Sueño

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   Otra vez el mismo sueño.

Desperté agitada, empapada en sudor y con la respiración acelerada. Abrí los ojos y todo era oscuridad hasta que mis ojos se adaptaron al pequeño chorrito de luz que se escurría por la ventana al pie de mi cama. Miré el reloj en la mesita de noche y marcaba las 3:17 am. No me sorprendía para nada. Siempre era a la misma hora cada vez que tenía esta pesadilla. Era horrible. Se sentía tan real. Era como volver a vivir el momento cada vez y cada vez me dolía más el recuerdo.

Intente conciliar el sueño nuevamente pero no podía. Los recuerdos llegaban a mi en manada y la culpa me atenazaba el alma.

La culpa. El peor sentimiento que puede existir. Con ella viene el dolor y las ganas de remediar lo que has hecho. Pero cada acción trae consigo una reacción, es ley, y cuando intentas mejorar algo que rompiste terminas por crear un desastre mayor. Es como la ley de Murphy si algo debe salir mal saldrá mal y punto.

Pero enserio ha de decir así? Acaso no hay más colores en la paleta que es la vida más que el blanco o el negro? Por supuesto que si! Y si puedo hacer algo, lo que sea, para remediar un poco del daño que causé, para dejar de ver el dolor en su cara cada día lo haré. Aunque en el camino de liberar mi culpa no quede nada de mi y entonces sea yo la que termine vacía.

Vacío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora