Flores. [Shigaraki Tomura | BNHA]

I

El sonido del agua cayendo y la radio entonizada fueron lo único que pudo escuchar Tomura al entrar al lugar. Desde la entrada hasta el final del local se podían ver y reconocer un sinfín de bellas y delicadas flores, cada una con su belleza natural. 

Asqueado por la vista tan llamativa, el de cabellos claros decidió dar marcha atrás y devolverse por donde había entrado. Ni siquiera sabía porqué estaba allí.

Tomó la perilla de la puerta con cuatro de los cinco dedos. Antes de poder hacer otro movimiento, una voz femenina lo llamó desde el fondo de ese lugar, al parecer desde la bodega.

ㅡDisculpe la demora, estaba arreglando unas cosas atrás.

Una joven salió detrás de la pequeña puerta corrediza que se encontraba al final de la tienda, acercándose a él. Se notaba que había estado trabajando con tierra, sus manos estaban sucias al igual que su delantal floreado. 

Se sacudió las manos en sus ropas posando su mirada en el que ella creía era un cliente.
En el transcurso del día no habían ido más que solo dos clientes, un chico de cabello bicolor y una señora de mayor edad. 

El chico miro con recelo a la joven dependienta, levantó la cabeza en altanería mientras la observaba.

ㅡNo necesito nada de ti ㅡmasculló violento.

La chica lo miró unos segundos antes de sonreír y mirarlo divertida.

ㅡEntonces, ¿por qué estás aquí?

El chico se paralizó ante la pregunta, pero su mirada cambió a una de repugnancia y enojo.
ㅡNo es de tu incumbencia ㅡdijo. La chica se rió ante su respuesta.

ㅡNo seas tímido. Si entraste es por algo, ¿No?

Ante la negativa de Shigaraki, la chica lo tomó de los hombros empujándolo desde atrás hasta adentrarse más a la tienda. Desde la entrada ya se notaba la diversidad de flores que tenía el local, pero mientras más te acercabas, más y más flores se encontraban. 

ㅡTenemos diferentes variedades para todo tipo de ocasión. ㅡEmpezó a explicar.

«Tenemos ramos para decoración de interiores, exteriores; hacemos arreglos florales para funerales, ocasiones especiales; o puede que quieras algo para alguien, un familiar, un amigo, una pareja...»

Tomura la miró desconcertado por tanta palabrería y más por lo último dicho. Desvió la mirada manteniendo un sentimiento neutral. La chica lo miró sonriendo, como siempre.

ㅡNo necesito nada, déjame ir. 

ㅡVaya, pero que testarudo eres. ㅡLa dependienta infló los mofletes para luego sonreír de nuevoㅡ. Pero si te quieres ir, está bien. Siempre estaré aquí.

Tomura caminó hasta la salida, no iba a perder su tiempo allí. Antes de salir, giró su cabeza para ver detrás de él, pero al ver bien a su alrededor pudo notar algo extraño. Había visto una flor gris entre todas las rosas que se encontraban a un lado. Ante la mirada de la chica, alcanzó la flor.

ㅡCreo que se parece a ti ㅡPensó en voz alta la chica.

El chico la miró desafiante, ella sólo río.

ㅡNo te conozco, pero al igual que la flor tienes una sensación de tristeza ㅡdecía mientras tocaba la florㅡ. Pero gracias a eso, destaca en tantas flores iguales, como tú.

Lo único que pudo pensar Tomura sobre eso, era que ella estaba loca.  

×××

ㅡNo ha dejado de ver esa flor desde que volvió de ese lugar. ㅡexpresó Kurogiriㅡ. Y eso fue hace tres días.

No tuvo respuesta alguno del chico, estaba tan concentrado en la belleza de esa extraña flor gris, que todo lo demás era ruido molesto. La flor tenía un brillo particular, tal como dijo la muchacha loca.

ㅡAún no entiendo cómo llegó a ese lugar. ㅡTomura dejó de observar la flor para centrarse en el humo negro que era su compañero.

ㅡNo sé.

ㅡMmm... ㅡKurogiri miró sospechoso a su compañero y presunto jefe, no estaba de acuerdo con esa respuesta, pero no iba a preguntar más.

Kurogiri dejó a su compañero solo en la barra mientras él haría otras cosas, no lo iba a molestar en sus pensamientos. El chico se quedó solo aún mirando la flor, ¿cómo se habían tergiversado las cosas?

"ㅡ¿Te la quieres llevar?ㅡdecía la chica mientras tomaba completamente la florㅡ. Es una especie híbrida que creé hace poco.

Tomura la miró intrigado.

ㅡTengo la habilidad de controlar todo lo relacionado con las plantas, su organismo y su sentir. ㅡTerminó de decir para luego irse al mostrador al fondo de la tienda. Tomura le siguió.

La dependienta se puso atrás del mesón agachándose para tomar un papel, envolver la flor y que no le pasase nada de camino a su nuevo hogar. Cuando ya terminó con el pequeño arreglo, la chica le devolvió la flor a Tomura.

ㅡEspero la cuides, ella está muy feliz de que alguien la eligiera.ㅡSonrió, Tomura solo mantuvo su mirada neutra en la florㅡ. Te la puedes llevar, tómalo como una moneda de cambio.

ㅡ¿Moneda de cambio? ㅡAhora el chico posó su mirada en los ojos de la joven.

ㅡNo te cobraré nada. ㅡPausó y volvió a hablarㅡ. Solo si me prometes volver, ¿trato?

Tomura lo único que podía hacer era asentir; nadie había sido tan amable con él, y eso le irritaba un poco.

ㅡY dime, ¿cuál es el nombre de mi cliente estrella? ㅡLa chica lo único que hizo fue reír. 

ㅡShigaraki...ㅡArrastró la palabra con voz ásperaㅡ ...Tomura.

ㅡBueno, Shigaraki. ㅡEl chico hizo una muecaㅡ. Espero verte pronto, o sino las plantas me dirán dónde te encuentras.ㅡSe burló.

Después de eso, el chico solo se fue sin decir nada."

Después de pensar todo el tiempo mientras veía la flor, decidió por fin que hacer. Ante todo ese tiempo, la media sombra ya se encontraba de nuevo en su puesto detrás de la barra. 

ㅡOye, Kurogiri, ㅡEl nombrado prestó atenciónㅡ, voy a salir.

El villano se levantó del taburete dejando la flor encima del mesón, caminó hacía la puerta del bar para poder salir e ir a su destino.

ㅡ¿A dónde va? ㅡTomura se detuvo antes de irse, sin mirar a su compañero.

ㅡA concretar un trato.

  ×××

La campana nueva de la florería había sonado. La chica estaba regando algunas plantas posadas en las vitrinas, y al escuchar la campana se dio la vuelta para saludar a su nuevo cliente. Pero cuando se dio vuelta completamente, se sorprendió.

ㅡBuenos días, Shigaraki-kun. ㅡLa chica le sonrió como la primera vezㅡ. O podría decir... cliente estrella.

Tomura no sabía porqué estaba allí, de nuevo. Podría de lo más bien haber hecho caso omiso del trato que tenía con la chica al frente de él, pero algo le decía que fuera. Y eso le irritaba.

Esa mujer le irritaba, pero de una buena manera.