•Unholy• | pjm! ✓

y

No deberías haberlo hecho. No deberías haberme dejado. 

Todo esto es culpa tuya. Este no era el final que tenía pensado para nosotros. ¿Tanto costaba dar tu brazo a torcer por una vez? ¿De verdad costaba tanto quererme? Yo lo sacrifiqué todo por ti, y aun así te fue indiferente cuando te dije que te necesitaba. Cometiste cientos de errores, y todos fueron perdonados porque te quería. Pero no podré pasar por alto fácilmente tu traición, las intenciones que tuviste de abandonarme. Aún me duele.

Lo estropeaste todo. Nada debería haber acabado de esta forma. Tú y yo ya no podemos tener un destino en este mundo, porque ahora falta uno de nosotros. Has hecho que me manche las manos de sangre. Me has obligado, pero yo no quería. Joder, eres demasiado cruel, tu ausencia duele incluso más que tus palabras hirientes cuando estabas presente.

No fuiste justo conmigo, Jimin. No te merecías esto, pero yo tampoco era una buena candidata para soportar tu desprecio. ¿Qué fue lo que nos pasó? ¿En qué momento las cosas se torcieron? Dime qué es lo que hice mal. Tal vez debería habértelo preguntado antes de haber actuado de una manera tan drástica e impulsiva.

Lo siento, lo siento tanto. Mi cabeza ahora va más rápido que mi mano. Tomé una medida desesperada ante una situación que no supe manejar. Ibas a irte, a dejarme sola, ¿cómo debería haber reaccionado? ¿Qué debería haber hecho?

No tuviste miramiento a la hora de expresar tus pensamientos, te dio igual hacerme daño. Así que yo tuve que hacerlo, me obligaste a convertirme en algo que desconocía que podía llegar a ser. Liberaste de nuevo algo en mí, Park Jimin, pero esta vez no nos hizo ningún bien a los dos.

Compréndelo. Por favor, entiende que no me dejaste opción. Espero que algún día puedas perdonarme por esta atrocidad que he cometido. ¿Lo harás? Sé que sí, quiero creer que sí lo harás.

Ahora solo tienes que esperarme.

Estoy dispuesta a olvidar todo esto, a perdonarte, ¿sabes por qué? Porque ahora podemos estar juntos eternamente, sin que nada ni nadie nos lo prohíba. Ni siquiera el tiempo es un obstáculo, ¿no es eso maravilloso? Se acabaron las mentiras, justo como tú querías.

El nuestro no es un final trágico ni fatídico; es clásico, vehemente. Sí, me gusta clasificarlo de esa forma. Está claro que no nos ajustamos al estilo de Romeo y Julieta, pero no soy ni la primera ni la última que mata a su amor por un arrebato de locura. ¿Acaso no es eso romántico también?

Cuando te dije que era tuya, lo decía en serio. Cuando te dije que eras mío mientras agonizabas en el suelo, con una mano cubriendo la herida de tu abdomen, con la sangre deslizándose por tus pequeños dedos a borbotones, estaba tratando de ser lo más clara posible contigo.

No pienses que pretendía hacerte daño, nada más lejos de la realidad; quería protegerte de ti mismo. Siempre fuiste muy temperamental e impulsivo. Ibas a arrepentirte de dejarme, yo lo sabía en el fondo, por eso hice lo que hice, por eso te detuve. ¿Ves? Estaba tratando de mantener vivo lo nuestro. Qué irónico que para eso tengamos que morir.

Te quiero, Park Jimin, y haría cualquier cosa por ti, lo sabes, ¿no?

Fin.