Frío || Suga~ BTS (Adaptación)

Capitulo 31

Probablemente no debí dejar entrar a Taehyung. Probablemente no debí mentirle a la única persona que estaba comenzando a querer. Probablemente no debí haberme comportado como una idiota. Yoongi estaba enfrentando una crisis de ira mientras Taehyung lo golpeaba sin detenerse. Lo sabía. Dios, definitivamente me equivoqué. Me di cuenta muy tarde, cuando de su labio caía un liquido rojo y un color morado iba apareciendo en sus ojos. Lentamente los fue abriendo mientras se sentaba en el suelo.

-¿Te encuentras bien?-Preguntó Jisoo.

Él simplemente asintió con la cabeza mientras sus ojos estaban clavados en los míos, me miraba con una mezcla de odio y decepción.

La puerta sonó dejando ver a Jimin entrar preocupado en la habitación.

-Lamento llegar tarde y no haberle dado una paliza a Taehyung -Habló mi cuñado.

-¿Puedo hablar con mi amigo a solas?-Yoongi finalmente volvió a hablar mientras su mirada con odio no se despegaba de mi.

En instantes sentí la mano firme de Jisoo sosteniéndome por el brazo mientras yo hacia mas fuerza para no levantarme. No quería irme, quería quedarme con Yoongi y pedirle perdón hasta que no tenga voz. Nuestra conexión de miradas se rompió y eso significó un "vete". Rendida me levanté del suelo abandonando mi habitación. Traté de escuchar apoyando mi oreja sobre la puerta pero Jisoo me jaló del pelo hasta el final del pasillo.

-Bueno ya entendí-Chillé mientras quitaba sus manos-¿Tu crees que Yoongi me odia?

-Si, te pasaste Hye.

-Tiene que confiar en mi, nada pasa con Taehyung.

-Lo sé, te creo. Pero ellos te han dicho miles de veces que te alejes de él y tu no hiciste caso-Dijo con la mirada fija en mi.

Bajé la mirada. Estaba arrepentida por todo lo que había hecho-¿Y si ya no quiere verme?

Jisoo me miró mientras respiraba con fuerza-No lo creo-Apoyó sus manos en mis hombros-Tienes que saber que siempre estaré aquí para apoyarte en cualquier momento feo que pases.

Mis ojos se iban convirtiendo en cristales otra vez, sentía la necesidad de llorar constantemente pero tenía que controlarme. Cuando iba a acercarme a mi hermana para abrazarla la puerta de mi habitación se abrió. Jimin salía con la mirada baja.

-Quiere hablar contigo.

Su rostro no era el del Jimin alegre que yo conocía, y eso me preocupaba. Miré a mi hermana y luego de juntar valor ingresé a mi habitación.

Su figura me daba la espalda, mientras inspeccionaba mi portarretratos delante del tocador. Cerré la puerta de la habitación haciéndola sonar y Yoongi se volvió. Él solo me recorrió silenciosamente con la mirada, su rostro seguía golpeado y lucía terrible.

Luego de un silencio muy, demasiado, incómodo yo hablé articulando la frase mas estúpida que podría haber dicho.

-¿Estas bien?

No podía pensar correctamente, las emociones me llenaban y confundían. Bajó su mirada mientras se sentaba en el borde de mi cama.

-No-Contestó en un tono seco.

-Lo siento-Solté tratando de mantener la distancia por precaución.

¿Precaución de qué? ¿De qué me tentara con sus labios? ¿Incluso aunque estaban con sangre? Si. Besarle era lo ultimo que debía hacer en un momento así.

Se incorporó y recargó los codos encima de las rodillas.

-Iré a buscar algo para tu boca.

Volteé y me dirigí al baño donde tenia un poco de alcohol y algodón. Sabía que iba a arderle como mierda pero era la único para que se curara rápido. Cuando volví seguía en esa misma posición que estaba antes. Me acerqué mientras me arrodillaba frente a él para estar a la altura de su rostro. Volqué un poco de alcohol en el algodón mientras lo pasaba con pequeños golpes sobre su labio. Sabía que le estaba doliendo pero él lo disimulaba muy bien

Una vez que terminé el momento se volvió incómodo. Me desconcertó, no podía seguir mirando sus ojos, me sentía intimidada por su mirada. Clavé mi vista en alguna otra parte de mi cuarto, cualquier cosa que no fuera él.

-Se acabó-Dijo tan bajo que casi no pude oírle.

Cerré mis ojos y sentí las lagrimas correr por mi rostro. Segundos después sentí sus labios estampados en mi frente y apegó mi rostro en su pecho.

¿Estaba triste? Claro que sí. Yoongi había logrado ser esa persona que podía sacarme de mis malhumores, podía pasar de ser una persona totalmente fría a ser la persona mas adorable que puedas conocer. Amaba todo de él, sus ojos, sus abrazos, sus besos, su manera de protegerme incluso amaba a su hermanita. Pero pensar que todo se había acabado por un estúpido malentendido me lastimaba profundamente.

Mi capacidad del habla había sido bloqueada. Mi mente estaba en total confusión.

-No...-Intenté hablar, pero solo fue como un débil murmuro. Luego de un par de minutos me aparté-Lo siento, no pasa nada entre Taehyung y yo.

-No te merezco, Hye. Te mereces algo más que un hombre como yo. Yo iba a convertir tu vida en algo miserable-Hizo una pausa-Yo iba a arruinar tu vida.

El corazón me latía tan fuerte que pensé que le saldrían patitas y saldría corriendo. Me faltaba la respiración y tuve que esforzarme mucho por recordar como respirar. Pero en cuanto recuperé mi compostura lo abracé como si él fuera lo único que me sostuviera en este mundo.

-Tu jamás arruinarías mi vida.

-¡Créeme que sí!-Y rompió el abrazo quitando con suavidad mis manos-Tú no lo entiendes.

-Explícamelo, entonces.

Yoongi estaba ahí viéndome como a mi se me derrumbaba el mundo mientras que él no podía soltar ni una pequeña lagrima. ¡Estúpida sensibilidad!

-Adiós, Hye.

Escuchar esas palabras fue realmente duro. Estaba esperando el momento donde Yoongi me decía "es todo broma" pero nunca llegó, todo lo contrario, se estaba dirigiendo a la puerta de mi habitación para irse, para abandonarme.

-¡No te vayas!-Solté las palabras mientras él frenaba en su lugar pero no se atrevía a mirarme a los ojos-No te iras a ninguna parte, y si sales por esa puerta entonces ahí entenderé que todo se acabó para siempre.

Y lo siguiente que sucedió me tomo por sorpresa.

Yoongi estaba saliendo de la habitación cerrando la puerta detrás de el.

Toda la furia y tristeza recorrió mi cuerpo haciendo que pateara la botella de alcohol que había usado para limpiar su labio, su estúpido labio. Un pequeño recuerdo que había traído mi padre terminó esparcido por todo el suelo. Ahora si había perdido los estribos. Segundos después de esa escena Jisoo apareció corriendo en mi habitación y me abrazó.

-Yo lo quería-Dije sollozando en sus hombros.