Verano del 2014
Sahara se encontraba sola en casa como siempre, ya que su padre estaba en el trabajo y regresaría por la noche así que ella tendría tiempo suficiente para llevar a cabo su plan y luego recibir a su mejor amiga, quien la visitaba religiosamente todos los días a las 3:00 p.m desde que el verano había comenzado.
Días atrás la pelinegra estuvo hablando con Ivy, acerca de temas "calientes" y chicos del pueblo por los que ella moría por probar pensando que Sahara se sentiría igual, pero en realidad la chica de trece años sólo se encontraba bastante incómoda y asqueada por la imagen que se había formado en su cabeza así que se limitaba a asentir sin agregar nada a la conversación como hacía normalmente, sin embargo una parte de aquello que hablaron días atrás estuvo rondando en su cabeza desde entonces.
—¿Alguna vez te has masturbado, Sahi?— La pregunta la tomó desprevenida y sus pálidas mejillas se tiñeron de un color carmín muy intenso que resaltaba en su pálida piel, eso le dejaba más que clara la respuesta a su amiga.— No, por supuesto que no lo has hecho.
—Me da miedo. —Admitió observando a la otra chica con vergüenza reflejada en sus facciones delicadas, nunca habían tocado ese tema en sus tontas conversaciones, pero aún así no era capaz de ocultarle nada a Ivy.
—No hay nada que temer, Sahi.—La castaña sonrió manteniendo una expresión divertida en el rostro ya que definitivamente no comprendía actitud inocente de su amiga, ambas tenían la misma edad pero definitivamente tenían intereses muy diferentes.
Nunca había sido capaz de tocarse ya que una pequeña parte de ella le decía que estaba mal e intentaba reprimir sus impulsos, así que al experimentar la sensación chispeante sólo apretaba los muslos y esperaba que pasara, con una expresión torturada en el rostro. Pero ya estaba harta de eso, desde aquella reveladora conversación le habían entrado ganas de probar lo que su mejor amiga hacía todas las mañanas al despertar y había decidido que aquella tarde de viernes sería perfecta para intentarlo.
¿Qué hacía tan genial eso de masturbarse?
Una parte de ella le decía que se tocara de una vez, ya que Ivy entraría por su ventana en cualquier momento como hacia diariamente y deseaba contarle como le había ido, al fin podría tener algo interesante que contarle. Así que se acostó en su cama de sábanas verdes luego de haber removido sus pequeñas bragas con dibujos infantiles y subió sólo un poco la falda del bonito vestido que tenía puesto, en caso de necesitar cubrirse con rapidez. Con timidez separó sólo un poco sus pálidas piernas y llevó una de sus manos hacia su feminidad, dejando suaves caricias en ésta y provocando que un cosquilleo recorriera su cuerpo.
Su corazón latía con rapidez debido al nerviosismo pero poco a poco se fue relajando a medida que dejaba su imaginación volar y la sensación chispeante llegaba a la parte inferior de su cuerpo, pero esta vez no la dejaría pasar.
Mientras acariciaba con sus dedos la sensible zona desconocida, en su cabeza iba imaginando que se trataba de los dedos de Ivy, ya que no se le había ocurrido nadie más y, ¿para qué mentir? su mejor amiga le parecía jodidamente caliente.
La habitación estaba en silencio aunque de vez en cuando se escuchaban los pequeños gemidos que salían de los labios de la adolescente, quién se encontraba realmente excitada frotando su dedo índice de manera circular en su hinchado clítoris notando como sus dedos se mojaban un poco con sus fluidos. Al principio estaba algo asqueada con eso pero olvidó todo esto al recibir una fuerte oleada de placer que hizo sus piernas abrirse más y temblar con fervor.
¿Cómo es que nunca había hecho algo así antes?
—¿Así que ahora te masturbas pensando en mi? Dios, eres toda una zorra.— Ivy soltó una sonora carcajada tomando asiento junto a las piernas de su mejor amiga, observando con descaro aquel sitio que Sahara se esforzaba tanto por estimular. —Al menos hazlo bien, Sahi.
Estaba tan concentrada en el placer que estaba dándose a sí misma que no se había dado cuenta de que Ivy había logrado entrar a la habitación por la ventana, hasta que ya estaba a su lado y al parecer su amiga había quedado totalmente divertida por la escena que se desarrollaba frente a ella.
Antes de que la otra chica tuviese la oportunidad de formular alguna respuesta, Ivy le dirigió una sonrisa divertida con una mirada extraña cuyo significado Sahara no pudo descifrar en ese momento y rápidamente notó como su amiga apartó la mano de la pelinegra del lugar, para poder sustituirla con la suya y de esa manera introducir dos de sus dedos bruscamente en la apretada y mojada feminidad de su mejor amiga mientras hacía círculos sobre su clítoris con el pulgar con toda la fiereza que la caracterizaba.
Sahara estaba sorprendida por la manera en la que su mejor amiga movía sus dedos en forma de embestidas y aunque al principio los dedos de la castaña se sentían raros en su interior, estaba realmente complacida y no quería que se detuviese por nada del mundo.
—Para algo están las amigas, ¿No?— Preguntó una Ivy muy sonriente, y Sahara sólo pudo darle la razón al gemir el nombre de su mejor amiga y desear que su amistad fuese para siempre.
ESTÁS LEYENDO
girls ✧ lesbian
Historia Corta"the little innocent face and a smile, the little sweet virgin-whore." donde sahara forma un grupo exclusivo con sus amigas y juntas experimentan con los placeres del sexo. ✧○ꊞ○ꊞ○ꊞ○ꊞ○ ꊞ○ꊞ ○ꊞ○ꊞ○ ꊞ○ꊞ○ꊞ○ꊞ○ꊞ○✧ gracias a @satanftsuicidal por la hermosa p...