Hola crayola!
¿Cómo se encuentran gente bella?
El día de hoy traigo con ustedes nada más y nada menos esta hermosa idea que surgió de una escritora de acá de wattpad llamada PolyGuerrero, ella fue quien me invitó a ser parte de este movimiento llamado Cuenta tu historia y como les decía en la anterior entrada fue quien me dio un empujón, gracias a ella pensé en el idea que me había planteado varias veces con anterioridad pero que nunca me atrevía, (soy una miedosa jajaja) de crear este apartado, pero aún estaba sin decidirme totalmente y justo ayer en la tarde recibí un mensaje que me envió LysaASanidad y pues ese fue el último empujón que necesitaba. Así que gracias chicas por impulsarme.
Y henos aquí, contaré la historia de como es que la luz cobró sentido en mi vida a través del perdón, así que, a ponerse cómodos.
Debo iniciar contándoles que nací en un hogar cristiano pero eso queridos y queridas no quiere decir que haya vivido en una familia súper santa y perfecta, por el contrario, tuvimos demasiadas pruebas que pasar, como todos los seres humanos teníamos defectos y no eramos ninguna familia modelo y seguimos sin serlo, aún nos encontramos en proceso de transformación. Desde niña iba a la iglesia, siendo sincera, creo que en esto varios me apoyaran, uno de pequeño lo único que desea es asistir a la escuelita dominical y no tanto escuchar la predica del pastor (no me ponga en disciplina por escribir esto pastor, mentira no creo que mi pastor conozca wattpad, pero mejor prevenir que lamentar jajaja).
El punto es que yo asistía al servicio los días domingos para salir con los niños, sin embargo, nunca fui extrovertida siempre fui esa niña que se quedaba sentada de un lado sola o en compañia de sus hermanas menores (triste pero cierto) y mientras iba creciendo me aislaba más y me sentía incómoda alrededor de los demás. Mientras tanto en casa prevalecían las peleas entre mis padres y si bien nunca llegamos a ser víctimas de violencia física, lo fuimos de violencia psicológica, algo que aprendí hasta el momento de ir a la Universidad. Creo que para mí era normal ver como papá le gritaba a mi mamá y comenzaba a tirar todo lo que tuviera al frente, volviendo en el tiempo me doy cuenta que realmente fue algo que marco mi vida, a tal punto de que aún me siento incómoda cuando escucho a personas pelear fuertemente.
En esta etapa de mi vida me siento orgullosa de mi madre, ya que, siempre se mantuvo fuerte ante cualquier adversidad. Mientras íbamos creciendo las cosas en casa no mejoraban, vivíamos siendo esclavos de la pobreza, de la infidelidad en el matrimonio de mis padres, hubo una temporada mi adolescencia donde llegué a pensar que como era posible que muchas niñas vieran a su padre como un héroe, yo no podía ver al mio de tal manera, solo lo veía como un ser humano normal, sin nada excepcional. Mis padres nunca se separaron, mi madre siempre siempre dejaba que papá volviera a casa y eso me enojaba, me frustraba ver como a pesar de la forma en la que la trataba ella siempre le permitía volver y es por eso que la admiro mucho, ella nunca se rindió siempre encontraba perdón y amor hacia él. Y es un poco irónico la verdad, porque durante las peleas él se iba de la casa pero regresaba al día siguiente disculpándose, creo que siempre reconoció que nosotros eramos su Hogwarts jaja.
Cuando estaba por cumplir 15 años mi abuela materna falleció, ella era un pilar muy grande para mi padre y nosotros, por lo que fue una gran tristeza para la familia. Luego de eso nos cambiamos de casa, porque con anterioridad vivíamos cerca de donde ella vivía, al fallecer, mis padres toman la decisión de empezar a vivir en la misma colonia que toda la familia de mamá, ya que, mi abuelo paterno, también había fallecido 5 años antes. El punto acá es que al cambiar de casa de igual forma cambiamos de iglesia, en esa etapa de mi vida yo empecé a asistir obligada por mis padres (típica adolescente jajaja) realmente no le hallaba el sentido a los servicios y me daba sueño, no me gustaba la iglesia porque era muy distinta a la anterior. Recuerdo muy bien que mi tía en ese tiempo era maestra de escuela dominical y me invitó a ser parte del equipo a lo cual accedí, fue una de las mejores decisiones de mi vida.
Gracias a involucrarme en el ministerio empecé a asistir a los servicios de jóvenes y meterme de lleno en la iglesia, a través de ello logré experimentar un cambio tan distinto en mi relación con Dios, me di cuenta de que es tan cierta aquella frase que dice que el ser cristiano no se trata de religión, sino que, de relación. El nivel de relación que tengamos con Dios será determinado por la forma en la que le busquemos.
Y la historia no termina allí, no, no, no, los problemas en mi familia persistían a menor escala pero allí permanecían, mi corazón se encontraba lleno de resentimiento hacia mi papá, incluso llegué al punto de no querer verlo y de no querer que nadie lo mencionará. Pero me cansé, realmente sentía que no podía más, yo sola permití que el rencor me quitara la paz y tranquilidad en mi corazón había demasiada amargura y un día solo le dije a Dios que él tomara el control de la situación y que me diera tranquilidad porque por mis propias fuerzas no podía. Y Dios lo hizo, en su maravillosa misericordia me escuchó, meses después mi corazón era libre y gloria sea a él hoy puedo decir que mi relación con mi padre es mucho mejor que antes puedo acercarme a él, abrazarlo y decirle que lo quiero mucho, por que comprendí que no soy quien para juzgarlo y que si Dios dio su sangre para perdonar nuestros pecados ¿quién soy yo para no perdonarlo a él?
Hoy veo hacia atrás y me doy cuenta de que Dios nos coloca pruebas con el fin de formar y fortalecer muchos aspectos en nuestra vida, todo tiene un propósito y posiblemente hoy no lo entendamos pero llegará el día en el que evidenciemos el porque de alguna situación o posiblemente nunca lo sabremos pero crean que todo tiene una razón de ser.
Debo decirles que mi padre nunca fue una mala persona, solo que él también tuvo sus propias luchas, su niñez fue muy dura y a su manera lidio con ello. Hoy en día permanecemos unidos, la violencia y demás ataduras ya no forman parte de nuestra vida pero aún nos hayamos en la lucha de los seis solo mi hermano mayor, una de mis hermanas menores y yo asistimos a la iglesia, mis padres y hermana menor dejaron de asistir pero estoy confiada que al tiempo de Dios regresarán a su vereda.
Y esta queridos lectores es mi historia y como fue que aprendí la diferencia entre religión y relación porque a través de esa relación con el padre logré comprender la importancia de perdonar. Aún hay muchas cosas que debo trabajar en mi vida pero uno de mis mayores anhelos es mejorar mi relación con Dios, espero algún día llegar a tener una relación fortalecida con él.
Gracias nuevamente a Poly y Lysa quienes me motivaron a escribir esto, Dios las bendiga grandemente y se que este movimiento llegará a más personas. Con lo que escriben están reflejando la luz del padre.
Me encantaría invitar a SbatcrisS08 y a Goodlivess a que se unan al movimiento, claro si lo desean pueden compartir su historia con el hashtag #CuentaTuHistoria, hablemos de Cristo con nuestro testimonio!
Por último los dejó con este versículo:
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.Efesios 4:32
Hasta la próxima,
Se despide con cariño,
Juli 💕
ESTÁS LEYENDO
Sé la luz
SpiritualEn un mundo corrompido por el mal, donde se observa que prevalece la oscuridad en actos delictivos, de violencia y de esclavitud espiritual, seamos esa luz que brille, esos reflectores de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vos...