Percy Jackson El Hijo De Hades(editando)

Prólogo

     Mi nombre es Percy Jackson, tengo 9 años y vivo en Nueva York con mi mamá, y mi "amado" padrastro el "oloroso gabe". En un pequeño apartamento en donde mi madre y yo somos maltratados y golpeados por mi padrastro, y aún no se porque mi madre no deja a ese bastardo de gabe.
     En estos momentos me encuentro sentado a la mesa de la sala comiendo unas galletas con jugo azules que preparó mi mamá, ustedes se preguntarán; ¿por qué azul?, es que el "oloroso gabe" un día le dijo a mi mamá, que no podría estar comiendo comida azul todo el tiempo, es por eso que en cada cosa que comemos mi mamá y yo es azul, pero ya nos estamos desviando del tema.
     —Gracias mamá, por prepararme las galletas y el jugo. —dije, con comida en la boca.
     —Traga antes de hablar niño que estas ensuciando la mesa—.dijo/grito, "el oloroso gabe" con malicia en sus palabras.
     —Si Percy, debes tragar la comida antes de hablar. —dijo mi mamá con el seño un poco fruncido, pero al mismo tiempo guiñandome el ojo, pero esté no se había percatado de ese jesto, y por eso tenía una sonrisa victoriosa, en su gorda y lustrosa cara. Yo me encontraba en parte sonrosado; por lo que dijo me mamá, y también bastante molesto; por la sonrisa de gabe.
     —Sally prepáreme un pastel, que se me antoja algo dulce. —dijo, con todavía una socarrona sonrisa en su cara.
     —Que sea azul, por favor. —dije, con ojos de pequeña foca bebé; bueno así le llama mi mamá, para ver a gabe con una gran sonrisa socarrona.
     —Claro hijo, como siempre. —aclaró, antes de levantarse e ir a la cocina a preparar el pastel, fue ese momento que gabe refunfuño, con una mueca con una gran mueca, y para molestarlo; yo le mostre una de mis mejores sonrisas victoriosas, y el me piso el pie.
     —¡¡¡¡Aaaauuuuuucchhh!!!!. —mi mamá rápidamente salió para ver que me había ocurrido.
     —¿¿Que pasó??. —dijo mi mamá, pero gabe me echó una mirada asesina diciendo silenciosamente.—Dices algo y mañana no despertaras bueno y sano. —Yo como una persona normal me puse pálido y respondí.
     —Nada mamá me golpe con la mesa. —seguía un poco molesto y asustado.
     —Ahhh... Okey voy a volver a la cocina, para terminar el pastel. —se fue hacia la cocina.
     —Has Escogido muy bien niño. —este tenía una sonrisa en su sudorosa y lustrosa cara. —ve al cuarto, y no me molestes.
     Me empujó de la silla, para que caiga con "el culo entre las patas", y me vaya a mí habitación, entre de una manera rápida, buscando algo de ropa; para ducharme, escogí unos shorts marrones café claro, y una una camisa de color verde mar como mis ojos; pero esta camisa era de un color más claro, cogí una toalla, ya habiendo tomado la toalla me dirigí al baño. Luego de unos minutos en el baño, escuche que mi mamá me llamó; para que valla a comer.

Me vestí pero no sin antes haber respondido con un "ya voy". Cuando iba saliendo note, que había pasado casi una hora en el baño, y se preguntarán; como lo note, bueno es porque al salir del baño, gabe me grito.
     —llevas una hora en el baño. —ignorando el grito, me senté a la mesa; esperando mi porción de pastel,hasta que me la sirvieron, y empecé a comer como si el mundo se fuera a terminar.
     Cuando termine de comerme, mi amado pastel azul con mi jugo de naranja azul, le di un abrazo a mi mamá
    —Gracias por la comida mamá, que está super rica. —le susurré con una sonrisa al oído mientras la abrazaba. Me despedí de mí mamá para ir hacia el cuarto a dormir. Ya en el cuarto, me acosté en la cama y caí en un sueño profundo, esperando no tener una pesadillas como siempre.

     Me encontraba en un bosque en donde vi a una chicas como de 12 años aproximadamente, lo digo, porque la mayor se veía como de unos 14 años y la menor como de 10 años. Estas se encontraban practicando lanzamientos con arcos y flechas, hacia unos blancos. Se notaba que eran buenas, ya que no fallaban un tiro.
     En eso apareció un destello de plata, en el cual se encontraba una niña de 12 años, muy bonita que tenía una mirada asesina, apuntando hacia mi con sus ojos tan plateado y brillantes como la luna, luego dijo algo que no entendí; ya que al parecer estaba en otro idioma, y de un momento a otro apareci en otro escenario que era más oscuro y un poco cavernoso, en el cual se encontraban tres ancianas, dos de ella estaban jalando una tijera y la última se encontraba parada con un hilo en la mano viendo todo con una sonrisa y decía "esto vale la pena de ver".
     —Cloto me toca cortar el hilo. —dijo, una anciana con cabello de color blanco, y una túnica negra con capucha; la cual no usaba, igual que las demás, pero esta era de un tamaño mediano.
     —No, Atropos tú siempre cortas el hilo. —dijo, cloto; esta era igual que la otra, pero mucho más bajita que la otras tres.
     —Cállense, que tenemos visitas. —dijo, la última la cual no estaba peleando, tenia una sonrisa viendo hacia mí; esta era igual que la otra pero era la más alta entre las tres ancianas.
     —Hola semidios, yo soy Laquésis una de las tres moiras o parcas, o como no quieras llamar, ellas son Astropos. —señalo hacia la que tenia las tijeras. —: y ella es Cloto, esa chaparra que lleva siglos tratando de quitarle la tijera a Astropos; cada vez que tenemos que cortar un hilo.—señaló otra vez pero hacia la que identifique como Cloto, yo las mire con mucha confusión pensando, quien pelearía por unas tontas tijeras para cortar un hilo tonto.
     —Pequeño semidios ese hilo hilo que llamas tonto, es muy importante. —dijo leyendome la mente. Para mi sorpresa. —: es hilo que representa la vida de un mortal.
     «Mortales a que se referirá con eso», tenía muchas preguntas pero me las guarde, ellas devían ser muy poderosas, para controlar la vida de las personas con un hilo, y no quería que me exterminarán, por preguntar algo estúpido.
     —Somos la que controlamos el destino de las personas, y sus muertes; por eso nos llamamos parcas. —dijo Laquésis contestando una de mis miles de preguntas.
     —¿Por qué has venido ante nuestra precensia semidios?. —eso ni lo sabía yo, les trate de responder, pero no salía nada de mi boca.
     —Entonces....¿has venido a saber tu futuro?. —Yo asentía con mucha confusión, por que no podía decirles nada.
     —
bueno hermanas tráiganme el hilo de este pequeño. —En ese momento Cloto trajo un hilo de color verde mar, y se lo dio a Laquésis.
     —Tu futuro es muy turbio pequeño, muchas cosa te aguardan héroe del olympo...