Capítulo 5

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Zoey

El día después de que me hubiera encontrado con William, decidí que lo mejor sería no ir por un tiempo al bosque. No quería volver a encontrarme con él, a pesar de que oliera tan bien. Dios mío si no olía bien el condenado...uff. Tenía que abanicarme de los calores que me entraban, no sé que tenía pero desde que me tocó la mano, cuando pensaba en él (y es todo el tiempo) sentía como si lo tuviera pegado a mi, era como si pudiera olerlo, como si aún sintiera su mano áspera en la mía.

Pasé todo el día en el trabajo pensando en él, no entendía porqué no podía quitármelo de la cabeza.

"¿Será porque es nuestra pareja?"

"Calla conciencia".

Lo que me faltaba, tener una conciencia con mente propia.

"No soy tu conciencia, lerda"

"¿Como que lerda? No me insultes conciencia estúpida"

"¿A quién llamas...

- ¿Zoey estás bien? -me preguntó mi jefe.

- Sí, claro ¿por qué?

- Bueno... igual porque estas aplastando esas gasas con todas tus fuerzas y tienes cara de cabreada.

- Oh, lo siento -solté las gasas en su sitio- No me di cuenta de que las estaba apretando, perdón.

- No pasa nada, no les haces daño, peor sería que estuvieras apretando la pata de uno de los animales que atendemos aquí.

- Bueno, si fuera así creo que en este momento ya tendría un mordisco.

- Cierto, ¿y no queremos eso, verdad? -preguntó con una sonrisa seductora.

- No señor, y a mi novio seguro que tampoco le haría gracias -es mentira, no tenía novio, pero algo tenía que decir para pararle los pies. ¿No creés?

- ¿Novio? ¿Desde cuándo tienes novio? -parecía bastante molesto.

- Desde que me pidió que fuera su novia -miré el reloj para ver si ya era hora de irme- Anda mira, ya es hora de que me vaya, hasta mañana jefe.

- Hasta mañana.

Y con eso salí pitando de ahí antes de que a mi "querido jefe" (véase el sarcasmo) se le ocurriera alguna otra manera de coquetear conmigo.

Mi jefe me tenía echado el ojo desde el primer momento en el que entré a trabajar (hacer prácticas) para él, a pesar de todas las veces que lo rechacé (y fueron bastantes) no se daba por vencido. Esperaba que ahora que le había dicho que tenía novio por fin se diera por enterado, que ya iba siendo hora creía yo.

Iba caminando por la calle dirección a mi casa, pero la verdad es que no tenía ningunas ganas de irme a ella, tenía tantas ganas de volver al bosque... pero no podía, no quería encontrarme con William otra vez.

"Vete, vete, vete"

"No"

"Sí"

"He dicho que no"

"Y yo digo que sí"

"Callate"

"No quiero"

"Pues vete queriendo"

"Obligame"

"Que me dejes pesada"

"Pesada eh, ¿no se te ocurre nada mejor?"

"Lerda"

Las Flores de ÍrestaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora