Crónicas de un Corazón Restaurado

II

Anne y Victoria son mis mejores amigas, ambas son cristianas. A veces los lunes ellas llegaban y me decían en el servicio paso tal cosa y yo respondía ¿qué es el servicio? Yo sabía que había más religiones pero jamás me interese por ninguna. Siempre he sido curiosa, es algo que no puedo evitar y eso me llevo a hacerle muchas preguntas a Anne y ella me las respondía todas y cuando ella no sabía le preguntaba a alguien más y me traía la respuesta. Entonces me di cuenta que su religión era diferente a la mía y quise descubrir el porqué.

Entre en internet y leí mucho sobre católicos, evangélicos, adventistas, jesuitas, bautistas, ortodoxos, testigos de Jehová y demás. Quede loca con la cantidad de denominaciones cristianas que había y me asuste horrible porque pensé que no todas las religiones podían llevarme al cielo. En mi preocupación ore una y otra, y otra vez, me recuerdo decirle cosas como: "Dios mío, necesito tu ayuda, hay tantas religiones en este mundo pero yo quiero estar en las que tu quieres que este. Las personas me confunden porque todos piensan diferente, ¿en quién puedo confiar?, ¿cómo sabré cual es la verdad?, ¿Cual es el camino correcto hacia ti?"

El Señor respondió cada una de mis oraciones y de mis preguntas llevándome a su Palabra. Yo había leído la Biblia muchísimas veces antes, pero siempre lo dejaba de hacer porque no tenía tiempo, porque me aburría, las letras eran muy pequeñas y yo no veo, simplemente siempre parecía encontrar una excusa. Pero cuando Dios me movió a buscar respuestas todas las encontré en ese libro. 

―Dios, ¿cuál es la verdad?, ¿cuál es el camino hacia ti?

―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Juan 14:6. 

―Dios, ¿cómo obtengo la salvación?

―Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.

Romanos 10:9-10. 

―Dios, ¿mi familia conocerán la verdad y serán salvados?

―Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos. 

Hechos 16: 31.

La mayoría de las preguntas que le hice a Dios fueron sobre religión y Él contesto cada una de mis dudas, mientras más leía Su Palabra, más cerca de mí lo sentía y más lo conocía. Toda mi vida pensé que conocía a Dios, pero al empezar a pasar más tiempo con Él en oración y leyendo la Biblia me di cuenta que no lo hacía en absoluto.