mansión... Chau...

Nos despedimos y me fuí. Me quedó un sabor amargo, seguía sin entender por qué hacía hincapié en lo peligrosa que era Sharon...

*Fin del flashback*

Sigo luchando con la misma mancha de la mesada hace como quince minutos. Escucho la puerta principal cerrarse. Son Rey y Sharon yéndose.

Estoy sola en la mansión. Luna está en el Roller, y mi madrina le dió el día dado el día libre a Mónica, Miguel, Tino, Cato y Amanda.

Es el momento perfecto. Si me voy ahora nadie lo notará. Voy a mi cuarto y agarro la valija que había llenado cuando me fuí a vivir con los chicos de la Rollerband. Si saqué un par de cosas desde mi llegada a la mansión, pero por lo demás, la valija está absolutamente llena. Me la llevo y escapo por la puerta de servicio, evitando ser filmada por alguna de las cámaras de vigilancia.

Voy al único lugar a donde puedo ir, no quiero volver a molestar a los chicos. Silvana me recibe con una sonrisa en el rostro y esa calidez característica que tiene y me deja instalarme en aquel cuarto en el que dormí los primeros dos años de mi vida.

Luego de organizar lo básico voy a dejar algunas cosas en el baño, ya saben, desodorante, desmaquillante, cosas de higiene femenina, etcétera.

Recuerdo que una vez había leído que ver lo que alguien tiene en su baño te puede decir mucho sobre esa persona. Así que empiezo a revisar lo que tiene guardado. No muchas cosas, solo algunas cosas de higiene, algo de maquillaje, un par de peines, horquillas, un broche y una caja con remedios. Ibuprofeno, Aspirina, antialérgicos... Pero hay uno en específico que me llama la atención. Este es muy fuerte, y es usado en casos de gente que habría sufrido algún traumatismo grave... Tal como lo fue el accidente de [...].

Tal vez ella había vivido acá un tiempo, o venía seguido. Miré la fecha de vencimiento, diciembre del 2003. Viejo. ¿Por qué Silvana conservaba aquel medicamento? Le resté importancia y seguí guardando, aunque por dentro la duda me carcomía cada vez más. Necesitaba averiguar cuánto antes la verdad sobre [...]

-¡Ámbar, la comida está servida!

...Pero antes tenía que comer. No sé piensa bien con el estómago vacío.

Eyes wide open (EC II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora