— "No conozco el amor". — Esas fueron las palabras de un poeta.
¿Cómo alguien que te hacía llorar con una sola frase no conocía el amor? Ese, iba a ser el tema que Leticia tocaría en la siguiente reunión. Necesitaba respuestas.
Como David prometió, al día siguiente los nuevos poemas ya estaban "en manos" de Leti. Lo que ella recibió era un horror para sus ojos castaños. No lo dudó ni un segundo y le mandó un texto a su escritor.
>Leticia: Reunión. Tu, yo. En el café que está frente a la estación de trenes a las doce y media. Allí hablaremos. [10:15]
En ese momento, David estaba en medio de una clase muy importante. Dentro de poco, tendría los últimos exámenes del año y estaba más que nervioso. Primero, el aniversario de muerte de su hermano, después, la editora insolente y, ahora, profesores que dan diez temas en dos horas. Inconscientemente, miró la foto de perfil de Whatsapp de ella. Se fijó en cada pequeño detalle de aquella sencilla foto grupal. Era un grupo de cinco personas, incluyendo a su editora. Estaba tomada en lo que parecía ser la entrada de un edificio. La sonrisa de la castaña era verdadera, se notaba muy feliz entre esos jóvenes: dos mujeres y dos hombres. Pasó tanto tiempo mirando la foto, que no se dio cuenta que su amado profesor Rollers se hallaba a su costado.
— Señorito Wolsen, dígame, ¿qué sucedió en los años ochenta al norte de nuestro bellísimo país?
David maldijo hacia sus adentros. Un rato más tarde, a las once con cincuenta y cinco, sonó el timbre. Los alumnos comenzaron a salir. Cuando él estaba apunto de irse, su único amigo lo llamó.
— Wolsen, venga a aquí. — Dijo serio y profesional.
— Ya todos se fueron Rollers, puedes hablar conmigo tranquilo.— Se sentó en el escritorio. Su superior lo vio de mala manera.
— Bájese de mi escritorio, Wolsen.— Éste obedeció sabiendo que estaba en problemas.— Hoy usted hizo que me molestara bastante. ¿Sabe por qué?
— Porque estuve utilizando el teléfono en clase. — El señor Rollers negó con la cabeza.— Entonces, no lo entiendo.
El de mayor edad suspiró. Conocía a su alumno desde el día de los exámenes de ingreso. Él había descubierto la verdadera personalidad del castaño desde que lo encontró en la biblioteca escribiendo enfadado, luego de la última evaluación. Dasen estaba teniendo algunos problemas con su editor, David, con sus compañeros. A pesar de ser un magnífico actor, Dasen comenzaba a influir en su vida cotidiana. Ese lado suyo misterioso, asocial, antipático, entre otras cosas, quería apoderarse de su cuerpo.
El señor "R" era un hombre de unos cincuenta y pico. Era serio, pero apasionado cuando se trataba de su trabajo. Le encantaba ser exigente con sus alumnos, que sufrieran, en otras palabras. Él sabía que todos podían dar más de si, sobre todo David.
Estuvo presente durante los exámenes, corrigió uno de ellos y revisó su expediente. Las mejores escuelas, los mejores promedios, el mejor alumno que el país podría tener. Tenía muchos premios de ferias de ciencias, concursos de matemáticas y diplomas.
Rollers habló por primera vez con Dasen, no con David. Habló con el chico frustrado y harto de todo: de fingir, de mentir, engañar. Cuando "David" habló con el señor "R"; fue él mismo. Por eso se hicieron amigos, verdaderos amigos, a pesar de la diferencia de edad.
Hubo silencio. Por unos pocos segundos, pero los hubo. Se hacía tarde para su reunión de trabajo, así que el poeta no calló:— Señor tengo que ir a ver a alguien y necesito apresurarme. Dígame que lo enfadó y...
— ¿Vas a ver a la chica de la foto? — Recibió una mirada de confusión. — Dasen, noté la sonrisita en tu rostro... Tú no sonríes de esa manera tan sincera. Por favor, eres muy inteligente para enamorarte.
— ¿Enamorarme? Es mi editora, "R", mi nueva editora. Sólo la voy a ver por trabajo.
— Tu mirada, tu sonrisa. Por lo que he visto, esa muchachita es joven y bonita. Sería normal que cualquiera se enamore a tu edad pero tú no. Ni tú, ni David, ni Dasen. Demonios, ¡ya no se quién eres! Mira, vete. Ya ni tiene sentido hablar de este tema.
Sin hacer mucho ruido, salió del salón para dirigirse a su auto, que estaba a unas calles del edificio, e ir a su reunión con Leti.
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PAUSADA EN ESTA CUENTA. Chico de Letras
General FictionPODES LEER LA CONTINUACIÓN DE ESTA HISTORIA PRÓXIMAMENTE EN MI NUEVA CUENTA: IMAGINATIONATH. David Wolsen sabía que quería exactamente en esta vida y si pudiera, también en las siguientes. Lo que no entraba en sus planes era encontrarse con una jove...