Taemin estaba recostado en su cama, mirando al techo con las manos bajo su cabeza y una gran sonrisa plasmada en su rostro. Era sábado por la mañana y la mente del muchacho seguía volviendo al día anterior. El día en que su vida se volvió feliz. Después de ser golpeado por uno de los chicos en la universidad, su amor platónico se le confesó. Sí, él realmente era el novio de Minho.
Sus mejillas enrojecieron solo por el pensamiento y el joven quiso chillar. No podía creer que realmente sucediera. Incluso tenía miedo de quedarse dormido porque pensaba que una vez que despertara todo iba a ser igual que antes. Y él no quería eso. Acostándose de lado, suspiró. A pesar de que no tenía una idea de cómo sería tener un novio, estaba muy emocionado. Estaba ansioso por las citas que tendrán, el tiempo que pasaran juntos, los abrazos, los besos y también el sexo. El menor ha sido gay toda su vida y siempre tuvo curiosidad, pero no tenía con quien experimentar. No deseaba hacerlo con un desconocido, no. Él siempre ha querido tener un novio que explorara con él, jugara con él y no lo juzgara. Taemin, como todo niño sano veía porno - sobre todo porque no tenía un amigo con quien hablar de cosas que tenía curiosidad - y las cosas que veía allí... le gustaba. Le gustaba cómo un hombre maltrataba al otro, cómo hablaban y cómo representaban diferentes situaciones. Taemin era ese tipo de persona. Era lindo, bien educado y de buen corazón. Pero en el interior de su mente, quería probar todo tipo de cosas. Ahora tenía Minho, estaba listo para probar todo.
"Idiota...", se dijo, riendo. "Ni siquiera te ha besado y ya te preguntas como sabrá"
Sacudió la cabeza y sonrió ampliamente al recordar que Minho le recogería en un minuto. Ellos decidieron salir ya que no había clases y a Taemin le gustó pensar en eso como una cita. Se levantó y se vistió muy bien, poniéndose unos pantalones ajustados y una camiseta. Justo cuando estaba haciendo los toques finales a su pelo, su teléfono sonó. El muchacho contestó e hizo mueca cuando oyó la voz de Minho.
"Hey, Minnie. ¿Estás listo?"
"¡Sí, hyung! Estoy listo. ¿Dónde estás?" Preguntó Taemin mientras se veía a sí mismo en un espejo.
"En frente de su casa. Baja, te estoy esperando" Dijo Minho y la sonrisa se escuchó en su voz porque así como Taemin, el mayor estaba muy feliz.
"Está bien" Él dijo y colgó, luego bajó corriendo por las escaleras con su billetera, teléfono y llaves.
Cuando salió y vio a Minho apoyado en su coche, el corazón de Taemin dio un vuelco y comenzó a latir muy rápido. No podía creer que un hombre tan perfecto era ahora suyo. Taemin se acercó a él, sin estar seguro de qué hacer, pero no tuvo que hacerlo porque en los siguientes segundos unos brazos fuertes estaban envueltos alrededor de él. El muchacho no pudo evitar que un leve rubor apareciera en sus mejillas.
"Minho... las personas... ¿No temes que nos vean?" Susurró en voz baja y Minho se separó, rascándose la nuca tímidamente."Ah, sí, lo siento, me emocioné" Dijo y sonrió haciendo que Taemin sonriera, también.
Él negó con la cabeza y habló. "Está bien, hyung. Estoy emocionado también. ¿Dónde me llevaras?" Preguntó con curiosidad mientras Minho abría la puerta del coche para él.
El mayor cerró la puerta y luego entró por el lado del conductor, poniéndose el cinturón de seguridad, así como lo hizo Taemin. "Mmm... Ese lugar es especial para mí. Es sorprendente" Él se rió y luego se dirigieron hacia su destino.
El viaje fue en silencio, pero era un silencio cómodo cuando los dos muchachos sólo percibían la presencia del otro, cuando sólo una mirada decía más de lo que las palabras jamás podrían. Alguien diría que es imposible, lograr ese fuerte sentimiento en cuestión de pocas semanas. Y en la mayoría de los casos hubieran tenido razón, sin embargo, lo que Minho y Taemin sentían era algo especial y puro.
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TE DESFLORÉ - JONGKEY
FanfictionDespués de que Key se graduara con éxito y se mudó a su propio apartamento, decidió celebrar en un bar. Una copa, dos copas, tres... tres más - eso es todo lo que necesita para obtener su mente confusa. Esa fue la razón por la que no se negó a una b...