Cassandra Evans odia a Sean Cole.
Eso no es un secreto para nadie pero ¿Por qué?
Nadie sabe el origen, solo que para la noche a la mañana ya se odiaban existen algunos rumores en los pasillos del Instituto Crown pero son solo eso, rumores.
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Me dirigí a los vestidores de la cancha, me cambié y me coloque el uniforme de la práctica qué consistía en una camisa blanca con una corona pequeña al lado izquierdo, el logo del instituto y un short azul.
«¡Vamos, puedes hacerlo!»
Salí y lo primero que veo son todas las chicas reunidas con la entrenadora, primer día y llegó tardé.
«La salida es a la derecha, corre»
—¡Muy bien chicas estiren el cuerpo que jugaremos voleibol!—exclamó la entrenadora con un silbato.
Me acerqué a pasó de tortuga.
Suspire «Aquí vamos» —Soy Cassandra Evans, soy la chica de respaldó.
—Llegas tardé.— se volteó mirándome fijamente —Aquí vamos a jugar cómo todas las demás qué seas alguien de respaldo no significa que no tengas que hacer nada, practicarás cómo todas, sudaras cómo todas y entrenaras como todas, ¡¿Estamos claro?!—grita.
—Sí.
—¡No te escuché, ¿Estamos claro?!—grita.
—SI—dije más fuerte.
«Houston, tenemos un problema»
—Harás Díez vueltas por todo el campo—sonríe.
Asiento y comienzo a correr miró a mi alrededor las chicas corren como sí fuera lo más normal del mundo, esto fue una mala idea.Soy pésima para los deportes por algo siempre me mantuve alejada de ellos.
«Sólo necesitas más práctica»
Comienzo a correr más rápido o eso intentó y claro no pasamos desapercibidas por el sexo opuesto, los chicos nos miran algunos silban y otros solo suspiran mientras pasamos. Las chicas no se quedan atrás la mitad llevan la camisa más arriba del ombligo amarrada con un nudo improvisado.
Una chica corre al lado mío al parecer está cansada por que respira fuerte igual que yo.
Hace una mueca—las misma que tú, también llegué tardé—aclara.
—La entrenadora me odia.
—Ella no te odia solo está preocupada por el juego del lunes, comenzó la temporada de partidos y justamente Lucy se lesionó la pierna la semana pasada nos falta una jugadora importante y ella lo nota y eso la pone de nervios—dice.
Siento un par de ojos clavados en mi espalda así qué volteó no era cualquier par de ojos eran de Cole regresó mí mirada al frente ¿Por qué me está mirando? Inconsciente me lleve mi mano al frente y para mi mala suerte me tropiezo con una piedra en mí camino.
Hago una mueca de dolor al ver mis rodillas y manos «Estúpido cole, estúpida entrenadora, estúpidos todos».
Mis ojos viajan adonde Cole tenía una sonrisa burlona en la cara «idiota» nuestros ojos se encuentra por un momento y deja de sonreír.
—¿Estás bien?—pregunta Olivia.
«No»pero eso no lo digo.
Sonreí—Si, solo son unos raspones.
Olivia asiente.
—¿Estás bien?—pregunta otra voz.
—Si—responde rápidamente Olivia por mí.
Me levantó pero siento una manos en mi cintura tratando de ayudar saltó por el contactó desprevenido.
—Lo siento, me llamó Connor—dice.
Sonrío—Cassie—digo estrechando su mano.
Aleja sus manos de mi cintura—Deberías...
—¡Evans!—exclamó la entrenadora—¿Estás bien?.
—Si—contesta al mismo tiempo Connor y Olivia.
—Deberías ir a la enfermería—dice la entrenadora tocando mis manos, voy a decir algo —es una orden Evans—y se aleja.
Connor sonríe—¿Te acompaño..?—lo interrumpo.
—Gracias pero puedo sola.
Me despido y comienzo a caminar en dirección a la enfermería.
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—No te dejará cicatrices—revisa por última vez mis manos.
Asiento—Gracias.
—De nada cariño, ten más cuidado la próxima vez—dice antes de despedirse.
Me recuesto en la camilla, Amanda la enfermera dijo que me podía quedar aquí si quería observo el techo blanco no tengo ganas de entrar a clase de matemáticas igual tengo un justificativo.
Sonrío antes de cerrar los ojos.
Unos ruidos me despierta parpadeo varias veces para acostumbrarme a luz antes de ver quién es el que hace tanto ruido.
Tiene la espalda esbelta se nota que hace ejercicio sonrió tiene un buen culo como sí la persona supiera que lo estoy viendo voltea.
Mis ojos se abren como platos ¿Qué hace el aquí?.
Me volteó hacía el lado derecho de la cama antes que gire ¿Me vio? ¿Se dio de cuenta? Escuchó pasos acercándose ¿Por qué viene para acá? «Alejate».
Cierro los ojos de nuevo y hago como si estuviera dormida.
«No te rías Cassandra»
Su mano fría toca mi mejilla izquierda y es inevitable abro mis ojos antes de ver a Sean acariciando mi mejilla expuesta.
