Kevin Trapp

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-¡Que no quiero ir Ney!-
-¡Vale, ya basta!-
-¡QUE NOOO!- dije
Luego me tiré al suelo, si, al suelo.
-No, por favor- dijo Ney cubriendobsu cara -Mira, si vas te compro un bolso Gucci -
En cuanto termino de decir eso me levanté y acomode mi ropa y cabello.
-¿A donde dices que vamos, cariño?- le dije
-¡Uy, eres una interesada- me dijo
-¡Obvio! -

Llegamos a una casa, a una fiesta.
-¡Ney!-
-¡Kevin! -
Llego Kevin y lo abrazo.
-Mira, aqui está Vale - dijo Ney muy insistente
-Hola Vale - dijo Kevin
Ese hombre me encantaba y mucho y creo yo a el también.
-Hola Kevin - le dije
Me saludó de beso y nos quedamos unos segundos mirandonos.
-Bueno, pásen amigos - dijo Kevin
Entramos, más bien, salimos al enorme jardin, tenía una gran alberca con mucha gente, había varios del PSG y no pueden faltar las mujeres resbalosas. Había una que otra con ellos y otras luciéndose, nada nuevo.
-Ney, no me traje ropa para la alberca - le dije
-Lo mejor de todo esto  es  que yo pienso en eso - dijo 
De  su mochila sacó un traje de baño para mi... ¡Ay, mi Ney! ¿Que haría sin tí?
Luego de un rato, luego de miraditas con Kevin y algunas resbalosas me fuí a servir otro trago, lo terminé y senti que me cargaron.
-¡No Kevin! -
-Te toca meterte - dijo con paso acelerado
Me llevaba en su hombro, yo sentía que me iba a caer antes de que me arrojara a la alberca, pero no fué así.
-¿Qué te pasa?- le pregunté a Kevin limpiando mi cara con las manos.
Él sólo rio
-Kevin, casi me ahogo - le dije riendo
Seguimos en la alberca, se fué oscurenciendo y por ende unos se empezaron a retirar quedando unos cuántos. Ney y los demás estaban en la sala de juegos cuya entrada daba hacia la terraza y a la alberca.
Yo platicaba con Kevin, estaba muy pegado a mí y de vez en cuando me tocaba la cara, no lo niego, me encanataba que hiciera eso.
-Val... Quiero decirte algo -
-Dime -
Lo sabía, sabía lo que me iba a decir. Kevin se puso muy nerviso, se puso rojísimo.
-Valeria, ojalá y esto no arruine nuestra amistad... -
-Kevin ¿a qué te refieres?-
En cuanto terminé de decir eso, Kevin ya estaba besándome. Había esperado por ese beso y fué tal cuál como imaginé. Kevin me besaba con tal delicadeza que me hacía estremecer. ¡Ay Kevin!
Se separó un poco y me dió un piquito...

Continuará...

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