TE DESFLORÉ - JONGKEY

Conociendo a tu hermano

— Minho, detente —Taemin rió suavemente, sosteniendo la mano de su novio para que dejara de dar vueltas por su habitación.

— Estoy tratando, Tae, pero yo sólo... Es tu hermano. Vives con él, lo amas y estoy preocupado de no gustarle —Minho suspiró y se frotó la cara.

Ha pasado un tiempo desde que Taemin le dijo que su hermano - que es también el director de su universidad - le gustaría conocerlo correctamente y el capitán se había estado volviendo loco desde entonces. Nunca había estado tan nervioso en su vida, ni siquiera cuando jugó su primer partido. Taemin era una persona muy importante para el chico y realmente quería ser aprobado por su hermano, por lo que estaba preocupado por cómo debería comportarse, si se le permitía sostener libremente la mano de Taemin o si debe ser demasiado educado, ¿cómo debería llamar al hombre?

Alejando sus pensamientos, apretó la mano de Taemin, haciendo que el menor riera de nuevo y lo empujara hacia abajo en el sofá. Faltaba menos de una hora para su reunión con Jinki y Minho era incapaz de relajarse.

— Hyung te va a amar. Eres perfecto, Minho. Y te amo. Jinki hyung se preocupa más por eso. El me quiere feliz y soy feliz contigo —El joven dijo casi con timidez, sonriendo a su amante mientras se sentaba en su regazo.

Minho estaba contento de que el menor quisiera tranquilizarlo de alguna manera, pero por desgracia, no funcionó esta vez. Suspirando, cerró los ojos y trató de respirar normalmente. No se sentía listo para conocer al hombre que Taemin amaba tanto. ¡Por el amor de Dios, Minho, contrólate! Se regañó a sí mismo, tomando una respiración profunda antes de sacudir la cabeza. ¡Mierda! ¿Y si no le gusto...? No pudo terminar ese pensamiento, ya que se sorprendió por la sensación suave en sus labios. Sus ojos se abrieron sólo para ver el hermoso rostro de su novio muy cerca de él con los ojos cerrados y los labios apretados contra los suyos.

— Todo irá bien, hyung... —Taemin susurró con dulzura antes de presionar los labios contra los de Minho de nuevo, besándolo lentamente mientras deslizaba sus brazos alrededor de su cuello.

Y el capitán pudo finalmente calmarse y relajarse, sus ojos se cerraron y sus manos se posaron en las caderas de Taemin mientras sus labios se movían juntos. A principio, el beso era dulce, destinado para calmar y tranquilizar a Minho, pero después de un rato, Taemin ladeó la cabeza y profundizó el beso, su lengua encontró la de Minho y la acarició mientras sus dedos tiraban de su pelo, tarareando. Minho apretó sus caderas y lentamente se alejó, jadeando por aire.

— D-detente, amor. Tenemos que ir a conocer a tu hermano y no me gustaría ir a su encuentro con una erección visible —Dijo humilde, abriendo los ojos y mirando al menor que lo miraba con una expresión tentadora antes de cerrar los ojos y suspirar.

— Sí... Lo sé, lo siento. Es solo que... siempre pierdo el control contigo. Mi cuerpo se está calentando y mi cabeza es un desorden —Murmuró y luego se inclinó hacia el toque de Minho en su mejilla.

— Me sucede lo mismo. No hay necesidad de pedir disculpas, ¿de acuerdo? Vamos... vamos antes de perder mi confianza de nuevo —Se rió, picoteando los labios del muchacho una vez que se levantaron.

Taemin sonrió y sostuvo su mano mientras salían de la casa hacia el coche de Minho, donde el capitán le abrió la puerta a su amante como el caballero que era, haciendo que Taemin sonriera con timidez y entrara. El trayecto hasta la casa de los Lee no fue largo y Minho hizo todo lo posible para no temblar otra vez, tratando de hacer que su novio se sintiera orgulloso de él. Una vez que se estacionó frente a la casa, él se bajó y abrió la puerta para Taemin de nuevo, haciéndole reír.