Murmullos y roces del viento en la textura de los árboles y sus hojas, frío en el suelo del espeso bosque privado de la luz del sol.
Silencio roto por el resquebrajarse de las hojas y el partir de las ramitas al verse aplastadas por unos pequeños pies descalzos que correteaban con cautela, inocencia en sus acciones y curiosidad en su penetrante mirada, un chiquillo que tenía el poder de paralizar con un parpadeo cuando dejaba a la vista aquellos interesantes y enigmáticos ojillos del color de las rosas y la sangre, provocando odio y repudio por los otros, aquellos que se veían intimidados sin explicación aparente y que por orgullo actuaban reacios a admitir que lo desconocido les aterraba y maravillaba a partes iguales.
Para aquel chiquillo el desprecio fue lo primero que reconoció en los rostros de adultos y niños por igual, excepto su madre, ella era la única que no podía hacer distinciones, la que se reía con sus peculiaridades, aquella que le dió un calor de cariño, afecto y amor que bastó para que su sonrisa no se perdiera en su niñez, sin embargo, en aquella pequeña ciudad comerciante su mirada no era lo único intimidante, era un hecho, una acción de la clase de acciones que las personas jamas olvidan y a pesar de encontrarse rodeado de diversidad, de historias, de fantasías, de personas nuevas, todas ellas eran advertidas de no acercarse.
Un solo día en el que se es consciente de aquello que ignoras, un solo día en el que el desprecio pasa a ser aberración, miedo y éste sobrepasa una delgada línea trazada para no hacer daño a nadie, solo eso basta para explotar.
Solo una acción, puede destuir un millar de vidas.
Pero tal vez no esté siendo muy específica.
Bien, lo intentaré tan solo una vez más, pero deben tener cuidado; el camino, es peligroso; el final, incierto; y aquella persona que cuenta la historia no está para adornarla, la verdad es un arma de doble filo.
¿Quieres saber lo que le ha pasado a él?
Entonces, ven, acercate un poco más, será un secreto, un susurro en el viento, nunca se lo contaré a nadie más que a ti, así que calmate, cierra tus labios y presta atención.
No lo repetiré.
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¿Hay alguien allí?
FantasyEl ya no sabe que es ser una persona. Su mundo se desvanecio con tan solo una pregunta ¿Quien soy?