¿El escape?

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Narra Nihan,

Escucho ruidos extraños. Son conocidos pero no es normal para un aeropuerto.
Abro los ojos y estoy en un precipicio. Un enorme precipicio.
Pero no estoy sola.
Kemal y Deniz están lejos, a mi derecha...Emir continua a mi lado
Pero lo más extraño es que al pie del precipicio también hay personas. Dos. No las logro distinguir. Ozan? Papá?
Cada vez entiendo menos. No sé qué hago en ese lugar. Yo estaba por irme del país con las personas que más amo en este mundo y ahora me encuentro en un lugar que no conozco, con gente que creí tener lejos.
Todos me miraban, como si esperaba elegir a algunos de ellos.
De repente, todo desaparece y me encuentro en un lugar húmedo, frío, grande.
Me sentía muy incómoda, fría y me dolía todo el cuerpo.
Para cuando me doy cuenta, mi muñeca estaba encadenada a un pilar y Asu estaba a unos diez metros de mí.
El lugar parecía abandonado, con hierros oxidados por todas partes, y grandes ventanales. Por lo que pude deducir parecía ser una especie de fábrica abandonada. No era muy grande.
No veía a Emir por ningún lado. Seguramente estaba ejecutando algún plan. y mi miedo crecía.
Ojalá que Kemal y Deniz estén bien y a salvo. Pero no lo podía saber con certeza. Nada es seguro con los Kozcuoğlu.
Lo único seguro es que tengo que salir de este lugar y encontrar a Kemal.
No tengo idea ni en qué parte de la ciudad estoy. Y Asu es la única salida que tengo en estos momentos.

- ¿Dónde estoy?- le pregunto aún un poco confundida por haber estado inconsciente
-El purgatorio- ni aun trabajando dejaba de ser una loca
-¿Cómo llegué aquí?
-Uf. Larga historia. En general, han pasado tantas cosas, que te abrumarían
-¿Tenes la llave del candado?
-Claro. ¿Por qué lo preguntas?
Era mi momento. O nunca más iba a salir de este maldito lugar: -Necesito ir al baño.
-Aah. Ya.- me dice bastante relajada - Es imposible
-No es un truco. Realmente quiero ir al baño
- Está bien- y me tira la llave. Es imposible que llegue a ella- Tómala
- No estoy para juegos Asu, ábrelo.
- No. No me voy a levantar a dártela.
- No voy a hacer lo que quieras.
- No me importa. - se levanta a buscar la llave - La verdad no tengo prisa. De todos modos, estarás conmigo por un muy buen tiempo.
Se sienta con total tranquilidad a tomar agua
- ¿Quieres un poco? Acabo de recordar algo: - su cara de loca empieza a molestarme - si queres que una persona no resista las ganas de ir al baño podes torturarla así...
Y derrama todo el agua al piso, haciendo un ruido que de verdad hace que quiera ir al baño.
- Tu hermano y tú son las personas más locas que conozco
- Gracias a ti
Tenía que buscar un plan B. Alguna forma para que Asu me dé la llave del candado y yo pueda escapar. Se me estaban agotando los recursos. Y el tiempo...
- Qué tonta fui. En el pasado estaba tan celosa. Cuando te veía junto a Kemal sentía que todo me temblaba por dentro. Incluso llegué a verte besándote con él enfrente de tu departamento.
- Ese fue uno de los muchos momentos especiales - me dice de manera provocativa
- Sí, lo sé. Él me lo dijo...
- ¿Kemal?
- Así es. Una vez nos peleamos muy fuerte y fue por los celos que yo sentía. Pero sí me dijo algo que nunca voy a olvidar...
Asu no podía disimular su interés: - ¿Qué fue lo que dijo?- Ya la tenía en mis manos
- No creo que quieras escucharlo
- Eres una maldita mentirosa - se levanta enojada, y casi a punto de irse le digo:
- Me dijo que besarte fue como haber besado a un cenicero. Dime una cosa: ¿si te lavas los dientes o tenes un problema con tu aliento Asu?
- ¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo?
- Cuando se dió cuenta que no valías ni cinco centavos, le costaba tanto llegar a su casa. Pobre Kemal. Incluso me llegó a comentar que aunque no estuvieras en su casa, había un terrible olor ahí. Cómo a podrido.
Eso produjo que Asu perdiera la cabeza, que dejara el sentido común de lado (si es que alguna vez lo tuvo) y que actuara por impulso. Vino hacia mi, furiosa, decidida a hacerme tragar la llave
- Querías ir al baño, ¿verdad?¿Ah? Toma la llave. Abre la boca. Abrela, quiero que te tragues la llave!!
- Loca. Dejame en paz
- Tragatela. ¿No querias ir al baño?
- Dejame
- Hazlo maldita. ¡Vamos! Tragatela, ahora. Qué esperas, estúpida
En ese momento, comienzo a defenderme. Asu no estaba pensando bien.
Le pegué lo mejor que pude para desestabilizarla. Había logrado tener la llave.
La saqué de mi boca, abrí el bendito candado y salí corriendo. Tenía que llegar a Kemal rápido. Cuanto antes.

Narra Asu,

Idiota. Idiota. Mil veces idiota. Fue más inteligente que yo.
Si Nihan se escapa, Emir va a matarme sin compasión. Pero, corro con ventaja. Ella ni siquiera sabe dónde está. La fábrica es inmensa; nadie va a escucharla.
Así que, con tranquilidad, voy a buscarla. La diferencia entre ella y yo, es que yo estoy tranquila y tengo más cerebro. No por estar encerrada en un manicomio dejé de usar la cabeza.
-Nihan...vamos. No tengo todo el día, no lo hagas tan difícil. Sabes que tarde o temprano voy a encontrarte. Pero si venís a mí ahora, no te voy a hacer daño.
Esto se estaba tornando tedioso. La paciencia estaba comenzando a salir de mi. Y Nihan no estaba en ningún lado. La muy maldita no hacía ningún ruido para delatarse.
Estoy comenzando a creer que voy a necesitar la ayuda de Baran.
Ya había recorrido casi todos los lugares de la fábrica. No era posible que...

Narra Nihan,

-Nihan...vamos. No tengo todo el día, no lo hagas tan difícil. Sabes que tarde o temprano voy a encontrarte. Pero si venís a mí ahora, no te voy a hacer daño.
La escuchaba cada vez más cerca y aún no podía encontrar una salida. No podía dejar que me atraparan otra vez. Necesito salir de este lugar.
No veía otra puerta por ningún otro lado y estaba evitando hacer ruido alguno.
En ese momento ví una escalera. Vieja pero entera. No sé adónde lleva, pero había que descartar cualquier posibilidad.
La subí y solo entonces pude darme cuenta lo inmenso que era ese lugar. Mi desesperación iba en aumento. Allí nadie me iba a encontrar y mucho menos escucharme si llegaba a gritar. Comienzo a correr para algún lado donde pueda al menos saltar.
Encuentro una especie de balcón, lleno de tubos por los costados y arriba mío. Dios mío. Debo estar como a 30 metros del suelo.
Si llego a saltar, no salgo viva. De repente, miro al costado y más allá vislumbro un árbol. No es muy frondoso, pero es mi única salvación. Me dirijo hacia allá, con el menor ruido posible...
No puedo pensar demasiado. Cuento hasta tres (tomándome mi tiempo, por supuesto) y salto

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2017 ⏰

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Kara Sevda // Amor eterno // Endless LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora