The Walking Dead (justin bieber y tu)

capitulo 23

-Están locos si creen que dejaré que me toquen -Dije asustado.

-Tranquilo, _____ nos limitara, sabes como es ella -Dijo Chaz.

-Oh -Se quejó Louis.

Suspiré y solté una risa, que voz horrible que tenía... Por Dios, ¿qué demonios me pasó?

Cerré mis ojos, aún sentía los labios de _____ sobre los mios, el calor de su babita mezclandose con la mia, sentía como mi pecho se contraía por los latidos de mi corazón al tenerla cerca, aún sentía sus dedos entrelazados con los mios, por un momento juro haberme sentido... amado.

-Esta cubierta la zona, son muchos, al parecer hay aún de esos malditos caminantes, y bastantes, alrededor de 200, pero si podemos alejarlos, podríamos hasta vivir el resto de nuestras vidas allí! -Sonaba, emocionada- Hasta creo que Justin podría reponerse, no vi bien, pero había algunas camas, ¡por fin dormiríamos con algo de clase! ¿no es genial? -No la vi, pero estaba segura de que sonreía.

-No te ilusiones mucho, aún nos resta ver la zona, si no hay caminantes y por si acaso, si no esta infestado... -Dijo Chaz.

-Oh, mirala, le brillan los ojitos, no hagas que sus esperanzas decaigan -Dijo Louis.

-Cambiando de tema -Dijo ella algo incómoda- ¿Cómo está el chico exploción?

-Está mejor, se despertó hace un rato, creemos que tiene una costilla rota -Dijo Louis- Quizas podamos abrir su torax y fijarnos.

-Estás loco -Rió- iré con él

-Iremos a ver el lugar, llevaré tu mochila -Dijo Chaz.

-Bien -Dijo ella como un saludo.

Oí sus pasos, acercándose, una oleada de calor llegó a mi, estaba sentado contra una pared, no sé donde demonios estaba... Miré hacia adelante y allí estaba parada, le sonreí.

-¿Cómo te sientes? -Se sentó a mi lado.

-Adolorido -Dije con mi espantosa voz.

-Lo siento -Colocó su mano sobre la mía.

-¿Por qué? -Casi no sonó, estúpida garganta afónica.

-Fue mi culpa -Suspiró molesta- si tan solo...

-¿Qué pasó?

-Pues, hice lo que dijiste, pero, Chaz se asustó demasiado al saber que tantos caminantes venían hacia nosotros, y arrojó una bola azul, los caminantes se dirigieron hacia ella, y me llevó corriendo hacia afuera; luego, explotó y tu, aún estabas adentro -Se quejó- si tan solo hubiera... no lo sé, le hubiera dicho a Chaz que tu seguías adentro, o, algo ¡USH! Debes odiarme

-Ya pasó -Sonreí como pude- no estoy enojado, ni te odio.

-¿Qué te duele? -Dijo con la mirada baja.

-Todo, pero aquí más que nada -Señalé mi costilla izquierda.

-¿Puedo... ver?

-¿Qué?

La niña estaba loca, hace que explote el lugar, me quiebro hasta la oreja y quiere ver mis heridas... Para lo cual debería levantar mi remera (o lo que quedaba de ella, que dejaba al descubierto parte de mi pecho y espalda), y sabiendo como es ella, seguramente terminará rompiéndola y yo tendré que ir por la vida portando solo un pantalón.

Continuará...