El Oso

Hace mucho tiempo, en unas montañas muy lejanas, habitaba un oso Grizzly, con un pelaje denso y castaño. Él recorría las verdes praderas, los abundantes bosques y las laderas de las montañas. Un día transitaba el espeso verde para dirigirse al arroyo que se encontraba en el centro de ese paraíso donde conseguiría su alimento, pero esa mañana oyó un leve llanto que provenía de algún lugar de esa densa naturaleza. El animal se desvío de su habitual recorrido para buscar de donde provenían esos desconocidos ruidos para el gran mamífero y en un claro de ese palacio natural, en el que nunca había estado, encontró a una pequeña niña sentada en un tronco mohoso, sollozando. Al percibir a la gran bestia detrás de ella, la niña de dorados cabellos volteo y observó atentamente al animal. El oso analizaba atentamente cada una de sus reacciones, expresiones y movimientos. La pequeña estaba asombrada por su majestuosidad, mientras que ella se veía tan diminuta junto a tal ejemplar, impulsada por su curiosidad, se acercó tímidamente al gran animal dispuesta a tocarlo. Al aproximarse su mano, la gran bestia, en una rápida reacción, mordió la mano de la chiquilla desgarradondola. Por siguiente, puso ambas patas delanteras sobre la pequeña y mordió su cabeza con sus filosos dientes arrancandosela violentamente y separándola de su cuerpo salpicando una gran cantidad de sangre. El oso se retiró junto al cuerpo dejando un rastro de sangre hasta su cueva. Al fin cesó su hambruna.