ÉL...©

Epílogo

Al día siguiente, cuando entré a la escuela, creí que sería insoportable y lleno de bromas crueles.

Pero no, no paso absolutamente nada. Fue tan normal que casi les pregunto directamente cuando comenzarían con las bromas pesadas.

Ya habían pasado unos 4 meses con total normalidad, y justo ahora en el receso, Vanessa estaba tratando de ocultar una sonrisa entre malvada y divertida.

—¿Qué sucede? — comenzaba a ponerme nerviosa que se comportaba tan extraño.

—Austin termino con Olivia y ya encontró a su reemplazo. Típico de Austin – blanqueamos los ojos, al parecer, él jamás cambiaria.

— ¿Y lo divertido es que ella se ganó un corazón roto?

— No. Lo divertido es que ella no nos hizo caso y ya ves cómo le fue. Y lo mejor de todo, es que la actual novia de Austin, es una amiga mía — amplio su sonrisa — Y Austin no sabe que esta vez, el que terminará con el corazón roto, será él.

Y como si lo hubiera invocado, el susodicho entro a la cafetería con aires de superioridad, con una nueva chica de melena negra a su lado. Pasaron a nuestro lado y Austin le echo una mirada a Vanessa como diciendo “Me perdiste”, y la chica a su lado, le guiño un ojo sonriendo con complicidad a mi amiga.

Eso sería interesante de ver.

Sonrío negando con la cabeza desviando la mirada de la nueva pareja y me encuentro con unos ojos avellanas viéndome dulcemente a unas cuantas mesas de distancia. Agito mi mano y Scott hace lo mismo para luego lanzarme un beso al aire provocando que mi rostro arda.

Aun no somos nada oficial, pero lo que siento por él, no se compara con lo que un día sentí por Austin Style.

Creí estar enamorada de él, pero me equivoqué, no sabía lo que era el amor hasta que conocí a Scott. Entonces ahora, puedo decir firmemente que conozco ese sentimiento, que es más intenso y más especial. Ahora puedo decir con todas las letras que amo a Scott.

Y cuando lo veo guiñarme un ojo, doy por sentado que ÉL siempre fue Scott, y no Austin.

Vanessa llama mi atención contándome sobre una nueva serie que vio ayer por la noche y gruñe molesta cuando el timbre suena por todos lados. Nos despedimos para vernos a la salida y sonriente voy caminando hasta mi salón.

A partir a hora, mis días serán así. Con una amiga fiel y graciosa. Con un chico a mi lado que me corresponde. ¿Qué más podía pedir? Tengo todo lo que alguna vez anhelé y suspiro tranquila sabiendo que estoy donde siempre desee estar.

Creado: 2017