Promesa

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Después de encontrar a mi padre inconsciente lo llevé a la clínica de la manada y el doctor lo atendió, me dijo que debía descansar y que le diera tiempo. Me sentía mal, ya que no se como está mi padre exactamente.

Hablé con el Alpha y hasta que mi padre despierte yo tendré que asumir su cargo y vijilar a Jane.

Mi tía me insiste que tengo que comprar un vestido para la reunión de manadas, aunque no sabe que ya tengo mi vestido perfecto y es hermosos.

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Dentro de dos días es la dichosa reunión y mi padre no ha despertado, Jerry a estado hablando con las demás manadas sobre la profecía y los ataques de rogues y vampiros. Han pasado exactamente cuatro días desde el último ataque y no han habido más.

Jane aunque apenas tiene dos semanas de embarazo su barriguita está creciendo y muy rápido y más si es del Alpha. El embarazo de una mujer lobo dura seis meses, aunque no esta mi madre conmigo se que esta muy feliz de mi.

Solo espero que para la reunión mi padre este despierto.

-Mi niña, tú padre ha despertado- dijo mi tía

No le respondí nada más salí corriendo a la clínica de la manada y me encontré con el doctor hablando animadamente con mi papá, me acerqué a él y lo abrazo

-Ni se te ocurra volver a darme ese susto- le susurré en el oído

-No pasará pequeña - respondió - Y dime, ¿tú has sido mi suplente? - preguntó

-Claro,he tenido que ayudar al Alpha y vigilar a Jane- respondí

-Y ya tienes tu vestido? - preguntó curioso

-Si papá, pero todavía falta un día - respondí

-Si, muy poco tiempo también - dijo

Después de que hablará y aclarará algunas cosas con papá, el doctor dijo que podía ir a casa, pero el quiso ir a la casa del Alpha para ponerse de acuerdo con lo de la reunión de manadas. Mi padre me ordenó ir a la casa y alistar mis cosas para la fiesta, pero claro está que yo no iba a hacer eso. Llegué a casa y mi tía estaba en el sillón de la biblioteca dormida, así que no la moleste y me encaminé hacia mi habitación.

Yo no es que no tenga amigos sino que prefieron mantener a mi gente alejada, porque los problemas siempre estan en busca de su nueva víctima . Mi padre siempre dice que son cosas mías, pero yo digo que no.