─Me gusta tu sonrisa.
Sentado en la silla frente a él, Wonwoo le sonrió. Un gesto amplio, sincero y tal vez un poco nostálgico. Mingyu, como siempre le ocurría con el azabache, se perdió en los frunces de su nariz y admiró – oh, cuanto lo había extrañado –los ojos filosos que desaparecían por sonreír.
─Dile algo más que te guste de él, Mingyu. –Yoon Jeonghan, su psicólogo, intervino con una voz suave y conciliadora. El moreno asintió, y rebuscó en el hombre frente a él que tanto había amado los detalles que lo hicieron caer.
─Nos conocimos en la biblioteca, ¿recuerdas? –Wonwoo se cubrió la boca, sofocando una risa y Mingyu volvió a ese primer día donde no tenía ni la más mínima idea de cuán importante sería el chico para él. –La única vez que entré ahí y me encontré contigo. Estaba tan molesto, porque el idiota de Seungcheol me había echado de nuestro apartamento para tener un momento a solas con Jisoo, y tú tocaste mi mesa, pidiéndome silencio y un "los gruñidos también distraen, por favor calla". Y vaya, eras tan hermoso.
─Ese día también me lo dijiste, aunque por el sonrojo supuse que lo habías pensado en voz alta. –Agregó el chico, aún sonriente y con un gesto de altanería.
Mingyu lo recordaba. Estaba tan concentrado en maldecir a su compañero de habitación y el novio de este que, al escuchar un knock knock en su mesa, se dio cuenta que había mirado a su computadora por varios minutos y no recordaba nada de la materia que leyó durante ese rato. Al buscar el origen del ruido, se encontró con el chico más atractivo que jamás había visto. Y, por la sonrisa arrogante que este le dio antes de hablar, supo que de nuevo pensó en voz alta.
Fue vergonzoso, pero era algo común para Kim Mingyu. Su último novio, Minghao, le había terminado porque Min, eres guapo pero te la pasas murmurando para ti mismo y es bastante aterrador; lo cual era bastante hipócrita de su parte ya que cuando apenas empezaban a salir, el chino le aseguró que esa manía era demasiado adorable.
Sin embargo, Wonwoo nunca dejó de creer que ese nivel de torpeza en el moreno era digno de mil besos. Te quita el aire de chico malo que tu altura te da por default, Gyu, era su burla cada vez que Mingyu decía algo que se supone no debía salir de los rincones de su mente.
─Tú también tenías tus propios tics. –Agregó, fingiendo un ceño fruncido que se convirtió en una sonrisa triste antes de continuar. –Hacías los mismos gestos que los personajes de tus libros cuando leías y arrugabas la nariz al concentrarte. Aunque todos ellos me gustaban, y tú lo sabías demasiado bien, ¿no es así?
Claro que Wonwoo lo sabía. Nunca lo hacía a propósito, pero cuando se encontraba haciendo alguna de sus manías y Mingyu estaba cerca, le guiñaba un ojo para luego romper en carcajadas; porque el moreno prácticamente babeaba por todo el suelo. Después le seguía una lucha de cosquillas que era ahogada por sus labios sobre los del otro, y pasaban eternidades probando los sabores de su amor.
─Tal vez fue toda esa felicidad tan apresurada la que nos jodió, ¿no lo crees? –No quería mirar a su izquierda, donde el psicólogo Yoon lo observaba en silencio; midiéndolo, escuchándolo. Quería mentirse que, por ser profesional, el hombre no lo juzgaría; pero sabía mejor que eso así que buscó los ojos cafés de su ex novio y se perdió en ellos, rogando por la calma que lo invadía cada vez que el azabache le cantaba. Cuando eran felices y nada les hacía falta. –Mudarnos juntos fue un error, pero me fascinaba despertar contigo a mi lado. Me cegué tanto por el momento que olvidé que debíamos cuidar nuestro futuro también. Y tú también te diste cuenta. Ahí, en el hogar que compartíamos, comprendimos muy tarde que lo hicimos todo muy rápido, que condenamos nuestro amor al fracaso.
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Cuando estés • MEANIE •
Fanfic«Mingyu solo quiere una oportunidad más. Hablarle otra vez, darle las gracias y culparle por el dolor.» Pareja: Meanie (Mingyu x Wonwoo). Género: angst, psicológico. Advertencia: muerte de un personaje. HISTORIA PROPIA. Prohibidas las adaptaciones p...