Capítulo 1.

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- ¿No es esto hermoso? - preguntó mamá, señalando nuestra nueva casa. Era realmente hermosa, como mi madre siempre la había soñado. En el clan solo había tipo departamentos con paredes compartidas y olor a humedad, esta, en cambio, era una casa grande y, para nuestra familia, inusual, hecha de madera de roble y ladrillo. Tenía varías ventanas en el frente y un jardín precioso. Plantas y flores de todo tipos que pudieran vivir allí lo adornaba. El verde del lugar lo hacía aún más lindo y el color marrón de la casa le daba un toque rústico al lugar. 

- Si lo es, querida - dijo papá, envolviendo sus brazos en ella. - Andrés la consiguió para nosotros. - besó su sien.

- Bien, ¿Ya podemos entrar? - preguntó Zayn, sin mínimo interés. Lo golpeé suavemente en el brazo. ¿Por qué siempre tenía que ser tan irritable?. Están enojados por que ellos no querían dejar el clan pero todos creían que era necesario, pero ellos no lo veían así. Estoy muy segura de que piensan que papá les prohibirá usar sus poderes, pero apuesto que no lo hará o por lo menos no en casa. Mamá quiere que, a partir de ahora, seamos una familia normal, o un intento de ello. Sabíamos que sin nuestros poderes no eramos nosotros y lo entendíamos. 

 - Bien, ¿Quieres entrar? - A papá lo cansaba este tipo de situaciones. Lo estaban haciendo por nuestro bien y ellos, orgullosos, no quieren aceptarlo. Ví a Zayn y a Zed asentir. - Bien. Entren - los insitó papá, tendiéndoles la llave de la puerta principal. Zach, quien se encontraba detrás de estos dos, los esquivó y tomó la llave. 

- Gracias papá - musitó. 

Zach era el más inteligente y amable de los trillizos; Zayn el más testarudo y molesto; y Zed era el divertido y carismático. En cuando sus aspectos, eran similares, los tres. Mamá y papá optaron por darles dijes, el tigre amarillo era de Zach, el león rojo de Zayn y, por último, el lobo azul de Zed. Cada único tenía su significado, solián llevarlos colgados en sus cuellos. 

La puerta se abrió y dejo ver aquel espacioso living, que ahora era nuestro. La gran chimenea, la cual se encontraba al lado derecho de la puerta, se llevaba toda la atención. Estaba hecha de un tipo de piedra brillante, pero a la vez, tenía un tono oscuro. Cuadros, pinturas y un par de muebles oscuros adornaban aquel precioso lugar. Un sofá grande y largo de cuero, junto a dos sillones más pequeños y un televisor gigante, colgado sobre la pared, fue lo que llamo mi atención. Se veían muy cómodos y ya me quería tirar sobre él. 

- ¡Oh Dios! Esto es aún más hermoso - Un par de gotas recorrían la cara de mamá, quien se encontraba muy emocionada o feliz.

- Mamá - protestó Zayn. 

- ¿Qué? ¿No puedo estar feliz acaso? - Exclamó.

- No le hagas casa, ma. - Zach se encontraba abrazándola.

- Bueno - comenzó papá. - Les voy a decir donde pueden dejar su equipaje. - Sacó un pequeño papel de su bolsillo y lo abrió. - Ziva - me llamó. - Tu habitación es la del fondo. Final del pasillo. - Asentí con mi cabeza. - Chicos su habitación es la de la derecha, al lado de la de Zima. Y cielo - sonrió - la nuestra es la primera a la izquierda. - Besó suavemente sus labios. - Ahora - alzó su voz - ¿Qué hacemos?. Cada uno a ordenar sus habitaciones - concluyó. - Cuando terminen bajen a cenar. Mamá prepará la cena. - 

Subí las elegantes escaleras y caminé hasta el final del pasillo, donde se encontraba mi nueva habitación. La puerta decía ''Ziva'' de color violeta, mi favorito. Tome el picaporte y abrí. En un solo instante me enamoré de aquel lugar. Era espacioso y atractivo, el color marrón no abandonaba el lugar pero igual así se veía hermoso, el violeta se encontraba por toda la habitación, en las cortinas de las ventanas, en la cama, en un bello sillón que se encontraba frente del tele y en las puertas que se encontraban a mi derecha y la a mi izquierda , y que aún no sabía de que había allí. Me arrimé hacía una ellas y la abrí. Era un vestidor, era demasiado grande para mí. Tenía zapatos, bolsos y ropa de todos colores. Nunca había tenido tanta ropa y esto era muy real para creerlo. Cerre la puerta lentamente y me acerqué a la otra que se encontraba a mi izquierda, y sin esperar ni un segundo más la abrí. ¡Un baño personal! ¡Tengo un baño personal! Todo cubierto con ceramico, realmente hermoso. 

Dark Feelings. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora