Era una noche fría, estrellada e indiferente definitivamente la mas extraña de todas las noches.
Ocatlana observaba el reloj que estaba en su habitación, un reloj muy feo pero algo era algo, esperaba algo, impaciente.
en lugar de tener la pijama tenia unos jeans azul obscuro, una blusa blanca de manga corta, una chamarra roja que se veía muy calurosa, unas botas cafés claro que tenían un tacón un poco alto, unos guantes azul marino y una bufanda del mismo color. Iba a salir de la casa. de repente sus ojos negros como la noche cambiaron de dirección viendo hacia algo que colgaba de su cuello, un collar, era el yang pero faltaba el ying al parecer otra persona lo tenia, sus manos agarraron el collar.
-Te encontrare Kalil-musito-Lo prometo.
El reloj dio las 12:00 de la noche.
Ocatlana volvió a mirar el feo reloj deforme de color café. se levanto de la cama tratando de no hacer ruido y efectivamente no hizo ningún ruido. Tomo una mochila verde claro que llevaba un caballo y un perro, animados, y se dirigió a la puerta, pero se detuvo, pensó y se acercó a un mueble que estaba a un lado de la cama color azul claro y tomo una foto y una carta, de nuevo se dirigió a la ventana, sin hacer ruido la abrió. Se metió por ella echándole un ultimo vistazo a su recamara.
-Adiós-musito y se salió por el otro lado de la ventana, forzosamente pues no cabía, entonces primero saco todo su cuerpo y después la mochila
Luego cerro la ventana sin hacer ruido, camino muy cuidadosamente por la orilla de lo que quedaba como la ventana.
Casi se cae.
después hizo una serie de movimientos para bajar a suelo firme, cuando llego a el respiro profundamente y volteo. su cuerpo solo se veía gracias a la luz de la luna y de las estrellas.
Ahora lo mas difícil, la reja, no tenia llave así que trepo por la reja blanca y desgastada. tuvo problemas pero lo logro. Ahora estaba del otro lado de la puerta, se sentía aliviada aún tenia la carta la foto en la mano, un poco manchadas de polvo, pero ahí estaban.
Miro hacia atrás.
Sintió miedo
Tuvo ganas de regresar a casa, dormir caliente en su cama, satisfecha de su vida, y tratar de olvidar todo lo que había pasado. Giro hacia atrás y empezó a caminar.
5...10...15 pasos ya se había acercado mucho a la rejilla, cuando recordó que él haría lo mismo por ella, se arrepintió dio media vuelta de nuevo y volvió a caminar hacia la salida de la unidad...
Después de caminar en varias calles llegó a la salida de la unidad, pero había un problema.
Los policías.
Se alejó lo mejor que pudo, no supo si la habían visto, dudaba pues no llamaba mucho la atención
Solo su mochila, la carta, la foto, su chamarra y ella.
De repente se dio cuenta de algo, algo muy importante, su lámpara, estaba encendida.
Un policía la vio, y empezó a correr hacia ella.
-¡Hey!¡Quédate en donde estás!-grito mientras corría.
Ocatlana no sabía que hacer correr, quedarse ahí, o lastimar al policía aunque era muy poco probable que lo lograra.
Eligió la primera opción.
Empezó a correr como pudo, casi se cayó, pero siguió corriendo...Era su única oportunidad de escapar.
Sintió que la perseguían.
Pero no volteo.
Siguió corriendo...
Siguió corriendo...
El frio viento de medianoche, Ocatlana lo sintió, pero siguió corriendo, y no volteo atrás.
Fue cuando sintió algo...extraño...algo...mágico y se impresionó casi se cae por ver aquello.
Su cabello café claro se estaba tornando rojo, su piel morena blanca, los guantes y la bufanda habían cambiado a color café, sus botas se habían echo más obscuras, su blusa y sus jeans eran ahora un vestido color crema y su chamarra roja era más larga y delgada...aunque igual que caliente. Se dio cuanta de que la luz de las calles iba disminuyendo. De repente se sintió mas liviana y rápida. Se dio cuenta que estaba en el medio de un bosque.
Era...caperucita roja.
Fue cuando cayó, se raspó toda la cara y parte de sus manos, su camisa se ensució junto con sus jeans. Miro en donde estaba y trató de localizarse. Se levantó aún dolorida. Lo reconoció de inmediato.
Estaba en la avenida principal.
Ya había salido de la unidad
Y nadie la había visto.
-Primera prueba completada-se dijo a sí misma y caminó todo derecho, solo tenía 6 horas para alejarse lo suficiente de la ciudad. Serían suficientes ella podría hacerlo. pero todavía no entendía como había llegado allí, la pluma era la única entrada y salida que había en la unidad, pero al parecer los policías no la habían visto pues no la habían seguido y todos esos cambios, juraba que era caperucita roja, además estaba en un bosque. ¿Cómo podía ser eso posible?, razonaba esa pregunta una y otra vez, rebusco entre sus recuerdos pero no recordaba nada más, solo un detalle, el collar seguía con ella, ¿Entonces había sido el collar?,¿Era mágico?, no lo sabía, pero pronto sabría la respuesta, creía en si misma, aún...
Por lo mientras había pasado la primera prueba la difícil huida en donde muchos se arrepienten, y eso era suficiente, al menos para una noche.
Que bueno que aún tenía la carta y la foto...
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Amigos por siempre
AdventureHola!! yo soy Ocotlana, no se porque estoy escribiendo esto, se supone ue es algo parecido a un diario o mas bien una carta para un amigo perdido o tal vez muerto hace mucho que no lo veo, no se su dirección ni su teléfono, solo si encuentran a aque...