Vamos Lauren, quedan exactamente dos horas para que se acabe tu sufrimiento. Aparte hay buen ponche. Aunque debo admitir que hay gente bebiendo alcohol, y pues bueno... yo solo tengo mi ponche.
-¿Lauren Blumer?. -Interrumpe alguien mis pensamientos acerca del ponche.
-¿Si, hola?.- Digo mientras doy media vuelta para enfrentar aquella voz que no logro reconocer.
-Mis modales, pequeña. Hola, soy Connor Bristow. -Menciona aquel chico de voz insólita.
-Encantada señor Bristow. -Expreso algo desconcertada, en verdad no tengo ni la más mínima idea de quien sea este señor, pero algo en rostro se me hace reconocible. Ojos cafés, que demuestran que tienen una mirada algo oscura, tan solo cruzarse con ellos puede llegar a ser tenebroso, rasgos faciales no tan notorios. Puedo calcularle unos 40 años. Tiene un traje negro, que lo hace ver como algún empresario. Aún así sigo sin saber donde lo he visto, y porque tengo imágenes borrosas acerca de él. -A mí no me hace falta presentarme, creo que usted ya sabe quien soy.
-Así es Lauren. No esperaba verte por acá, esto es algo inusual en ti. Tú eres más libros. No fiestas, ni vestidos de ese tipo. -Replica algo desconcertado. Cabe destacar el tono de voz que utilizó, ya no es tan amable, como lo fue al principio.
-Me gustaría seguir ésta conversación señor Bristow, pero es hora de irme. Hasta luego. -Cuando estoy dispuesta a irme por la puerta de entrada, él me detiene.
-Lauren, antes de irte. Ten cuidado, no sabes con quien te enfrentarás afuera. Hay algo o podría ser alguien que va detrás de ti. -Espera, ¿qué?, no entiendo, ¿alguien detrás de mí? ¿cómo? estoy segura que el esta avisándome de Aldrich, o probablemente no sea sobre Aldrich. Aldrich es algo intenso, pero llegar a cierto punto de enfrentarme como lo expresa el señor Bristow, es impertinente. Antes de que pueda responder, el señor Bristow desaparece de mi vista, lo curioso es que no vi a donde se fue. Tanta fiesta me habrá afectado.
...
Te anhelaba tanto hermosa cama.
Antes de que pueda darme la vuelta y entrarme en mis sábanas, me percato de que la ventana está abierta, algo extraño en mí, ya que nunca la dejo abierta, solamente cuando el piso está mojado.
Me paro para cerrar la ventana, sin antes echar un vistazo. Las hojas de un árbol están totalmente carbonizadas, ¿cómo es posible?, el sol nunca ha llegado a esos extremos. Podrá haber sido alguien que quemo las hojas. Vamos Lauren, ¿en serio alguien treparía tanto para tan solo quemar las hojas de un hermoso árbol? no lo creo, realmente eso es algo indescriptible.
Ahora sí, ¿en dónde estábamos hermosa cama?. Y antes de que pueda decir algo más, caigo en un sueño profundo.
...
-Madre, algo extraño sucedió ayer. -Le informo. -Algunas hojas del árbol que se encuentra al lado de mi ventana están quemadas. Y no tengo la mayor idea de que pudo haber sido.
-Hija, tal vez pudo ser algún niño trepando por el tejado y tenía un encendedor en la mano. Ya sabes como son los niños de ahora en día. -Me explica, sin algo de preocupación.
-No me gusta para nada esto, la ventana también estaba abierta, pudo alguien entrar y quemar toda mi habitación. -Reprocho.
-Basta Lauren, deja de ser paranoica. Termina de desayunar, se te hará tarde para ir al instituto.
-Lau. -Empieza a decir mi padre; un hombre sin rencores, alguien que fue atractivo en su época, y que ahora nadie se lo quita. Podrá ser alguien que se enoja fácilmente, pero siempre encontrará la forma de remediarlo. Alguien muy especial e inefable, que rodea sus 47 años. -Tu madre tiene razón. Son cosas tuyas, tan solo mantente tranquila.
-Está bien. -Comento, antes de terminar todo mi desayuno.
...
-Emily, debes al menos creerme. -Emily Broocks, mi amiga, y probablemente la única, sus ojos son verdes, una especie de verde muy claro, que transmite serenidad. Su cabello es lacio y castaño. Se podrían agregar más cosas que la hacen una chica bonita. Cuando se enoja, puede significar peligro, cosas que no suelen suceder aún así es a quien le he contado mis más sencillas anécdotas de la vida. No sé que haría sin sus consejos o bromas. Probablemente sería alguien cometiendo demasiado errores en su vida cotidiana, cosa que por cierto, de los errores se aprende, ¿no?. -No creo que alguien haya solamente subido al tejado a quemar unas hojas ¡con mi ventana abierta!. -Exclamo frustrada.
-¿Y qué tal sí? No debes preocuparte, Lauren, ¿todo sigue normal en tu habitación, no?. -Me pregunta.
-Sí, pero es algo que no me concuerda Mily. -Digo por último antes de que suene el timbre y nos dirijamos a clase
...
Bueno, otra vez yo, espero que les haya gustado este capítulo. Nos vemos en el siguiente ;) bye. ;*
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Mi fiel enemigo.
Mystery / Thriller-No confiar en nadie -Explorar tu alrededor -Y sin importar, no mires atrás. Pero lo más importante aquí es, ¿qué paso cuándo Lauren pudo ver más en aquella persona? ¿Será cuestión de qué se está volviendo loca y necesita un médico? ¿O probablemente...