Capítulo 6

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Zoey

Tenía los ojos cerrados, no sabía dónde coño estaba, lo único que sabía era que alguien me llevaba en sus brazos. Supuse que era el que hizo que la furgoneta se descontrolara, el que me sacó de ahí, y el que por lo tanto, me salvó de mi secuestrador.

No podía abrir los ojos, por mucho que lo intentara no era capaz y eso me jodía, quería saber donde estaba, quien me llevaba y adónde íbamos.

- Tranquila, no te haré daño -me aseguró mi salvador.

Sonaba como si tuviera una tela tapando la boca, pero esa manera de hablar, ese acento me sonaba, pero no conseguía saber de donde. Ojalá pudiera despertarme de una vez, oía como subía unos escalones.

- Abre la puerta.

¿Con quién hablaba? Nadie le contestó, pero oí como abrían una cerradura. Entramos a dentro donde sea que estábamos y empezó a subir unas escaleras conmigo aún en los brazos.

«¿A dónde me lleva? ¿Acaso me va hacer daño? Ay dios que de esta no salgo, por favor Diosito yo sé que no hablo mucho contigo, de verdad que lo siento pero no dejes que me maten vale, haré lo que quieras, ¿Quieres que vaya por la ciudad desnuda? Lo haré, lo jurito por Jesusito. Verdad de la buena», «¡Ay dios! ¿qué va hacer conmigo? Oh, ¿Esto que siento es una cama? Me ha dejado en una cama, entonces no me va a matar, ¿Verdad? ¡Que alguien me diga algo por Jesusito Superstar!», pensé.

- Descansa, y recuerda Zoey, no dejes que nadie la encuentre -noté como me apartaba el pelo de la cara- Nos volveremos a ver, adiós.

Y con eso oí como se iba, no sabía donde estaba, no sabía quien era mi salvador y no tenía ni puñetera idea de qué era lo que no podía dejar que encontraran.

Lo único que sí sabía, era que iba a tener que ir por la ciudad en pelotas porque se lo juré a Diosito si no dejaba que me mataran. ¡Mierda!

La cama me pareció tan cómoda que pronto entré en un sueño profundo.

★★★★

El Salvador


No sabía si Zoey se daría cuenta de lo que le hablé, tan siquera si me escuchó cuando le dije que no dejara que la encontraran.

- ¿Creés que estará bien? -preguntó mi amigo, el me ayudó a encontrarla.

- Sí, es una chica fuerte -lo miré- Solo espero que se proteja.

- ¿Y si no sabe que tiene que protegerse?

- Recemos para que sepa estar segura.

- Sí, recemos.

Seguimos fuera de la casa, vigilando el descanso de Zoey.

★★★★

Zoey

Cuando me desperté miré a mi alrededor a ver donde estaba, era mi habitación gracias a dios. Miré el reloj y eran las 05:47 de la madrugada, me levanté de la cama y fui al cuarto de baño. Me observé en el espejo y vi que tenía un pequeño golpe en la frente, me metí en la ducha para lavarme toda la suciedad del día anterior y luego me puse unos vaqueros negros y una blusa de color verde.

Mientras desayunaba algo, me acordé de lo que me dijo mi salvador. ¿Qué era esa cosa que tenía que impedir que la encontraran? No tenía ni idea, no sabía que podía ser y porqué tan siquiera lo tenía si era tan importante. ¿Sería por eso que me secuestro ese hombre? No tenía ni idea.

Las Flores de ÍrestaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora