Una semana. Ya había pasado una estúpida semana y el vídeo seguía circulando.En los últimos días mi facebook se convirtió en una revolución de mensajes y solicitudes. Ya habían llegado a mí, y al parecer a toda la población nacional, el video, el gif e incluso el meme que crearon de mí vomitando.
“¿Acaso no aman la era de la tecnología?” nótese el sarcasmo de Sirya.
Cualquier aula o habitación a la que entraba en la preparatoria, pronto se convertía en un hervidero de murmullos y risas muy mal disimuladas.
“Siempre quise ser famosa en las redes... Ya comprendo eso de: Cuidado con lo que deseas”
— ¡Cuidado con la chica vómito! — Grito un chico a penas entré al salón de clases. Y todos soltaron carcajadas.
Si las miradas mataran, juro que sus amigos ya estarían comenzando la búsqueda de las esferas de dragón para revivirlo.
Simplemente lo ignore y me fui a sentar al final de la clase, el profesor aún no llegaba. Solo una clase más y llegaría el fin de semana.
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Al fin sonó la campana y salí como alma que lleva el diablo, rumbo a la parada de autobús. Necesitaba librarme de tanto idiota adolescente.
“Tú eres una idiota adolescente”
Pero yo soy más cool.
“Claro, tenemos un vídeo que lo demuestra”
¿Y tu de que jodido lado estas?
Increíblemente el autobús estaba en la parada, no tendría que esperar. Al fin la suerte me sonreía.
Me subí, le pague al chofer y me deje caer en uno de los asientos vacíos. Había sido una semana horriblemente larga y llena de exámenes. Sin contar el estrés del vídeo.
Necesitaba mi frappe de oreo de recompensa, pero me prometí a mi misma no volver a pisar Frappys en la vida.
“Podríamos ir con lentes oscuros y gorra... Ya sabes de encubierto”
¿Estas de broma?
“¡Necesitó chocolate y dulce para vivir!”
— Lo sé, yo también quiero el estúpido frappe.— susurré.
Deje caer mi cabeza contra la ventana y cerré mis ojos. Y no pude evitar volver a rememorar el “Fatídico día.” Así lo nombraron mis amigos.
Se me vino a la mente “el chico vómito”. Debe odiarme. Yo me odiaría. Esa es una de las razones por las que decidí no volver a Frappys, ¿Quién me aseguraba que no escupiera en mi frappe? Yo lo haría.Antes de vomitar lo había mirado directo a la cara y en el vídeo se veía alto, simpático, moreno y de ojos claros...
“Controla las hormonas”
El asiento a mi lado se hundió. Ya nos habíamos detenido dos veces, la próxima parada era la mía.
Al abrir los ojos y mirar a mi acompañante mi respiración se cortó. Él... Él estaba allí sentado, viéndome fijamente, vi a los lados y aún quedaban puestos vacíos, se había sentado allí por gusto. Me había reconocido.
“Hasta aquí llegamos. Ya le dijiste a los chicos que queremos que entierren a Neru con nosotras ¿No?”
No seas dramática, no sabemos si quiera si esta enojado.
“Pues miralo, cualquier cosa pega un grito y muerdelo”
Levanté la vista. Y no, realmente el chico no se veía enojado, se veía buenísimo. No pude evitar recorrerlo con la mirada.
Labios gruesos y rosados, ojos claros que contrastan con su piel bronceada, delgado. Con un suéter que le quedaba para comérselo. De repente sonrió y sus ojos mostraron un brillo de diversión, que provocó un brinco de mi pobre corazón.
“Cierra la boca Dagna”
¡Pero si tu estas igual!
“Él no me ve”
Y como un reflejo cerré la boca de golpe, mordiéndome la lengua en el proceso. Me quejé, él chico a mi lado se llevó una mano a la boca para contener la risa. Me sentí enrojecer.
“De todos los que pudimos vomitar... ¿No podía ser un chico feo? No es que el feo se lo mereciera, pero ¡joder! A él no lo quiero vomitar, a él me lo quiero comer.”
¿Quién es la adolescente hormonal ahora?
“Tenemos 17, somos puras hormonas. Además, tú fuiste la que babio el bolso”
Baje la mirada al bolso y Sirya tenía razón, una gota de baba estaba marcada en el morral.
— Matenme ahora...— Susurré.
Él se aclaró la garganta llamando mi atención.
— Mucho gusto. — Tenia una voz suave. — Soy Kyle.
Extendió su mano hacía mí. Me le quede viendo, hasta que me di cuenta que tenía que responder.
— Dagna, un placer.
Tomó mi mano y lentamente se la llevó a su boca y la beso. Y vaya que ahora entendía a las personas que decían que no eran mariposas, que eran elefantes. Y es que realmente así se sentían. Mi mejillas se sentían calientes y estaba segura de que parecía un tomate en estos momentos.
“Ok, ¿Podemos quedarnoslo? ¿Podemos? ¿Podemos? Lo secuestramos y encerramos en la habitación... Y quizás debamos deshacernos del suéter, no está haciendo frío, casi es verano... Tendremos que comprar unas esposas... Obvio dormirá en la cama…”
Cerré los ojos con fuerza, si ella no dejaba de divagar me daría un dolor de cabeza. Abrí los ojos y allí estaban, unos atentos y claros ojos observándome.
— Así que... — Kyle comenzó pero se calló al instante.
Espere a ver si continuaba y como vio que no diría nada, así lo hizo.
— ¿Qué tal se siente ser la nueva sensación de las redes sociales?—. dijo sacando su teléfono — Eres tan famosa que hasta te tengo de fondo de pantalla.
Y por un momento juro que hasta me emocione, hasta que vi su teléfono. Y sí, efectivamente yo era su fondo de pantalla. Era la imagen que habían utilizado para el meme, en donde se apreciaba cómo el líquido comenzaba a salir de mi boca.
Por primera vez en mi vida era el fondo de pantalla de alguien y tenía que ser con esa foto.
“Ya va, espera. Me perdí. ¿Nos lo quedaremos o no?”
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Vomitando Corazones #VzlaAwards2017
Short StoryTodos sabemos que el enamoramiento tiene síntomas: El corazón late rápido, las manos te sudan, no puedes pensar con claridad y el más común y popular de todos, mariposas en el estomago. ¿Qué pasaría si no sólo sintieras mariposas? ¿Y si el síntoma...